Cada 19 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, un día que busca visibilizar el impacto y la importancia de las mujeres en la economía.
Todas conocemos a una mujer que, con su creatividad, gestión y autonomía económica, han sido el sustento de sus hogares y aportado a la economía mexicana. Desde tu neni de confianza, panaderas, bazareñas, artesanas y artistas, hasta cada emprendimiento único nacido del ingenio de las mujeres.
El emprendedurismo como resistencia económica
Si aún no te defines como una mujer emprendedora o estás en ese camino, está podría ser una clave para autoreconocerte.
De acuerdo con la definición del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), una mujer emprendedora es aquella que busca generar un ingreso propio sin estar en un empleo subordinado: las mujeres empresarias, propietarias de un negocio y que contratan al menos a una persona empleada y las mujeres autoempleadas, quienes trabajan de forma independiente sin contratar a otra persona formalmente.
Los datos son claros: en México existen casi 7 millones de mujeres emprendedoras, según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2024, del Inegi, mientras que la Asociación de Emprendedores de México (ASEM) registra 6 millones.
Sin embargo, sólo el 18% de las emprendedoras están registradas ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT), mientras que el 82% permanece en la informalidad. Esto trae consigo desventajas, pues las mujeres emprendedoras, que buscan seguridad y autonomía económica, por deseo de independencia tienen menor acceso a programas gubernamentales, seguros y opciones de financiamiento.
Aún así, las mujeres persisten, y su trabajo es un paso hacia un mundo que garantice condiciones laborales de igualdad.
Por ello, este día celebramos los negocios y apuestas de resistencia económica de las mujeres y la importancia de su trabajo en sus propias voces.
“Emprender es ser independiente, capaz y poderosa”
Desde Ecatepec, Ángela Chargoy, artista de uñas y emprendedora, inició su viaje como una mujer económicamente independiente cuando decidió abandonar la universidad. Sin imaginarlo, y ante la incertidumbre del futuro, encontró en el arte a través de las uñas un espacio de autodescubrimiento y resistencia económica.
Butterfly Studio, se convirtió en el lugar en el que los sueños, la creatividad y la resistencia económica nacieron para Ángela y en donde, como explica para La Cadera de Eva, ella y muchas otras mujeres emprendedoras, resisten al ser fieles al reconocer el valor de su propio trabajo, especialmente para aquellas mujeres que son madres, que se encargan de las tareas de cuidados y a parte de sostener económicamente un hogar.
“Ser emprendedora me ayudó a sobrevivir”
Al sur de la Ciudad de México, Lourdes Muñoz, emprendedora, repostera y vendedora de ropa, maquillaje y accesorios, encontró su camino en la repostería, en los sabores que alegran la vida de las personas en momentos especiales y en el color vibrante de sólo nace con la dedicación de hornear.
Lourdes se convirtió en emprendedora “por necesidad”, pues desde los 16 años se enfrentó a la necesidad de ser una mujer económicamente activa. “Tenía un papá alcohólico y una mamá con cáncer, y a mis tres hermanos, desde ahí no he parado”, contó a La Cadera de Eva.
Esta necesidad le hizo darse cuenta que el dinero y la capacidad de subsistir sin la necesidad de un hombre empodera, “como lo fue con mi papá y el papá de mi hijas”, cuenta.
“Es resistencia contra el capital”
Noemi se convirtió en emprendedora durante la pandemia de COVID-19. Se había enfrentado a su primer despido laboral y, esa necesidad, justo al suelo de ejercer un oficio que le apasionara, como lo es el tatuaje profesional, la empujaron a perseguir su sueño, Saav Triste, en donde se desempeña como tatuadora.
Trazar líneas, componer en la piel y dejar huellas memorables al momento de hacer un tatuaje no sólo se convirtió en un sueño hecho realidad, sino también en una alternativa sana para vivir dentro del sistema capitalista.
