La dicotomía del sexo se ha mantenido estricta; organos sexuales femeninos y masculinos trazan la biología de la humanidad o al menos, eso es lo que hemos concebido como parte del reduccionismo aprendido, pero en esta historia que sólo reconoce el cromosoma XX y XY, existe un abanico de posibilidades; personas que no empatan con estos márgenes dictados y que, anatómicamente no están dentro en el sistema sexo-genérico.
Este sector poblacional conocido como personas intersex representa entre el 0.5% y el 1.7% a nivel global y su lucha por ser reconocidxs ha sido una constante, señala Naciones Unidas. La invisibilización de este grupo y la falta de información ha producido que exista un vacío informativo importante, pues se desconoce la cantidad exacta de personas que poseen rasgos intersex.
Prueba de esta desinformación, son las personas que pasan toda su vida sin saber que son intersexuales, pues al haber nacido con una genitalidad masculina o femenina, se condujeron de acuerdo a los roles de género pactados durante toda su vida sin recibir un diagnóstico o datos relacionada a su condición. Esto quiere decir que las personas intersexuales no precisamente pertenecen a la comunidad LGBTTTIQ+ o tienen una identidad sexo genérica diferente a la heteronormatividad; patologizarlas o perpetuar estigmas recae en un discurso de reduccionismo biológico y nos aleja de entender a las personas desde el respeto a la diversidad.
¿Qué es la intersexualidad?
Ser intersexual significa que una persona nace con una variación de las características sexuales (genitales, gónadas, niveles hormonales, cromosomas) que ocurre de manera natural en los seres humanos. Luz María Moreno Tetlacuilo, especialista de la UNAM, explica que dichas variaciones son las de “una apariencia sexual atípica, que no corresponde con las características representativas de lo que conocemos como hombre y mujer”. Estas variaciones se originan en distintas etapas del desarrollo embrionario y pueden ser aparentes o no; pueden parecer masculinas y femeninas al mismo tiempo e incluso, ninguna de las dos.
Algunas personas intersexuales tienen genitales u órganos internos que no se ajustan a las categorías hombre/mujer, por ejemplo, que tengan tejido ovárico y también testículos, o pene y útero; otras personas intersexuales pueden tener variaciones cromosómicas distintas a las XY/XX o producen distintos niveles de hormonas que difieren de sus órganos sexuales.
El término "hermafrodita" ha sido utilizado para referirse a este grupo, sin embargo, utilizarlo resulta violento y deshumaniza a las personas; las aleja de ser aceptadas y además, las patologiza. El término correcto es persona intersexual, variación intersexual o persona con rasgos intersexuales.
De acuerdo con Anne Fausto-Sterling, el establecimiento del sexo pasa por varias etapas y cada una de ellas no siempre son binarias, de esta manera, un bebé con cromosomas XX puede nacer con órganos masculinos y un bebé con cromosomas XY, con órganos femeninos. La bióloga y especialista en género indica en su obra Cuerpos sexuados. La política de género y la construcción de la sexualidad que, aunque el sexo se ha considerado como puramente biológico, en realidad también es una construcción cultural, como el género. Es decir, que la visión binaria de los cuerpos -que pertenecen a una de dos categorías sexuales- está determinada por un contexto social, histórico y cultural.
¿Cómo se identifica la intersexualidad?
Cuando un bebé nace, el personal médico determinará de manera inicial -a partir de la categorización de los genitales externos - su sexo. En algunas ocasiones, si las variaciones de las características sexuales son visibles o si los genitales son distintos a lo que indicaron pruebas genéticas y hormonales, la persona puede ser reconocida como intersexual, aunque también puede suceder que dicha variación no se identifique sino hasta más adelante en su vida, usualmente durante la pubertad.
De acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), las personas intersexuales se ven atravesadas continuamente vulneraciones a su integridad, así como discriminación en diversos ámbitos como la educación, el empleo y los deportes. Asimismo, este sector poblacional ha luchado por la erradicación de procedimientos quirúrgicos en neonatos e infancias intersexuales.
Hasta hace unos años, estas prácticas se realizaban al interior de las clínicas en nuestro país con la autorización de los padres y madres de familia. Los procedimientos tenían por objetivo intervenir los cuerpos de las personas e intentar hacer coincidir los órganos sexuales internos con la genitalidad, esto conllevaba a una violación directa a los derechos humanos y una vulneración al realizarse sin consentimiento. Desde 2015, la Ciudad de México añadió a la Ley General de Salud la prohibición de intervenciones quirúrgicas en personas con rasgos intersexuales, siendo la única apelación, cuando estas características son médicamente comprobadas como un riesgo importante a la salud de las personas.
Además, México cuenta con el Protocolo para el Acceso sin Discriminación a la Prestación de Servicios de Atención Médica de las Personas Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Travesti, Transgénero e Intersexual y Guías de Atención Específicas de Secretaría de Salud, actualizado en el año 2020. En él, se indica que los recién nacidos “con variación en la diferenciación sexual” deben ser asignados un género para su registro legal, sin embargo, esta decisión no debe estar vinculada a ningún procedimiento quirúrgico.
La Organización de Naciones Unidas considera que estas prácticas pueden ser violatorias de los derechos humanos de las personas intersex por lo que recomienda aplazar las intervenciones quirúrgicas no urgentes hasta la adolescencia, cuando la persona pueda tomar una decisión libre y que ésta sea acompañada de una evaluación multidisciplinaria.
En esta línea, la Secretaría de Salud también acota que los procedimientos en que se basan las prácticas clínicas relacionadas a las personas intersex son aquellas que privilegian la “normalización de las características sexuales del individuo”, por lo que desde el sector salud urge replantear la consideración de los cuerpos intersexuales como expresiones de la variabilidad inherente a la vida humana en la que el personal médico cumpla con una función de orientación, apoyo e información, sin forzar, ni recomendar procedimientos quirúrgicos en el cuerpo de personas neonatas e infancias.
Tipos de intersexualidad
- Intersexualidad gonadal: en este tipo de intersexualidad, la persona podrá mostrar ambas gónadas (testículos u ovarios), una misma gónada (ovotestículo), o un ovario y un testículo, así como cromosomas XX, XY o ambos. Además de genitales externos femeninos, masculinos, o ambiguos.
- Intersexualidad 46 XY: este tipo de persona intersexual tendrá los cromosomas de un hombre (XY), pero los genitales externos masculinos no se han formado completamente, son ambiguos o son órganos externos femeninos.
- Intersexualidad 46 XX: en este caso la persona tiene los cromosomas de una mujer (XX), los ovarios de una mujer, pero los órganos sexuales externos con apariencia masculina.