Seguramente has escuchado apodos como "Fifas", "soft boys", "fuckboys", para nombrar ciertas actitudes que tienen algunos hombres hacia las mujeres, pero ¿cómo surgieron y a qué se refieren específicamente? Si aún no sabes cómo identificar estas variantes de la masculinidad tóxica aquí te contamos.

Empecemos por lo básico: ¿qué es la masculinidad? Es un conjunto de ideas y expectativas sobre cómo deben ser los hombres en una sociedad determinada, explica en entrevista para La Cadera de Eva, Ricardo Ayllón, director de GENDES, una organización que promueve las relaciones igualitarias entre hombres y mujeres.

Ahora pasemos al siguiente nivel, la masculinidad no es única, hay diferentes tipos, una de ellas es la hegemónica, la cual ejerce el poder y el control sobre otros, especialmente mujeres. La socióloga australiana Raewyn Connell, explica que este tipo es el que va a estar por encima de otras formas de vivir una masculinidad.

Ricardo Ayllón menciona que la masculinidad hegemónica se manifiesta de diferentes maneras en diferentes contextos, pero que en México se expresa principalmente a través del machismo,una forma de violencia que se ejerce contra las mujeres, pero también contra los hombres que no cumplen con los estándares tradicionales de masculinidad como los que pertenecen a pueblos originarios o a la diversidad sexual.

Sí, el machismo también afecta a los hombres, no solo tiene impactos negativos en las mujeres, como la violencia física, psicológica y emocional. A ellos les puede limitar su capacidad para expresar emociones y vulnerabilidades, lo que los puede llevar a problemas de salud mental como la soledad, la depresión y el suicidio.

Además, la presión para cumplir con los estándares tradicionales de masculinidad puede generar una sensación de inautenticidad y disonancia en los hombres, esto sumado a la cultura de competencia y agresión fomentada por el machismo los puede llevar a llevar a ejercer violencia contra otros, lo que a su vez puede generar sentimientos de culpa, vergüenza y ansiedad.

"Es importante cuestionar los mandatos tradicionales de masculinidad y buscar ayuda cuando se necesite. Los hombres pueden cuestionar su propia masculinidad haciendo preguntas como: ¿Qué me dijeron que tenía que hacer para ser hombre?, ¿Cómo manejo mi estrés y enojo?, ¿Cómo están viviendo las personas que me rodean? La violencia es una decisión, y siempre podemos decidir no ejercer ninguna forma de violencia" (Ricardo Ayllón, director de GENDES)

Masculinidades tóxicas

Ahora que ya conoces los impactos de la masculinidad hegemónica hablemos de masculinidad tóxica. Este término se refiere a la forma en que la sociedad espera que los hombres se comporten de manera agresiva, dominante y repriman sus emociones.

"Los hombres estamos socializados para ser fuertes, para no mostrar emociones, para ser los proveedores y protectores de la familia" (Jorge Zetina, responsable de capacitación en GENDES)

Jorge Zetina explica que precisamente, los "fifas", "fuckboys", "soft boys", "pick me boys", son términos que se utilizan para describir a los hombres que adoptan una forma de masculinidad tóxica y superficial, es decir, prefieren enfocarse en la apariencia y la validación externa, en lugar de trabajar en su interioridad y relaciones saludables.

"Estos términos son importantes porque nos permiten nombrar y reconocer las formas en que la masculinidad tóxica se manifiesta en la cultura contemporánea. Sin embargo, es importante destacar que se usan para describir patrones de comportamiento específicos y no para estigmatizar o generalizar a todos los hombres" (Jorge Zetina, responsable de capacitación GENDES)

Al respecto Jorge Zetina detalla que algunos hombres se apropian de estos términos para describir su propia masculinidad, parecer autocríticos o conscientes de sus propios defectos, pero en realidad están trivializando la violencia y el daño que causan pues no reconocen la problemática detrás de estos comportamientos y ni trabajan en una masculinidad más saludable.

"Es importante que los hombres reconozcan que estos términos no son solo etiquetas, sino que describen patrones de comportamiento que causan daño a las mujeres y a la sociedad en general. La apropiación de estos términos puede ser una forma de mantener el estatus quo y evitar hacer un trabajo real para cambiar la cultura de la masculinidad tóxica" (Jorge Zetina, responsable de capacitación en GENDES)

Si aún no sabes cómo identificar estas variantes de masculinidad tóxica aquí te dejamos una pequeña guía.

Fifas

El término hace referencia a los hombres, que les gusta mucho o son muy seguidores del fútbol pero tiene el trasfondo de que pareciera que eso es más importante que cualquier otra cosa, es decir, son actitudes que valoran más lo que tiene que ver con el mundo masculino

Este término se empezó a utilizar por mujeres para criticar y cuestionar ciertas conductas machistas. Sin embargo, también ha sido apropiado por los hombres para validar su identidad. 

