En Totolapan, al norte del estado de Morelos, se encuentra Femterra, una ecoaldea feminista que no solo busca la autosuficiencia sino también replantear la vida desde una perspectiva radicalmente femenina.

En entrevista para La Cadera de Eva, la arquitecta Ximena Bedregal Sáez, una de las fundadoras de esta ecoaldea feminista, explica que Femterra es un proyecto político feminista, heredero de un feminismo crítico y autónomo que surgió en los años 80 y 90 como respuesta a lo que se percibió como una "liberalización" y "institucionalización" del movimiento feminista

La arquitecta menciona que este feminismo autónomo se distanció de la política de "lobby" y de la búsqueda de incorporación de las mujeres al sistema patriarcal, enfocándose en cambio en leer la realidad en su totalidad y deslegitimar las formas en que el patriarcado construye el mundo.

La filosofía de Femterra se centra en la autonomía que va más allá de no estar vinculada a partidos o al Estado. Implica desligarse de todas las lógicas patriarcales, como la dicotomía y jerarquía impuesta entre naturaleza y cultura, mente y cuerpo, sagrado y profano. El objetivo es construir un mundo propio desde la experiencia y la corporalidad de las mujeres.

"No se trata de incorporar más mujeres a la ciencia, sino repensar la ciencia. ¿Qué es la ciencia?", ejemplifica Ximena Bedregal, ilustrando la intención de revisitar todas las áreas del conocimiento y la vida desde una óptica feminista, cuestionando el arte, la medicina, la filosofía y la historia contada desde una perspectiva masculina.

¿Cómo nació la ecoaldea feminista?

La construcción de Femterra comenzó con la compra de un terreno en 2017, y se ha realizado utilizando principios de bioconstrucción, con materiales naturales como paja y bambú, evitando el cemento y químicos. 

La ecoaldea busca la unión de lo manual e intelectual, con talleres de carpintería, manualidades, huertos y espacios para la producción de bioinsumos. También se promueve la autosuficiencia como una forma de generar una relación diferente con la vida. Los baños secos y el cuidado del agua son parte de esta visión.

Si bien la idea inicial era generar una comunidad abierta y participativa, la integración con la comunidad local ha sido un desafío. Ximena Bedregal señala la negación de orígenes indígenas y la mentalidad orientada hacia la modernidad del "concreto" como obstáculos para proyectos de bioconstrucción y huertos comunitarios. La dependencia de la comunidad local hacia subsidios gubernamentales también dificulta la participación voluntaria en las actividades de la ecoaldea.

A pesar de estos retos, Femterra ofrece talleres y la posibilidad de visitas y estancias temporales para mujeres interesadas en conocer el proyecto y su filosofía. Estas oportunidades permiten experimentar de primera mano la vida en la ecoaldea, participar en actividades como talleres de carpintería y disfrutar de espacios comunes como una alberca biológica y huertos.

La visión para el futuro de Femterra no se basa en planes rígidos a largo plazo, sino en vivir el presente con honestidad y generar experiencias significativas que puedan inspirar a otras mujeres. Ximena Bedregal enfatiza la "política del deseo", donde la belleza y el atractivo de las acciones generen interés y transformación.

Para quienes deseen acercarse a Femterra, el contacto se puede realizar a través de sus redes sociales, como Facebook y WhatsApp. Es fundamental destacar que Femterra es un proyecto de mujeres y para mujeres, sin la inclusión de hombres cisgénero ni hombres trans. Se permite la visita de mujeres con infancias.

Femterra se presenta así como un espacio singular en el panorama feminista latinoamericano, un laboratorio vivo que busca desmantelar las estructuras patriarcales desde la cotidianidad y construir un mundo donde la vida se reencuentre desde la autonomía y el deseo de las mujeres