¿Sabes qué tienen en común la calle Madero, la avenida Juárez, la avenida Álvaro Obregón o la calle Ricardo Flores Magón? Exacto, todas tienen nombres de personajes masculinos. Esto quizá no te sorprenda porque actualmente más del 90% de las 65 mil calles en la Ciudad de México aluden a nombres o apellidos de hombres, de acuerdo con los datos del gobierno de la CDMX.
Para visibilizar el papel de las mujeres en la historia de nuestro país y mantener vivo su legado, el pasado 13 de marzo, el gobierno de la CDMX presentó la plataforma “Ciudad de las heroínas”. A través de una consulta que se realizó del 13 al 25 de marzo en la que participaron más de 25 mil personas, las y los ciudadanos votaron para quitar nombres de personajes que “le hicieron daño a la sociedad o al país de alguna forma” y cambiarlo por el de mujeres destacadas.
“Hay muchas calles que llevan nombres de personajes hombres: genocidas, vendepatrias, en fin, personajes cuyo nombre no debería estar en ninguna calle” (Martí Batres, jefe de Gobierno de la CDMX)
La Cadera de Eva entrevistó a Priscila Vargas, doctora en historia y académica de la Facultad de Filosofía y Letras por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para conocer si renombrar las calles de la capital realmente aporta para revalorizar el legado de las mujeres en la historia.
Para Priscila Vargas la iniciativa del gobierno de la Ciudad de México está enmarcada en un contexto de uso político de la historia para generar una imagen de que al visibilizar los nombres de mujeres en las calles se están atendiendo y reconociendo sus derechos. Sin embargo, es solo una fachada.
“Más allá de eso, no se reconoce la lucha de las mujeres por una equidad jurídica, política y sobre todo, por una vida libre de violencia. Me parece que habría que atender también las causas, los juicios, las carpetas de investigación de las mujeres vivas, si no me parece que es una simulación y calmar conciencias,cuando no somos capaces como sociedad de reconocer las peticiones de las mujeres” (Priscila Vargas, doctora en Historia)
Foto: Gobierno de la Ciudad de México
¿Cuáles serán las calles que se cambiarán por nombres de mujeres?
Martí Batres informó que inicialmente se sustituiran 20 de las 27 calles que llevan por nombre Gustavo Díaz Ordaz y una con el nombre de Antonio López de Santa Ana, con los nombres de las mujeres más votados en la plataforma.
Al respecto, la académica mencionó que esta sustitución tiene efectos ambivalentes, por un lado es valioso deconstruir esta visión masculina de la historia, pero quitar el nombre de Gustavo Díaz Ordaz y de Santa Ana y cambiarlo por el de una mujer genera la falsa idea de que de alguna forma se está haciendo justicia por crímenes del pasado.
“Antonio López de Santa Anna es conocido como villano del nacionalismo, vende patrias y Gustavo Díaz Ordaz es responsable de un genocidio, sin embargo la justicia es llevar a las personas a un juicio por los delitos cometidos, castigar la corrupción, el robo de recursos, los genocidios, no esperar a que la historia los juzgue, eso evade responsabilidades“ (Priscila Vargas, doctora en Historia)
¿Quiénes son las mujeres que renombraran calles de la CDMX?
Las 10 mujeres más votadas en la plataforma son:
- Rita Guerrero, cantante de la banda Santa Sabina
- Adela Salzar, lideresa en el movimiento del 68
- Benita Galeana, escritora feminista, sufragista, sindicalista y activista por los derechos de la mujer y de la clase obrera
- Elvia Carrillo Puerto, feminista, sufragista y primera mujer electa como diputada en Yucatán
- Remedios Varo, pintora surrealista y escritora
- Rosario Castellanos, escritora considerada una de las pioneras del feminismo mexicano
- Adela Velarde, fundadora del grupo revolucionario “Las Adelitas”
- Valentina Ramírez Avitia, revolucionaria mexicana
- Matilde Montoya, primera mujer mexicana en ingresar a la Escuela Nacional de Medicina
- Elena Garro, poetisa, novelista, guionista, periodista y dramaturga
Priscila Vargas señaló que si bien los perfiles de las mujeres destacadas en la plataforma son de diversas áreas, no están claros los criterios que utilizaron para su elección y sus biografías son “pinceladas” sobre su vida y obra pues ni siquiera incluyen su fecha de nacimiento y de muerte (de ser el caso).
