Al igual que ha habido un movimiento fuerte y ruidoso en internet dirigido a hombres jóvenes, conocido como la "manosfera” o "manosphere", que logró atraerlos masivamente hacia ciertas ideologías políticas, ahora parece estar surgiendo su contraparte femenina: la womanósfera.
La manosfera o machosfera es un espacio en línea donde los hombres hablan de masculinidad y relaciones, muchas veces con ideas anti-feministas. Se enfocan en cómo enfrentar lo que ven como una amenaza feminista. Ahora, está naciendo algo similar para mujeres, que promueve una visión más tradicional de la feminidad.
Sin embargo, Yolanda Domínguez, artista visual y experta en comunicación igualitaria, argumenta que este nombre puede ser impreciso. Según ella, "womanósfera" o “mujerosfera” podría dar la impresión de que se refiere a todas las mujeres, lo cual no es el caso. Por ello, propone utilizar el término "femiesfera", ya que resalta que las mujeres que forman parte de este movimiento defienden una visión de feminidad tradicional.
¿Quiénes son y qué buscan?
La femiesfera o womanosfera está llena de creadoras de contenido: influencers, youtubers, comunicadoras. Su mensaje central es claro: reivindican la subordinación de las mujeres a los hombres a través del género. Hablan de una visión esencialista del género, donde, según el diario británito The Guardian, las mujeres son amas de casa sumisas y los hombres son proveedores fuertes. El mismo medio las describe sin rodeos como "antifeministas, delgadas, fértiles y de derechas".
Este movimiento se presenta como un nuevo ecosistema mediático alternativo de derecha, especialmente dirigido a jóvenes en Estados Unidos, y su ideología se alinea con el actual presidente del país.
Un fenómeno similar a las tradwifes (esposa tradicional) quienes cobraron relevancia en ese país por mostrar a mujeres que adoptan roles de género extremadamente tradicionales, centrándose en el cuidado del hogar y la familia, y a menudo rechazando el trabajo remunerado o la carrera profesional.
¿Sus objetivos? Nada menos que la eliminación de los derechos reproductivos de las mujeres, la estigmatización del colectivo LGTBI y el fin de las políticas de igualdad y diversidad.
La doctora Jennifer Lincoln, una ginecóloga obstetra citada por The Guardian, sugiere que esto parece estar ligado a una agenda pronatalista que busca preservar las estructuras de poder actuales forzando la idea de la familia nuclear.
Las caras más visibles de la femiesfera
Varias figuras destacan en este espacio digital:
*Brett Cooper: con solo 23 años, se define como una mujer conservadora de la generación Z. En su canal de YouTube, "The Brett Cooper Show", comenta sobre temas sociales y culturales. Ella cree que las jóvenes están "despertando" de las "mentiras" del feminismo. Sugiere que las mujeres deben cambiar sus prioridades para atraer a un hombre deseable.
Según The Guardian, la diferencia con las feministas es que ella elige "reconocer y celebrar" que los hombres construyeron la civilización. ¿Su audiencia? Más de 1.5 millones de suscriptores en YouTube y aproximadamente un 60% femenina en Spotify.
*Candace Owens: descrita por el medio Artículo 14 como católica y conservadora, tiene millones de seguidores. Es autora del libro Make him a sandwich el cual propone una vuelta al rol de compañera y cuidadora de las mujeres.
The Guardian menciona que ha aumentado su audiencia incursionando en contenido sobre celebridades, mientras promueve afirmaciones controvertidas. Su rebrand con "Club Candace" la presenta como una influencer de estilo de vida con club de lectura y app de fitness para nuevas madres.
*Alex Clark: creadora de contenido que, según Artículo 14, se enfoca en la salud y es impulsora del movimiento MAHA ("Make America Healthy Again"). Sus publicaciones, menciona The Guardian, promueven el regreso a la familia tradicional heterosexual, la maternidad y los hombres como proveedores económicos, al tiempo que critican el feminismo. Su enfoque en el bienestar le permite atraer a una audiencia interesada en ideas alternativas.
Como lo dijo en una entrevista con The Washington Post, quiere ser vista como "Alex Clark, chica cool, amante de la salud y el bienestar, y que resulta ser conservadora", creyendo que ser demasiado directa no es persuasivo.
Presenta sus videos con un tono de "solo haciendo preguntas", pero permite a sus invitados promover afirmaciones científicamente dudosas que sirven a una cosmovisión cristiana conservadora. Sus cruzadas contra los métodos anticonceptivos, según The Guardian, se alinean con la agenda pronatalista.
Más allá de las influencers: la “Cosmo conservadora"
No solo son influencers. Revistas como Evie, lanzada en 2019, también forman parte de este ecosistema. Al revisarla, puedes pensar que es una revista femenina común, con consejos de belleza y estilo. Pero, según The Guardian, al leer más a fondo, su enfoque en la feminidad tradicional se revela: consejos sobre sexo "destinados solo a mujeres casadas", artículos que promueven la belleza clásica y critican la positividad corporal.
Evie fue creada por Brittany y Gabriel Hugoboom como una especie de revista "Cosmo conservadora". Buscan ser una "ventanilla única para la feminidad" que, en palabras de Brittany Hugoboom citadas por The Guardian, contrarreste el "sexo casual, el carrerismo o el activismo ideológico" asociado al feminismo.
La revista también promueve la fertilidad y advierte sobre los peligros de la píldora y los DIU. Una experta citada por The Guardian ve a Evie como una posible "droga de entrada" a ideologías conservadoras más extremas.
Estas figuras no siempre se presentan como comentaristas políticas, según The Guardian, copiando la estrategia de la "manosfera". Buscan involucrarse en la creación de la cultura pop, en lugar de solo criticarla. Aunque muchas tienen lazos preexistentes con medios conservadores como The Blaze y The Daily Wire, así como con Turning Point USA, que ha invertido millones en cultivar este espacio.
¿Por qué conecta con las jóvenes?
La femiesfera parece capitalizar una realidad que enfrentan las jóvenes hoy en día: la soledad y la precariedad económica que afecta a la Generación Z, según The Guardian. Ofrecen una visión alternativa que, si bien parece "aterradoramente retrógrada" y despojaría a las mujeres de su libertad e independencia económica, puede parecer atractiva por pura comodidad para algunas, ya que "nadie tiene que esforzarse en cambiar nada", según el medio Artículo 14.
La mujer que valorizan es descrita por The Guardian como delgada, heterosexual, fértil, tradicionalmente femenina, convencionalmente atractiva para los hombres y blanca. Juegan con la idea de que insultar a las mujeres es "divertido y transgresor".
El impacto de la femiesfera podría ser significativo. Artículo 14 menciona que medios como The New York Times han alertado sobre el uso de influencers digitales en campañas políticas debido a su impacto en los resultados electorales, llegando a millones de jóvenes que los consumen como entretenimiento.
Una analista política citada por The Guardian argumenta que el movimiento conservador está aplicando la misma estrategia que con la manosfera, esperando un "impacto masivo de las máquinas de mensajería que han estado construyendo" en futuras elecciones. Estas figuras cultivan relaciones parasociales con sus audiencias, sintiéndose presentes en su vida diaria.
En definitiva, la femiesfera es un fenómeno complejo y con un mensaje claro: volver a un rol tradicional para las mujeres, alineado con una agenda política conservadora. Utilizan el atractivo de las plataformas digitales y el contenido de estilo de vida para llegar a las jóvenes, mezclando lo personal con lo político de una manera que, según The Guardian, busca ser persuasiva y tener un impacto duradero.