"No sé si podré volver a escribir poesía", confiesa la escritora Tedi López Mills en las primeras páginas de su libro "No contiene armonías (Almadía, 2024)", un poemario en el que cuestiona el significado y devenir de la poesía y en el que, a través de una crónica de acontecimientos, nos adentra en reflexiones sobre la construcción y pérdida de identidad y conciencia

Tedi López Mills es una poeta, traductora y escritora mexicana, ganadora de diversos galardones. Entre ellos el premio Efraín Huerta, Nacional de Literatura José Fuentes Mares, Xavier Villaurrutia, Iberoamericano de Bellas Artes Carlos Pellicer e Inés Arredondo, entre otros. 

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¿Cómo exploras las facetas de la identidad en el libro?

A través del apartado de las cartas, son cinco personajes y con cada uno se establece cierto tono, cierta emoción y un lenguaje formal o un lenguaje informal, con el abogado es un lenguaje informal porque es un juez; con el licenciado, es formal, pero al mismo tiempo es “déjame en paz”; hay un amigo que al mismo nos está persiguiendo, entonces hay un lenguaje informal, pero también un poco de “¿qué estás haciendo?” Y luego la amistad que está en riesgo, el tono es muy sentimental y con el maestro es de cómo voy a escribir, cómo puedo enseñarme a escribir y son diferentes facetas que ocurren al mismo tiempo.

Nos comunicamos dependiendo de con quién hablemos, cambiamos el tono. Ahorita tenemos un tono amistoso, pero también de cierta formalidad, porque yo no te conozco, tú no me conoces, es una entrevista. Pero si tú estuvieras hablando con una amiga, tu tono cambiaría casi de inmediato sin que te dieras cuenta, si estuvieras hablando en una oficina de gobierno o en una escuela también cambiaría tu tono.

Una pregunta que constantemente te haces en el libro es ¿quién soy?, ¿quién es Tedi López Mills, entonces, después de todo lo que siente y ha vivido?

Yo creo que nadie, finalmente nadie, es lo que se ve en el libro es que acabo siendo nadie en el nuevo recinto, que es la parte final del libro, pues precisamente lo que me quitan es la identidad, lo que yo estoy viendo es cómo quedar bien con las autoridades, cómo quedar con los asistentes, cómo responder correctamente las preguntas de los exámenes. Estoy viendo que va a haber talleres, pero como no me puedo parar de la silla, pues no puedo ver que se está dando, quiero un taller de prosodia, estoy pensando en mis amigos que dejé, pero finalmente en ese nuevo recinto soy nadie, que es una forma de defenderme también.

¿Cómo fue para ti escribir sobre la pérdida de identidad y conciencia?

Son preguntas y me hago constantemente porque me parece muy extraño eso de tener conciencia y me parece casi película de horror la posibilidad de perderla, que nos puede pasar a todos finalmente, y la identidad son arenas movedizas, porque tú crees que la tienes perfectamente asida, que tú sabes perfectamente quién eres, pero es muy contextual: yo estoy siendo de cierta Tedi contigo, pero hace media hora estaba siendo otra Tedi, porque adaptas, la identidad finalmente es fluida no solamente en términos sexuales, fluida en todos los sentidos y esa es una de sus maravillas y lo mejor es no tener una fija.

Yo creo que hay que evitar que la identidad se fosilice, que se convierta en una especie de ámbar, completamente quieta. Yo veo que está bien que se mueva de lugar, no de cosas que tú no decides: ¿por qué eres así? Porque te tocó por carácter, porque tienes cualidades, defectos y en el libro eso tiene que ver con las maneras de leer y escribir, las palabras que usas no las puedes utilizar todas porque por desgracia no todo el vocabulario está en la cabeza de uno, cada persona tiene sus muletillas, el lenguaje se descompone y por eso en este libro estoy preguntando cómo escribir todo el tiempo.

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¿Es la última vez que escribirás poesía?

En el caso de este libro y de lo que digo sí puede ocurrir, porque hace cinco años que no escribo poesía, que este sea el último libro de poesía que yo escribo. Y además puede ser que haya lectores que digan: “bueno es que además esto ya no es un libro de poesía”, y es posible que yo les diga: “pues sí, y quizá por eso yo ya me está saliendo, es un libro en el que yo me estoy saliendo de la poesía”.  

Creo que sí se nota en todo el libro que hay un riesgo de perder y que quizás sí se pierde finalmente.