También señaló que algunos de los perfiles están descontextualizados, ejemplo de ello es la biografía de Elvia Carrillo Puerto, en la plataforma “Ciudad de las Heroínas”, aparece que fue la primera mujer electa como diputada en Yucatán, en 1921, cuando en realidad fue en 1923 y tuvo que dejar el cargo por amenazas en su contra.
“No se destaca que Elvia Carrillo Puerto fue una de las mujeres que puso en la mesa en el primer Congreso Feminista en México y el segundo a nivel Latinoamérica, ni que impulsó el tema de los derechos reproductivos de la mujer” (Priscila Vargas, doctora en Historia)
Construcción de memoria colectiva
La iniciativa de renombrar lugares del espacio público no es nueva, el 7 de marzo de 2021, el colectivo feminista Lado B convocó a cambiar las nomenclaturas de calles y plazas en México. Con una cartulina o rótulos perfectamente diseñados, los nombres, por lo regular masculinos, fueron intercambiados simbólicamente por los de mujeres desaparecidas, víctimas de feminicidio, pero también de feministas, activistas y mujeres destacadas de las artes y la política.
Priscila Vargas mencionó que la diferencia con este proyecto del gobierno capitalino es que esta iniciativa fue impulsada desde la sociedad, lo que hace más tangible la necesidad de impulsar y reconocer los procesos de creación de memoria colectiva, algo que es difícil aceptar por el Estado pues sería reconocer su incapacidad para atender las violaciones a los derechos humanos de los ciudadanos.
La pugna por el espacio de la Glorieta de las Mujeres que Luchan es ejemplo de ello, aunque el gobierno de la Ciudad de México no retiró el memorial instalado por colectivos feministas, activistas y organizaciones,continúa nombrando ese espacio como Glorieta de Amajac. Todo esto implica un no reconocimiento a los procesos de memoria colectiva de la ciudadanía.
“No hay que olvidar que el Estado sea el partido que sea es el Estado, pero en la medida en que nosotros como sociedad no olvidemos y nos apropiemos de ese espacio público porque es nuestro también, no es de ellos, no importa que ellos le pongan Amajac, cuando las personas pasen por ahí van a ver la iconoclasia, la intervención de las mujeres organizadas, entonces a pesar de sus intentos no hay manera de negarlo, ahí está la memoria” (Priscila Vargas, doctora en Historia)
¿Qué sigue después del cambio de nombre?
Respecto a cómo sería el proceso de sustitución de nomenclatura, el secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda, Inti Muñóz Santini, aseguró que ya empezaron los procedimientos técnicos y jurídicos para que el cambio pueda ser una realidad. Ninguno de los funcionarios dio una fecha de cuándo será este renombramiento, pero aseguraron que el proceso ya comenzó y no habrá vuelta atrás.
Al respecto, Priscila Vargas señala que es importante preguntarnos cuáles serán los procedimientos administrativos como el cambio de escrituras o del Registro Público de la Propiedad que tendrán que realizar las personas ante la sustitución de nombres.
“El mensaje que da el jefe de Gobierno también es muy cuidadoso de decir, bueno, vamos a sustituir los nombres, pero qué pasa con las personas que han vivido, no sé, 40 años con en esa calle que se llama Gustavo Díaz Ordaz, cómo va a pagar el predial, agua, luz, teléfono, porque finalmente quien hizo la convocatoria sí es el Gobierno de la Ciudad de México, pero a través de la SEDUVI que no tiene injerencia en el registro público de la propiedad, entonces por eso insisto en que esta iniciativa es una simulación” (Priscila Vargas, doctora en Historia)
Foto: Gobierno de la Ciudad de México