Desde finales del 2020, el tema de cuidados se ha posicionado dentro de la agenda pública impulsado por la academia, la sociedad civil y, de manera menos contundente, por algunas instituciones gubernamentales.

Sin embargo, en este momento existe una combinación de elementos que podrían generar un impulso sin precedentes al tema en el país e ir más allá de sentar las bases de una política integral de cuidados para consolidar un modelo que estaría modificando la manera de comprender y de atender públicamente el tema en el país.

5 puntos para una política de cuidados

Este escenario podría parecer en exceso optimista, pero a continuación doy a conocer los elementos que podrían materializar la hipótesis:

1) Por primera vez en la historia, México cuenta con una Presidenta la cual. 2) Cuenta con el apoyo de la mayoría legislativa tanto en la Cámara de Diputados como del Senado. 3) El arrollador dominio electoral de Morena y sus aliados en las elecciones del pasado de 2 de junio de 2024, por lo cual el partido tiene amplia influencia en 24 de las 32 entidades federativas.

4) El anuncio del pasado 19 de agosto de 2024, sobre la desaparición del Instituto Nacional de las Mujeres para dar paso a la Secretaría de las Mujeres y 5) La centralidad del tema de cuidados en los 100 Pasos para la Transformación de la presidenta Claudia Sheinbaum, dados a conocer el 1 de octubre de 2024 en su primer discurso masivo como encargada del ejecutivo. 

Liderazgo

Respecto al primer punto, las mejores palabras para describir este hecho las da María Cristina Pérez Venegas, en su columna en La Cadera de Eva, de obligada consulta. Con el Congreso a su favor, en el primer mes de su gestión se promovió desde el Senado la Ley General del Sistema Nacional de Cuidados, pendiente de aprobación, pero un buen primer paso para desencadenar cambios estructurales.

Aunado a lo anterior, se espera que el recurso para el tema de Cuidados sea significativo en el Presupuesto de Egresos de Federación 2025, para que los dichos se conviertan en hechos.

Operacionalización de la política de cuidados

Si bien, es posible contar con una estructura normativa y presupuestal generada por un Poder Legislativo afín, se requiere que la operacionalización de éstos se realice a partir de un aparato político y burocrático que permita materializar la legislación y el presupuesto en acciones de política pública concreta. Esto se logra teniendo influencia política en los gobiernos estatales y municipales.

En este sentido, el punto tres es muy relevante, ya que en los 25 años de existencia del Inmujeres, no existió un escenario político que ahora podría aprovechar la próxima Secretaría de las Mujeres para que las acciones enfocadas al tema de cuidados tengan la posibilidad de implementarse a nivel de instrucción, es decir, que se atienda como una prioridad y sin modificación, lo que facilitaría que el tema tuviera alcance nacional, respaldo presidencial y coordinación de una instancia que formaría parte del gabinete legal. 

Lo que da paso al punto cuatro (la creación de la Secretaría de las Mujeres). Se tiene la percepción que con la Secretaría de las Mujeres los temas de igualdad, acceso a una vida libre de violencias, cuidados y derechos humanos de las mujeres, tendrán una mayor presencia en la agenda pública y en las directrices del actuar gubernamental, lo que se liga con el punto cinco: los 100 Pasos para la Transformación, entre los cuales se contempla un apartado enfocado al Sistema de Cuidados y un posible guiño para que los cuidados sean un elemento transversal en las acciones gubernamentales de la administración de Sheinbaum. 

Ajuste de expectativas

La situación podría parecer inmejorable, sin embargo, no olvidemos que “del plato a la boca, se cae la sopa”. El hecho de que desde la Presidencia de la República de México se busque dar un giro al ejercicio del poder anteponiendo la apertura, el dialogo y la dignidad de las personas a los intereses patriarcales, es más un buen deseo que, hasta el momento, una realidad, por lo que, el tiempo y las acciones emprendidas por Sheinbaum nos darán luz al respecto. 

De nada serviría contar con la posibilidad de incidir en 24 de las 32 entidades federativas y que la legislatura agilice los cambios normativos necesarios para consolidar que el tema de cuidados sea transversal a las acciones que emprenda el gobierno encabezado por Sheinbaum, si la nueva Secretaría de las Mujeres no aprovecha la experiencia institucional, operativa y administrativa del Inmujeres.

La sombra de que esto sea solo una promesa y no un paso hacia adelante, se hace presente cuando la iniciativa para la expedición de la Ley General del Sistema Nacional de Cuidados tiene el estatus de “pendiente” en el Senado y no hay claridad sobre el inicio de operaciones de la Secretaría de las Mujeres, la manera en que se organizará ni el presupuesto con el que contará.

Es de esperarse que entre los documentos de creación de la nueva Secretaría se contemple un manual de organización y un reglamento interno de trabajo con perspectiva de cuidados, de lo contrario, se estaría retrocediendo en derechos adquiridos que eran referencia para otras dependencias y que el Inmujeres logró establecer en la Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015 en Igualdad Laboral y No Discriminación.

Solo las acciones concretas podrán dar elementos para constatar de qué manera estos 5 puntos se convierten en un impulso o en una oportunidad perdida.

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