¿El dinero te causa estrés, ansiedad o frustración? No estás sola. Para muchas de nosotras, lidiar con las finanzas puede ser un desafío emocional. Pero, ¿y si te dijéramos que hay una disciplina que combina la planificación financiera con el apoyo psicológico para ayudarte? Se llama terapia financiera, y es hora de poner tu cuenta bancaria en el diván.
Es fácil pensar que los problemas de dinero son puramente lógicos, sumas y restas. Sin embargo, nuestras finanzas están profundamente ligadas a nuestras emociones y comportamientos. Bradley Klontz, psicólogo y asesor financiero, explica en entrevista para BBC, que nuestras creencias sobre el dinero a menudo se originan en las experiencias de nuestros ancestros o en nuestra propia infancia.
Estas creencias forman lo que él llama "guiones financieros" (money scripts). Son narrativas que nuestro cerebro crea para entender cómo nos relacionamos con el dinero. Pueden ser positivos o negativos, pero cuando se vuelven tóxicos, pueden ser muy destructivos para nuestras finanzas.
¿Cómo afecta esto a las mujeres?
La Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI) 2023 en México reveló que una parte significativa de la población adulta experimenta ansiedad (45.3% de las mujeres y 36.6% de los hombres), tristeza (42.6% de las mujeres), frustración (36.9% de las mujeres) e irritación (36.6% de las mujeres) debido a su situación financiera.
Estos datos muestran que las mujeres tienden a experimentar estas afectaciones emocionales en mayor medida que los hombres. Además, el 60.5% de las mujeres siente que está asegurando poco o nada su futuro financiero. Estos bloqueos psicológicos pueden llevarnos a tomar malas decisiones que impactan nuestra vida por años.
Como te explicamos en esta nota, la autonomía económica de las mujeres en México se ve obstaculizada por múltiples factores interrelacionados. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), existen varias brechas significativas que afectan la igualdad de género en el país.
- Feminización de la pobreza: el índice de pobreza es mayor para las mujeres, con un índice de 113.0 en comparación con los hombres. Esto significa que las mujeres enfrentan mayores niveles de pobreza y vulnerabilidad económica.
- Desigual distribución del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado: las mujeres dedican un 24.18% de su tiempo a tareas domésticas y de cuidado no remunerado, en comparación con el 8.77% de los hombres. Esto limita su capacidad para participar plenamente en el mercado laboral y acceder a oportunidades económicas.
- Brecha de género en la tasa de desocupación: las mujeres enfrentan mayores tasas de desempleo en comparación con los hombres: un 25.1% de las mujeres de 15 años y más en México carece de ingresos propios, lo que las hace dependientes de otros para su subsistencia.
- Carga de trabajo no remunerado y dependencia económica: las mujeres sin ingresos propios dedican 56.47 horas semanales al trabajo no remunerado, mientras que las mujeres con ingresos propios dedican 40.57 horas. Esto sugiere que las normas sociales y los estereotipos de género siguen influyendo en la distribución de las tareas domésticas.
Malleni Padilla, psicóloga por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y autora del libro Terapia financiera, un proceso hacia la riqueza, señala que las mujeres necesitan tomar el control de su situación emocional y económica con educación financiera y terapia, la cual promueve su independencia y autonomía económica.
“Es crucial que las mujeres consideren la terapia financiera como una oportunidad para fortalecer su independencia económica y enfrentar los desafíos únicos que pueden surgir en su camino hacia la jubilación. Al final del día, la terapia financiera ofrece la promesa de un futuro financiero sólido y próspero para todas las personas que deciden tomar el control de sus finanzas” (Malleni Padilla, psicóloga)
Descubre tus “guiones financieros" tóxicos
Bradley Klontz ha identificado cuatro tipos principales de guiones financieros que, cuando son extremos, pueden ser perjudiciales:
- Evitar el dinero: creer que el dinero corrompe, que la gente rica es tacaña, o que es una virtud tener menos dinero. Esto puede venir de experiencias negativas o la historia familiar.