Como explica para La Cadera de Eva, “emprender te brinda libertad económica, te regresa el poder de decisión sobre tu tiempo, tu cuerpo y tu mente, no importa si tu negocio es pequeño o grande, el poder trabajar siendo tu propia jefa es un regalo invaluable para nosotras”.
¿Qué significa ser una mujer emprendedora?
Naomi: Emprender se trata de vencer miedos, poder conectar más conmigo misma, entenderte y abrazarte cada que las cosas no salen como esperabas, demostrarte cuán capaz eres y agradecer cada logro grande o pequeño. La resiliencia es tu mejor amiga.
Lourdes: Ser una mujer emprendedora es ser una mujer trabajadora y fuerte que busca su libertad económica, porque el dinero da cierto poder de hacer muchas cosas.
Ángela: Ser una mujer independiente, capaz, poderosa. Me conectó con mi parte más artística y ha sido un refugio en mi vida.
¿De qué manera cambió tu vida emprender?
Naomi: Realmente en todo, no puedo imaginar mi vida si no hubiera tomado la decisión de emprender. Tanto cosas buenas y malas me han llenado de mucho aprendizaje en estos casi cinco años. Aún recuerdo la primera vez que me pagaron por tatuar, lloré de alegría al saber que podía ser redituable algo que había hecho con tanto amor toda mi vida, dibujar pero ahora sobre la piel.
Lourdes: Me ayudó a sobrevivir. Después a encargarme de los cuidados de mis hijas y ahora para cubrir ciertos gastos.
Ángela: Me hizo artista, me dio la percepción y la cercanía con otras mujeres y sus historias, me llenó de experiencia y respaldó mi interés por ser mejor, por seguir aprendiendo, por intentar siempre dar lo mejor de mí en cualquier cosa que decidiese hacer.
¿Cuáles son los desafíos de ser una mujer emprendedora?
Naomi: Platicando con amigas, que también tienen sus negocios, concordamos en que el primer paso a superar es la confianza en una misma. Muchas veces se nos inculca el atender y servir para otros pero no para ti, hay muchos miedos pero una vez superados creo que no hay nada que nos detenga (sin contar que muchas veces se cuestiona nuestra capacidad desde una mirada masculina, devaluando todos nuestros conocimientos y obvio, que no tenemos seguro médico).
Lourdes: A veces no hay ventas y tú ya hiciste una inversión. Luego pasa que eres la única en tu negocio y a veces una está enferma o cansada y aún así tienes que trabajar, y no hay nada que te ampare como un seguro.
Ángela: Creo que la confianza y la esperanza en que va a funcionar, en que vale la pena, la confianza en el proceso, ser emprendedora es un caminar de altas y bajas, y a veces es duro cuando una misma creé que su arte o su trabajo no es reconocido por los demás pero cuando le das un valor eso poco a poco deja de ser algo negativo.
Considero que también el aspecto de los ingresos, no todos están dispuestos a pagar el precio que uno le da a su trabajo y a veces es complicado resistir a la baja demanda del trabajo.
¿Qué deben saber las mujeres que buscan emprender?
Noemi: Habrá muchos momentos en los que te cuestionarás si vale la pena continuar, habrá momentos de dificultad por afrontar, tendrás que confiar en ti misma como nunca antes, los cambios causan miedos y aún que parezca que te tomará mucho tiempo debes de intentarlo, aprender de ti misma siempre será hermoso, puedes intentarlo las veces que sean necesarias, no hay un tiempo específico para empezar, mientras estés convencida que lo quieres hacer quítate esa espinita y si está en tus posibilidades hazlo!
Lourdes: No se den por vencidas por muy difícil que estén las cosas. El sol siempre sale para todas.
Ángela: En todo lo que hagan pongan pasión y amor, a veces nacemos con talentos pero no hay nada que le gane a la perseverancia y constancia, a la disciplina, todo conlleva compromiso, abrazarlo y ser agradecidas siempre es la mejor opción. Resistan, y atrévanse, no se rindan a la primera, confíen y crean en ustedes mismas.

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