Después de una marcha feminista contra la violencia de género, la reacción es predecible. En las redes sociales, hombres sueltan comentarios como: "¡Esas no son formas!", "El feminismo es el verdadero enemigo". Cuando una mujer denuncia a su agresor, la respuesta es aún más cruel: "Está buscando fama y dinero", "Está mintiendo para vengarse", "Lo hace solo para llamar la atención”.
Mientras tanto, en YouTube, un influencer enseña a "dominar el juego" de la seducción, recomendando menospreciar a las mujeres en lugar de halagarlas. En los comentarios, los usuarios debaten sobre qué buscan las mujeres en una relación, concluyendo que "todas son iguales".
Este es el rostro de la manosfera, un término definido por la ONU como "un movimiento en línea que busca restablecer la dominación masculina y desacreditar el feminismo". El sociólogo español Jorge Luis Marzo lo describe como "un espacio en línea donde se produce una radicalización del machismo y la misoginia" y la investigadora mexicana Lucía Melgar, añade que la manosfera es "un universo en línea donde se normaliza la violencia y el desprecio hacia las mujeres".
¿Cuál es el origen de la manosfera?
La manosfera proviene del término inglés "manosphere", una fusión de "man" (hombre) y "sphere" (esfera), y se refiere a un conglomerado de comunidades y espacios digitales donde hombres y subculturas masculinistas propagan ideas misóginas y antifeministas.
En este espacio virtual, heterogéneo y en constante evolución, se legitima el enojo masculino contra el feminismo, visto como el enemigo de los hombres ¿Quiénes forman la manosfera? Entre las subculturas más visibles están:
- Los Incels (celibato involuntario): hombres que se sienten excluidos del mercado sexual.
- Los MGTOW (hombres que siguen su propio camino): aquellos que rechazan las relaciones con mujeres.
- Los activistas por los derechos de los hombres: grupos que defienden los intereses masculinos.
- Los PUAs (artistas del ligue o gurús de la seducción): expertos en técnicas de seducción.
A pesar de su diversidad, todas estas comunidades comparten un denominador común: un exacerbado antifeminismo, de acuerdo con el artículo La manosfera en España: un estudio sobre la violencia de género en línea.
En este espacio, la violencia de género se trivializa y se promueve la discriminación. Pero ¿qué implica esto y cuáles son sus consecuencias? Para entender más sobre este concepto, La Cadera de Eva entrevistó a René López, responsable de investigación de GENDES, una organización que se avoca a la construcción de relaciones igualitarias entre hombres y mujeres quien nos explicó que:
"Lo que les une a todas esas manifestaciones es el anti-feminismo y la misoginia, así como descalificar formas de ser hombres que no vayan con la idea del hombre blanco heterosexual" (René López, responsable de investigación GENDES.)
La manosfera no es un fenómeno nuevo, pero su visibilidad y alcance se han amplificado con la llegada de las redes sociales. René López señala que en diez años, esos mensajes y sitios han pasado de ser marginales a tener millones de seguidores en todo el mundo.
"Las posiciones antifeministas que podían tener grupos de derecha en la prensa o en otros medios ahora se popularizan en las redes y llaman la atención" (René López, responsable de investigación GENDES.)
El patriarcado, motor de la manosfera
El patriarcado juega un papel fundamental en la construcción de la manosfera. Según René López se alimenta de una visión supremacista que se nutre de la idea de que los hombres deben recuperar su posición de poder y control en la sociedad. Aunque el patriarcado puede manifestarse en expresiones de izquierda y derecha, la manosfera está estrechamente ligada a grupos de derecha y extrema derecha.
"La manosfera no solo promueve el odio contra las mujeres y masculinidades disidentes, sino que también busca restaurar un supuesto orden tradicional" (René López, responsable de investigación GENDES. )
Este discurso se centra en la nostalgia de un pasado idealizado, donde los valores familiares y sociales eran más "puros", una visión idílica que nunca ha existido, pero que estos grupos tratan de defender.
En este sentido, la manosfera no solo es un fenómeno cultural, sino también político: responde a una visión patriarcal y tiene un componente político asociado a valores de la derecha.
Según René López, la atracción de hombres hacia la manosfera y gobiernos de esta ideología se debe a una combinación de factores económicos, sociales y culturales.
Uno de estos factores es la caída del Muro de Berlín y el declive de la izquierda que crearon un vacío de oposición al capitalismo patriarcal. En este sentido, la manosfera y otros fenómenos de la derecha buscan minimizar la oposición feminista y mantener el poder.
La explotación de las inseguridades masculinas
René López explica que los gobiernos de ultraderecha se aprovechan de las inseguridades y ansiedades masculinas al explotar la confusión y desorientación que sienten muchos hombres ante los cambios sociales y culturales.
"Los hombres no han reflexionado sobre su condición masculina de manera generalizada. La falta de espacios y políticas públicas para abordar esta reflexión ha generado incertidumbre y dudas sobre su identidad y papel en la sociedad" (René López, responsable de investigación GENDES.)
De esta manera, la ultraderecha se beneficia de esta confusión al ofrecer discursos simples y accesibles que resonan con hombres desinformados pues los discursos feministas y progresistas, que pueden ser inaccesibles para aquellos que no son especialistas.
"La manosfera y otros grupos de ultraderecha promueven mensajes claros y simples, como la defensa de la familia y la supuesta destrucción de los hombres" (René López, responsable de investigación GENDES. )
Según René López, el feminismo juega un papel fundamental en la resistencia contra la manosfera al ofrecer una alternativa política y social que cuestiona la modernidad patriarcal. Sin embargo, reconoce que el movimiento feminista enfrenta desafíos internos, como la diversidad de identidades y experiencias, y la necesidad de generar adhesión más allá de los grupos tradicionales.
"Debemos cuestionar nuestras propias estrategias de lucha y generar alianzas con jóvenes confundidos y enojados, en lugar de oponernos a ellos" (René López, responsable de investigación GENDES. )
Además, destaca la importancia de reconocer que los hombres no son solo privilegiados del patriarcado, sino también víctimas de sus propias estructuras de poder, pues el privilegio también tiene un costo, y los hombres quieren una vida más satisfactoria, deben abrazar los principios y valores del feminismo.
Para finalizar, René López resalta la importancia de reconocer la visión patriarcal y misógina de la manosfera y su capacidad para generar un discurso coherente y sencillo así como la necesidad de unidad y colaboración dentro del movimiento feminista y con otros grupos, como el movimiento de la diversidad sexo-genérica.