- Adoración al dinero: la creencia de que tener más dinero te hará más feliz y resolverá todos tus problemas. Frecuentemente, esto se ve en personas con muchas deudas.
- El dinero como símbolo de estatus: creer que tu valor como persona equivale a tu riqueza, llevando a presumir y gastar excesivamente en bienes materiales. Es común en personas que crecieron en familias de bajos ingresos.
- Ser hipervigilante con el dinero: estar constantemente nerviosa si no tienes suficientes ahorros para emergencias. Si bien ahorrar es bueno, la hipervigilancia puede generar un alto nivel de estrés financiero.
Estos guiones no son racionales. Pueden llevarnos a comportamientos como no ahorrar, gastar más de lo que tenemos, tener aversión a la deuda (incluso la "buena" deuda), trabajar compulsivamente por culpa, o invertir de forma arriesgada.
¿Qué hace la terapia financiera para ti?
La terapia financiera surge como una disciplina que combina el asesoramiento financiero con el apoyo emocional y psicológico. No se trata solo de hacer un presupuesto, sino de entender la raíz de tus comportamientos financieros y sanar tu relación con el dinero. Los beneficios son muchos:
- Conocimiento profundo de tu relación con el dinero: te ayuda a descubrir si gastas por emoción o necesidad, o si ahorras por gusto o miedo.
- Herramientas para mejorar tu salud financiera: te equipa con habilidades prácticas como crear un presupuesto realista y tomar mejores decisiones.
- Reducción del estrés y la ansiedad: ofrece estrategias para manejar mejor tus finanzas y encontrar paz mental. Recuerda, la preocupación por las deudas que se acumulan afecta al 53% de las mujeres.
- Mejora en la toma de decisiones financieras: entender tus patrones te da un "GPS interno" para cada compra o inversión.
- Fortalecimiento de las relaciones personales: el dinero es una fuente común de conflicto. Mejorar tus finanzas puede llevar a menos peleas y más armonía en pareja o familia.
En esencia, la terapia financiera te ayuda a reparar problemas y a establecer un sentido de seguridad financiera, abordando las emociones y pensamientos detrás de tus acciones.
Pasos para reescribir tu historia financiera
Superar estos patrones arraigados requiere esfuerzo, pero es posible. La terapia financiera y los expertos sugieren estos pasos:
- Identifica tu guión: pregúntate qué te enseñaron en tu familia sobre el dinero. Explora tus experiencias pasadas. ¿Te sientes ansiosa si tienes deudas como la entrevistada en la fuente? ¿Creciste con escasez y ahora sientes que nunca es suficiente dinero?
- Evalúa tus creencias: cuestionate si ese guión te ayuda o te perjudica en tu vida actual.
- Reescribe el guión: si una creencia te hace daño (como "toda la gente rica es tacaña"), reescríbela para que sea más precisa y menos extrema (por ejemplo, "algunas personas ricas son tacañas y otras son generosas"). Busca que sea una creencia que te permita ser "rica y generosa al mismo tiempo".
Además de trabajar en tus creencias, puedes implementar estrategias prácticas para mejorar tu situación financiera:
- Identifica tus tres mayores desafíos financieros (por ejemplo: pagar deudas, ahorrar, gastar menos).
- Diseña un plan financiero realista y apégate a él. En esta nota te dejamos algunas claves para empezar tu primera inversión y cuenta de ahorro.
- Establece metas pequeñas y alcanzables. En lugar de cortar un gasto grande, reduce varios gastos pequeños.
- Evita los "disparadores" de gasto. Si las compras en línea son tu debilidad, mantente alejada de esos sitios o espera 24 horas antes de comprar algo no esencial.
- Busca el apoyo de tus seres queridos. Compartir tus metas puede darte ánimos.
La terapia financiera no es solo para momentos de crisis. Es una inversión en ti misma y en tu bienestar general. Al entender y sanar tu relación con el dinero, puedes tomar el control de tu futuro financiero y vivir con menos estrés y más libertad.