¿Alguna vez has escuchado el concepto de justicia social? Quizás lo has oído en noticias o en debates políticos. Pero, ¿qué significa realmente? La justicia social es un concepto que se refiere a la idea de que todos los seres humanos deben tener acceso a los mismos derechos y oportunidades, sin importar su raza, género, religión, orientación sexual, edad o discapacidad.
La justicia social se define a través de los principios de dignidad humana, del bien común, de la solidaridad, la subsidiaridad, el destino universal de los bienes y el valor del trabajo humano, y su finalidad es inclinar al hombre a crear ciertas condiciones necesarias para su propia realización y la de los demás, de acuerdo con la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
Origen
El 20 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Justicia Social, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2007. La conmemoración de este día busca sensibilizar sobre la importancia de la justicia social y promover acciones concretas para abordar los desafíos que enfrentamos en la sociedad.
La desigualdad económica, la discriminación y la exclusión social son solo algunos de los problemas que se pueden resolver mediante la promoción de la justicia social. Organizaciones, gobiernos y activistas de todo el mundo realizan eventos, conferencias y campañas para promover políticas que garanticen el acceso universal a servicios básicos y oportunidades económicas. Estas iniciativas también buscan fortalecer el diálogo social y la cooperación multilateral para implementar soluciones efectivas.
Retos y oportunidades
Imagina un mundo donde todos tengan acceso a la educación, la salud y la oportunidad de prosperar, sin importar su origen o condición. Un mundo donde las personas con discapacidad puedan acceder a los mismos lugares y servicios que las personas sin discapacidad. Un mundo donde las mujeres tengan los mismos derechos y oportunidades que los hombres. Suena increíble ¿no?
Sin embargo, a pesar de los avances logrados, persisten desafíos significativos en la promoción de la justicia social. La desigualdad económica sigue aumentando, y millones de personas carecen de acceso a educación de calidad, atención médica adecuada y trabajo digno.
En 2019, más de 212 millones de personas en el mundo estaban desempleadas. Además, menos del 45% de los trabajadores asalariados tienen un empleo a tiempo completo y permanente, y más del 60% de todos los trabajadores carecen de cualquier tipo de contrato de trabajo, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha sido un actor clave en la promoción de la justicia social a nivel global. En 2008, adoptó por unanimidad la Declaración sobre la Justicia Social para una Globalización Equitativa, que enfatiza la importancia del trabajo decente, la protección social, el diálogo social y los derechos fundamentales en el trabajo como pilares para alcanzar una globalización más justa.
Sin embargo, también hay oportunidades para promover la justicia social y crear un mundo más justo y equitativo. El logro de esta justicia social está estrechamente vinculado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los cuales buscan no dejar a nadie atrás: el gran reto es generar crecimiento económico y una distribución más justa del ingreso. Para lograrlo algunas de las metas son:
- Incrementar el ingreso del 40% más pobre de la población.
- Eliminar leyes y prácticas discriminatorias.
- Políticas fiscales para una mayor igualdad.
- Mantener las tasas de crecimiento económico superiores a 7% anual.
- Promover la creación de empleo decente.
- Fortalecer el acceso a los servicios financieros.
- Implementar una estrategia mundial para el empleo de jóvenes.
Un futuro sostenible y justo implica que el camino hacia una economía con bajas emisiones de carbono beneficie a todas las personas, especialmente a las más desfavorecidas. Esto requiere un enfoque integral que combine la sostenibilidad ambiental con la justicia social.