Aquí te dejamos un listado de características de masculinidad violenta que, también pueden considerarse características “fifas”:

  • Replican la creencia de lo que “deben ser” los “verdaderos hombres”: rudos, agresivos, insensibles y nada empáticos.
  • No están de acuerdo con los derechos de las mujeres, reprueban el lenguaje incluyente y tienen actitudes lesbofóbicas, bifóficas y homofóbicas.
  • Los fifas encuentran en los deportes una manera de expresar sus emociones, lo que no está mal, pero no es lo más sano, según expertas.
  • No saben lidiar con el enojo y la frustración. Cuando se enojan, golpean paredes o reaccionan de forma violenta.
  • Ridiculizan a las mujeres, sobre todo a las feministas y a las madres solteras. Términos como “feminazi, buchona, mamá luchona, neni, etc.” forman parte de su lenguaje violento. -Te interrumpen cuando estás hablando para iluminarte con su majestuoso intelecto de hombre, incluso cuando no saben del tema. No importa tu punto de vista, igual tú no sabes (mansplaining).
  • Construyen sus relaciones basadas en las ideas del amor romántico, las cuales replican mitos sobre el amor eterno, la abnegación y sumisión de las mujeres.

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Fuckboys

Son hombres que utilizan su sexualidad y su poder para manipular y controlar a las mujeres, sin respetar sus límites ni sentimientos, y sin tomar responsabilidad por sus acciones. Se caracterizan por:

  • Utilizar el sexo y la seducción para manipular y controlar a las mujeres.
  • No respetar los límites ni los sentimientos de las mujeres.
  • Ser promiscuos y no comprometidos en las relaciones.
  • Utilizar un lenguaje y un comportamiento que objetiviza y deshumaniza a las mujeres.
  • No tomar responsabilidad por sus acciones y consecuencias en las relaciones.
  • Ser egoístas y narcisistas en sus relaciones con las mujeres

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Soft boys

¿Alguna vez te has topado con un hombre que aparenta ser tan perfecto tal igual un príncipe azul? Ojo podría ser un soft boy, aquellos hombres que seducen a las mujeres apelando siempre al lado emocional, con el único propósito de divertirse con ellas sin ataduras ni compromisos.

Este término surgió en el año 2015 por el escritor Alan Hanson, estas son algunas de sus características:

  • Se pintan como tu mejor amigo con el fin que ganarse plenamente tu confianza.
  • Se mantienen siempre al pendiente de ti y su vida gira en torno a tus intereses.
  • Buscan ganarse tu lástima, al hablarte de sus problemas y sufrimientos, pero, sobre todo, afirman que necesitan que los ayudes a salir del gran vacío emocional de sus vidas.
  • Cuando realmente sabe que logró su cometido y además, que te tiene en sus manos, te dirá que no está listo para una relación, pues su vida es muy complicada, alegando que no desea nada contigo porque no te quiere incluir en sus problemas.

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Pick me boys

Son hombres que buscan constantemente la validación y la atención de las mujeres, y que están dispuestos a hacer cualquier cosa para obtenerla, incluso si eso significa perder su propia identidad y autonomía. Estas son algunas de sus características:

  • Buscar constantemente la validación y la atención de las mujeres.
  • Ser inseguros y necesitan constantemente ser elegidos o preferidos por las mujeres.
  • Utilizar un lenguaje y un comportamiento que busca ganar la simpatía y la atención de las mujeres.
  • Ser demasiado complacientes y sumisos en las relaciones, con el fin de evitar conflictos y mantener la atención de la mujer.
  • No tener límites saludables en las relaciones y permitir que las mujeres tomen el control.
  • Ser codependientes y necesitar constantemente de la mujer para sentirse completos

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Impactos de la masculinidad tóxica

Jorge Zetina señala que es importante que los hombres adopten una forma más saludable de ser hombre, pues la masculinidad tóxica no solo tiene impactos negativos en su salud mental y física, también afecta sus relaciones interpersonales, como la violencia doméstica y la agresión sexual.

Para el experto, la educación es clave para prevenir la masculinidad tóxica: los padres y los educadores deben modelar comportamientos saludables y promover una cultura de respeto y empatía donde los hombres aprendan a expresar sus emociones de manera saludable y a ser vulnerables sin temor a ser juzgados.

"La masculinidad tóxica es una construcción social que podemos desmontar y reemplazar con una forma más saludable de ser hombre. Es hora de que los hombres nos unamos para crear un mundo más justo, más igualitario y más respetuoso para todos" (Jorge Zetina)

Cambiar la narrativa 

¿Otras masculinidades no tóxicas son posibles? Jorge Zetina responde que sí, que incluso ya hay hombres que están cuestionando su masculinidad, pero señala que otro fenómeno que ocurre en Internet es que se han creado conceptos para desvalorizar a hombres que están intentando hacer cambios. 

“Muchos hombres encuentran una barrera cuando se quieren expresar positivamente sobre deconstrucción, feminismo, transformación social, son atacados por otros hombres, mayoritariamente en Internet, desde estas lógicas de la jerarquía social de los hombres, se les nombra a veces como hombres beta, de menor valor, estos términos son usados para reafirmar que solo hay una masculinidad hegemónica y que otras masculinidades no caben dentro de lo que es ser hombre” (Jorge Zetina)

Para transitar a masculinidades alternativas, Jorge Zetina menciona que es importante que los hombres reconozcan que estás prácticas de la masculinidad tóxica perpetúan la desigualdad pues tratan a las mujeres como seres inferiores que pueden ser sometidos con ciertas estrategias. 

“El reconocer que aunque sean diferentes conceptos, diferentes palabras, todos los hombres podemos llegar a desempeñar esos roles y entonces necesitamos cuestionarnos por qué lo estamos haciendo, por qué utilizamos eso para relacionarnos con las otras personas. Creo que la forma de transitar a las masculinidades alternativas es reconocer el costo que esto tiene en nuestras propias vidas, cómo nos daña a nosotros mismos” (Jorge Zetina)