Misterioso, apasionado, líder, rebelde y genio incomprendido: la figura del chef está cargada de una profunda admiración donde el amor romántico y los medios de comunicación entran al juego para producir una de las concepciones sociales más glorificadas: ¡qué maravillosa es la cocina cuando es admirada, profesionalizada y remunerada! 

The Bear, una de las series más populares del año que tiene por protagonista a Carmy, un hombre que, con un pasado turbulento, ha triunfado en el salvaje mundo de la gastronomía profesional. Visionario, talentoso y con una gran rabia contenida, este personaje enfrentará su pasado, dejará las altas esferas de la cocina y se abrirá camino como el líder de una pequeña cocina estadounidense.

Su personaje no tardó en convertirse en tendencia en redes sociales, así que hablemos de la romantización de la figura de los hombres en la cocina.

Imagen

“¿Hay más mujeres en esta cocina?, ¿por qué crees eso? Porque la cocina es una jerarquía basada en reglas hechas por hombres tontos y viejos. Reglas diseñadas para que sea imposible que una mujer entre a esta carrera”, le dice Colette de Ratatouille a Linguini, mientras lo amenaza con un cuchillo para pan.

En la cocina, casi todos los personajes tienen pasados oscuros -¡justo como Carmy!-, son escapistas, voladores de circo, estafadores profesionales y personajes dignos de ser protagonistas de cualquier novela. La única mujer en esta esfera es Colette, quien, en diversas ocasiones opta por mantenerse a la defensiva todo el tiempo, como herramienta de supervivencia en el mundo que ella refiere como “la jerarquía de hombres”.

Los ejemplos continúan en los reality shows, en las series, películas infantiles, series y documentales. Sin importar por dónde se mire, la imagen colectiva del chef ha sido construida apelando a la idea hegemónica de la "masculinidad", utilizando como vehículo la idealización romántica de este personaje.

Imagen

¿Por qué las mujeres que cocinan profesionalmente no son resaltadas con poderosos adjetivos?, ¿por qué la preparación de alimentos es una actividad históricamente feminizada pero los espacios de la alta cocina son masculinos? Con tantas preguntas por desenredar, en La Cadera de Eva entrevistamos al doctor Alí Siles, investigador y especialista en el tema de masculinidades en el Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la UNAM.

La primera diferenciación: lo privado y lo público

La figura del chef de una cocina de un restaurante profesional, es una figura súper occidental y tradicional, desde siempre ha estado ligada a la masculinidad porque es una posición de liderazgo y de trabajo -remunerado, por supuesto-, menciona Alí Siles

¿Por qué se admira tanto al hombre que se desempeña en la cocina? El investigador señala sucintamente que, antes de pasar a esta discusión, primero hay que pasar por el primer tamizaje relacionado al ámbito doméstico (lo privado) y al trabajo (lo público). 

Por un lado, la preparación de alimentos es una actividad que, en lo común, desempeñan las personas feminizadas, sin embargo, en los restaurantes, estas mismas actividades sí son remuneradas y valoradas, es decir, que existe una diferencia importante entre un trabajo y otro según la división sexual del trabajo

Sobre esta línea, el investigador señala que, todo lo que ocurre en el espacio público siempre será mejor valorado que el trabajo doméstico: “en el sistema hay espacio para la cocina profesional desempeñada por hombres, pero la cuestión del cuidado, considerado como lo privado, está pensado para las mujeres”. 

Imagen

En 2003 la antropóloga feminista Marcela Lagarde escribía “Mujeres cuidadoras: entre la obligación y la satisfacción”, donde critica la figura de las “súper mujeres”, aquellas que realizan dobles o triples jornadas de trabajo, que son explotadas en sus empleos, pero además, también son desvalorizadas en sus actividades -sean o no remuneradas-. Para Marcela Lagarde, esta desvalorización del trabajo de las mujeres abona a la relativa exclusión política y amplía la cultura de la misoginia en lo imaginario y simbólico. 

Imagen

Hombres en la cocina y roles de género

Cuando se entra a una cocina algo interesante ocurre y es que, parece que la línea de la división sexual del trabajo parece atenuarse, hombres horneando y explotando su creatividad, pero el doctor Alí Sales hace una observación sobre esto: los chefs continúan reproduciendo la lógica de la producción y del mercado excluyente y patriarcal

“Pero ya hay más mujeres en la cocina profesional”, podría ser uno de los argumentos que broten de esta lectura, lo cual es cierto, sí existe una mejora en la paridad de estos espacios, pero aún con ello estamos lejos de cerrar la brecha de género

En México, 9 de cada 10 personas que realizan las actividades de preparación de alimentos son mujeres, 3 de cada 10 se desempeñan como cocineras en restaurantes y sólo una de cada 10 mujeres se desempeña en la alta cocina como jefas o chefs, esto de acuerdo con la plataforma gastronómica Parabere Forum. Sin embargo, sólo el 3% de los espacios en la Guía Michelin pertenecen a mujeres

¿Sabes en quién pienso?, menciona el investigador, en la figura de Gordon Ramsey, al responder si existe una relación entre esta profesión y la ruptura con los roles de género

“Sí, ya hay más chefs mujeres, pero de todos modos, es difícil conocer a una chef celebridad de este tipo como Gordon Ramsay, personajes que se vuelven famosos, que están en esa lógica de ser personas públicas y que siguen las nociones tradicionales de masculinidad. Pienso también en estos programas de concurso y realities, normalmente, las personas que evalúan, siguen una lógica violenta”, explica Alí Siles.

Al hablar de desafiar la masculinidad hegemónica es común la asociación con hombres que se desempeñan en rubros feminizados, por ejemplo, la escultura, la pintura, la poesía, la literatura, la cocina o la enfermería, pero, ¿esto de verdad les exime de ejercer violencia?

Podemos decir: "al final está cocinando y como está asociado a lo femenino, pues parece que enmascara las prácticas patriarcales, pero si observamos todos estos espacios de la cocina, como la administración, la repartición, las personas que evalúan a estos restaurantes, entonces, encontramos que la cocina profesional es un ámbito más donde la división sexual del trabajo sigue favoreciendo a la figura masculina", ataja Alí Siles.  

Para desafiar al sistema patriarcal, no sólo basta con tener utensilios de cocina en mano y posicionarse como un hombre sensible, se requiere de un verdadero cuestionamiento del privilegio

“Que un hombre cocine no es novedoso, la figura del chef nace un hombre, tiene mucho qué ver con que lo masculino es una construcción dinámica. El hombre que cocina no necesariamente pasa por cuestionar la masculinidad hegemónica, está bien que sea más sensible o abierto en las posiciones que puede ocupar, pero por ejemplo, no se cuestiona ciertos roles, por ejemplo, la creencia de que debe ser proveedor en casa, entonces, esto no nos habla de una verdadera postura crítica.” (Alí Siles)