¿Recuerdas cuando parecía que por fin la moda se estaba abriendo a todos los tipos de cuerpos? Hoy parece que la ultra delgadez está volviendo a dominar las pasarelas. Irónicamente esta tendencia resurge justo cuando los referentes femeninos en la industria promueve cuerpos femeninos creados digitalmente y por lo tanto, alejados de la realidad.
Los datos no mienten. Un informe de Vogue Business para la temporada otoño/invierno 2025 revela que de 8 mil 703 diseños presentados en 198 desfiles, solo un 2% eran de talla mediana (de la seis a la 12 en tallas americanas) y un 0.3% eran de talla grande. Esta representación fue inferior a la observada en la temporada de primavera anterior, cuando fue de 0.8%.
De hecho según datos del buscador de moda Tagwalk, en la última temporada se registró un 16% menos de colecciones incluyendo al menos una modelo con curvas. Y de los 20 desfiles más vistos, solo en cuatro aparecieron tres modelos de este tipo.
Pero la cosa no termina ahí. No solo hay menos modelos con curvas, sino que las modelos delgadas ¡parecen estar cada vez más delgadas! Se ven más costillas, clavículas marcadas y hasta la columna vertebral.
¿Qué está pasando? Pues según Hillary Taymour, la fundadora de Collina Strada, una de las pocas marcas que siempre ha incluido modelos de todas las tallas, la culpa la tiene Ozempic y otros medicamentos para adelgazar que se han vuelto populares en los últimos años.
Ella dice que "todas las chicas de talla grande pasaron a talla mediana gracias a Ozempic, y todas las chicas de talla mediana pasaron a talla estándar". Para ella, la nueva onda es que "entre más delgado se esté, es mejor". Curiosamente, esta tendencia coincide con la aprobación, en 2021, del Wegovy (semaglutida) por parte de la FDA como medicamento para la pérdida de peso.
Para conocer más sobre la persistente influencia de la delgadez extrema en la industria de la moda y la sociedad, conversamos con Tania Meléndez Elizalde, docente en la carrera de Sociología en la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la UNAM, quien explica que los ideales de belleza siempre han cambiado dependiendo de los "valores hegemónicos" del momento, el contexto histórico, geográfico y hasta geopolítico.
Y claro, no podemos olvidar el "contexto de organización patriarcal" que influye mucho en lo que se considera bello para las mujeres. Además, la industria cultural con sus modas también juega un papel crucial.
Precisamente, la reciente reaparición de modelos ultra delgadas y la búsqueda de dietas extremas por parte de las mujeres se enmarcan en estos cambios impulsados por la industria cultural.
Y hablando de cambios, David Bonnouvrier, fundador de DNA Model Management señaló a al periódico estadounidense The New York Times que este retroceso en la diversidad corporal es parte de un alejamiento general del progresismo social, pues la presión por la inclusión observada tras movimientos sociales como #MeToo y Black Lives Matter parecen haber disminuido.
En un contexto donde la diversidad y la inclusión son objeto de debate, su manifestación en la moda, incluyendo la diversidad de tallas, se ve afectada, retornando a estereotipos de belleza más tradicionales, con modelos homogéneas, predominantemente blancas y delgadas, que no representan a la gente que compra la ropa.
Pero ojo, también hay razones "estratégicas" para que la delgadez sea la preferida en la moda. Estas son algunas:
Hacer ropa más fácil (y barata): históricamente, con la llegada de las tallas, era más sencillo y económico producir ropa en unas pocas tallas pequeñas que tener que ajustarla a cada cuerpo.
La riqueza y la delgadez se enredaron: en algún momento, ser delgado dejó de ser cosa de gente pobre y se convirtió en símbolo de tener tiempo para ejercitarse y dinero para comer sano.
¿Delgadas = menos poder?: algunas teorías sugieren que la obsesión por la delgadez aumenta cuando las mujeres ganan más terreno en el mundo laboral, como si buscaran "minimizar su presencia".
El negocio de las dietas: la moda de la delgadez alimenta una industria millonaria de productos para bajar de peso, ¡asegurando que siempre queramos consumir más para alcanzar un ideal casi imposible!.
El regreso de los 90: no podemos ignorar que las tendencias de los noventa, con la delgadez extrema de modelos como Kate Moss y la estética "heroin chic", están de vuelta con fuerza. Hasta hashtags como #thinspo están pegando en redes.
Especialistas en moda han manifestado su preocupación por este retroceso. Chioma Nnadi, editora de Vogue británica, expresó en una entrevista reciente de la BBC una "gran preocupación" ante la normalización de la delgadez extrema como moda.
Además, modelos como Emily McGrail han compartido en redes sociales la presión que enfrentan para perder peso. "Miraba a las otras modelos y sentía que no merecía estar allí. En comparación, me sentía 'gorda'. Técnicamente, para mi altura y edad, se me consideraría con bajo peso, pero al mirar a estas chicas, sí me sentía grande", contó a The Guardian.
Al respecto, Tania Meléndez enfatiza el papel crucial de los medios de comunicación en la difusión de estos ideales, dictando qué cuerpos son considerados "deseables". La viralización de rutinas extremas y dietas peligrosas en redes como TikTok tiene un impacto significativo en la construcción del ideal de belleza, especialmente entre los jóvenes. Ella advierte sobre el "peligro" de estos contenidos para la salud física y mental.
Pero, ¿qué podemos hacer? la académica de la UNAM nos recuerda que los ideales de belleza son cíclicos y que no hay "verdades absolutas" sobre la belleza o la salud. Lo importante es que como sociedad desarrollemos una "conciencia reflexiva" que acepte y valore la diversidad de cuerpos, creencias y valores. Debemos promover una convivencia respetuosa con quienes desafían las normas.
Así que sí, parece que la moda está coqueteando de nuevo con la delgadez extrema. Esperemos que esta vez tengamos más herramientas y conciencia para no caer en los mismos errores del pasado y seguir luchando por una moda más diversa y representativa. ¿Qué opinas?