Es 8 de marzo de 2020, el morado de blusas y pañuelos de miles de mujeres que marchan para exigir un alto a la violencia de género se confunden con el lila de las jacarandas en primavera de la Alameda Central, en la Ciudad de México. En esa movilización histórica que reunió a 80 mil mujeres que exigieron un alto a la violencia de género, estaban Jen Mulini, periodista y activista del Movimiento de Personas con Discapacidad y Karen Rodríguez, feminista y madre con discapacidad. 

Ambas perdieron el contingente donde marchaban y al abrirse paso entre la marea morada para alcanzar a sus compañeras, las demás mujeres a su alrededor comenzaron a gritar: ¡abran paso a las sillas! Al escuchar esto, Karen Rodríguez, gritó desde lo más profundo de su alma: "volteame a ver, volteame a ver, que yo también soy mujer". Jen se unió a ella en el segundo grito, no podía creer que en una marcha de mujeres no se les estaba viendo como parte de la colectiva de mujeres, dijo en entrevista para La Cadera de Eva. 

"Fue un momento sumamente doloroso de entender que, aunque estamos rodeadas de mujeres, no éramos consideradas mujeres, sino reducidas a un objeto. Nos fuimos abriendo paso mientras gritabamos: "volteame a ver volteame, a ver que yo también soy mujer", y las mismas morras fueron como de: "chale, ¿no puede ser que lo estemos haciendo tan mal?" (Jen Mulini)

Imagen

Foto: Especial

Contingenta Mujeres con Discapacidad y aliadas

Esta experiencia no desanimó a Jen, al contrario, la alentó para crear en 2021 la Contingenta Mujeres con discapacidad y aliadas, donde tuvieran un espacio seguro, de confianza y con las medidas de accesibilidad necesarias para poder mantenerse acuerpadas durante movilizaciones como el 8M. Para llevar a cabo la logística de la contigenta, Jen pidió apoyo a Nubia Ramírez por su experiencia en manifestaciones, gracias a esto y al Protocolo Feminista de Accesibilidad, realizaron la organización con medidas específicas. 

La logística para mantenerse seguras principalmente es hacer uso de cada uno de sus recursos: las mujeres que son usuarias de sillas de ruedas van en el centro de la mano de las mujeres ciegas, las mujeres sordas, autistas, intérpretes y aliadas van alrededor de ellas para acuerparlas en caso ser necesario. También asisten mujeres intérpretes de Lengua de Señas Mexicana, atención de primeros auxilios, y se coloca perímetro protegido. 

"Nos pasó en nuestra primera contingenta a la altura de Bellas Artes que empezaron a correr. Hubo una estampida y obviamente, como mujer ciega, te percatas de lo que está sucediendo alrededor, pero tú no puedes saber para dónde correr o qué hacer. Como mujer sorda, en muchas ocasiones no te percatas realmente de lo que está sucediendo hasta que puedes ver a tu intérprete o ves el gesto de angustia de las demás. Entonces, es un trabajo en conjunto para que todas las mujeres que asistimos estemos al pendiente y estemos listas para un repliegue" (Nubia Ramírez)

En el caso de las mujeres con discapacidad que no pueden acudir a la marcha está la manifestación digital desde el hashtag #SoyMujerConDiscapacidad y  #8M. Así, quienes tengan a su disposición el uso de redes sociales podrán hacer ruido desde estas y visibilizar las diversas violencias a las que se enfrentan en el día a día.

Imagen

Foto: Especial

Nunca más sin nosotras 

En México hay 11 millones de mujeres con discapacidad o con alguna limitante de acuerdo con el INEGI, este 8 de marzo será la tercera ocasión en que cientos de ellas saldran a las calles de la Ciudad de México, pero también de otros estados como Nuevo León para exigir un alto a la violencia y discriminación contra ellas, pues sus derechos son todavía más vulnerados: solo el 27% de las mujeres con discapacidad pertenecen a la actividad económica, frente a 59% de los hombres con discapacidad, estos datos del INEGI siguen reflejando la gran brecha de género que existe. 

Jen Mulini explica que otro de los grandes pendientes es el acceso a la justicia, por ejemplo: si una mujer sorda quiere denunciaron hay intérpretes de lengua de señas, si una mujer con discapacidad intelectual necesita un acompañante que le explique en lenguaje simple la situación no lo hay y tampoco existe un peritaje especializado en violencia de género contra mujeres con discapacidad a pesar de que en México 8 de cada 10 mujeres con discapacidad pueden ser víctimas de violencia sexual y 7 de cada 10 ha sufrido uno o más tipos de violencia por su pareja, de acuerdo con el CERMI,

"La mayoría de las mujeres con discapacidad viven algún tipo de violencia dentro de su propio hogar y no hay dónde acudir, no hay refugios para mujeres con discapacidad que sean accesibles, mucho menos hay un presupuesto etiquetado para ello. Lamentablemente vivimos las violencias de manera solas, aisladas y más del 92% de las mujeres con discapacidad no han denunciado. ¿Por qué? Porque no hay una red de apoyo, porque no saben cómo hacerlo, porque no saben cuáles son las instituciones, porque realmente no hay accesibilidad" (Jen Mulini)

Imagen

Foto: Especial