¿Qué pasaría si la mitad de la población de nuestras ciudades dedicara una jornada laboral completa, sin remuneración, a cuidar a otros, sin acceso a servicios ni tiempo para sí misma?
No es necesario imaginarlo: esta es la realidad cotidiana de millones de mujeres en América Latina y el Caribe, donde el 75.5% del trabajo de cuidado no remunerado recae sobre ellas, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En este contexto, la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer, celebrada en la Ciudad de México, ha reunido voces destacadas y se ha convertido en un punto de encuentro clave para repensar el camino hacia las ciudades del cuidado. Este importante foro ha reafirmado una convicción profunda: el cuidado es un derecho humano universal, indivisible e indispensable para la vida.
Mientras en México se sientan las bases para avanzar hacia este modelo, es inspirador observar cómo otros países de la región ya han implementado estrategias y políticas que están transformando la vida de millones. Aquí te contamos algunas de las experiencias más destacadas.
Uruguay: un modelo pionero en la región
Desde 2015, Uruguay ha liderado el reconocimiento del cuidado como un derecho, mediante la Ley 19.353, que dio origen a la Secretaría Nacional de Cuidados y al Sistema Nacional Integrado de Cuidados (SNIC).
El país ha apostado por la territorialización de estas políticas, adaptándolas a las características culturales y demográficas de cada municipio. Un ejemplo es el proyecto "Municipios que Cuidan", enfocado en localidades con menos de 5 mil habitantes en departamentos como Artigas, Canelones, Durazno, Salto y Treinta y Tres.
La Intendencia de Montevideo ha sido clave en impulsar diálogos y foros sobre cuidados. En el foro "Ciudades que cuidan: alianzas y estrategias para avanzar en políticas integrales", la exalcaldesa del municipio B de Montevideo, Silvana Pissano, presentó el programa "Cuidar nos transforma", que promueve la colaboración con comunidades escolares y vecinales para el cuidado de niñas, niños, jóvenes y personas mayores en espacios públicos.
Además, Montevideo y Canelones se han sumado al Compromiso Cuidados de Mercociudades, una red que impulsa una cultura del cuidado con enfoque de género, comunitario y participativo.
Colombia: cuidado en contextos diversos y desafíos urbanos
Colombia también avanza hacia ciudades del cuidado, con avances notables en Bogotá. En 2020 se creó el Sistema Distrital de Cuidado (SIDICU), que busca cerrar brechas de género mediante la redistribución del trabajo de cuidado no remunerado. Según la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT 2017), nueve de cada diez mujeres en Bogotá dedican 5 horas y 30 minutos diarias a estas labores, lo que equivaldría al 13% del PIB de la ciudad si fueran remuneradas.
El SIDICU tiene tres objetivos centrales: reconocer, reducir y redistribuir el tiempo que las mujeres dedican al cuidado.
El sistema ofrece servicios en dupla: mientras las cuidadoras acceden a formación, respiro y apoyo psicológico o jurídico, las personas que requieren cuidados participan en actividades lúdicas y pedagógicas.
Una de sus innovaciones más destacadas son las "Manzanas del Cuidado", zonas urbanas donde los servicios se concentran en un radio caminable de 20 minutos, integrando urbanismo, enfoque de género y cuidado. A esto se suman los "Buses del Cuidado", unidades móviles que llevan servicios a zonas rurales y urbanas de difícil acceso.
Hasta enero de 2025, el sistema ha beneficiado a más de 842 mil mujeres y sus familias, con cerca de 6 millones de atenciones, según datos del gobierno local.
Además, el SIDICU impulsa una Estrategia Pedagógica y de Cambio Cultural que busca erradicar estereotipos y promover la idea de que el cuidado es responsabilidad de todas las personas, no solo de las mujeres.
Chile y el derecho al cuidado en acción
Chile también ha dado pasos firmes con la creación del Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados, conocido como “Chile Cuida”. Esta iniciativa se basa en tres pilares fundamentales: el derecho a cuidar, a recibir cuidado y al autocuidado.
Su propósito es dignificar la labor de quienes cuidan, fomentar la autonomía de las personas con dependencia, y mejorar la calidad del cuidado a través de capacitación y certificación.
Un proyecto de ley para formalizar este sistema ya fue aprobado por la Comisión de Familia del Senado y espera su votación en Sala. Paralelamente, el Plan Nacional de Apoyos y Cuidados 2025–2026 ya está en marcha.
Chile Cuida ofrece una amplia gama de servicios: la Red Local de Apoyos y Cuidados, el programa “de 4 a 7” para niñeces, Centros Comunitarios de Cuidado (con 26 ya inaugurados), establecimientos de larga estadía, viviendas tuteladas y ayudas técnicas. Todo con un enfoque territorial adaptado a las necesidades de cada comunidad.
En 2024, se prevé su implementación en 140 comunas, y actualmente el sistema opera en 215 comunas a lo largo del país. Además, ciudades como Quilpué, Peñalolén y Santiago participan activamente en la Red de Ciudades de Cuidados de Mercociudades.
Y en México, ¿cómo vamos?
La Ciudad de México se posiciona como un referente nacional e internacional en la implementación de un Sistema Público de Cuidados. La actual Jefa de Gobierno, Clara Brugada, ha manifestado su compromiso con transformar de raíz la vida de las mujeres a través de esta política.
Un avance clave ha sido el marco legal: la CDMX es la única capital en América que reconoce el derecho al cuidado en su Constitución, desde 2017. Sin embargo, aún no se ha puesto en marcha una ley de cuidados.
Actualmente, Clara Brugada envió al Congreso capitalino una iniciativa de Ley del Sistema Público de Cuidados, cuyo diseño se basa en las “3 R”:
- Reconocer la contribución invaluable de las personas cuidadoras.
- Redistribuir el trabajo de cuidado.
- Reducir la carga desproporcionada que ha recaído históricamente en las mujeres.
Para ello, se proyecta una inversión de 200 millones de pesos en un año, con la meta de inaugurar 200 sistemas y 300 espacios de cuidado y desarrollo infantil en los próximos seis años.
Entre los servicios gratuitos contemplados se incluyen: estancias infantiles, casas de día para personas mayores, centros de rehabilitación para personas con discapacidad, lavanderías populares y comedores comunitarios.
Como te contamos en esta nota, además de la CDMX, otras ciudades en el país han avanzado en el tema de cuidados. Jalisco fue la primera entidad en el país en reconocer el derecho a cuidar y ser cuidado, el 14 de mayo de 2024, el entonces gobernador Enrique Alfaro instaló la Junta Estatal del Sistema Integral de Cuidados.
La aprobación de esta legislación modificó la Constitución Política del Estado, incluyendo la Ley Integral de Cuidados, que aborda necesidades de niñas, niños, adolescentes, personas con discapacidad y adultas mayores de 65 años. El objetivo es reconocer este trabajo legislativo y evitar que sea desempeñado exclusivamente por mujeres.
Este sistema funcionará a través de dependencias como la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública, Procuraduría Social, y la Comisión Estatal de Derechos Humanos, con financiamiento a través del presupuesto de estas dependencias y municipios.
A nivel nacional, la creación del Sistema Nacional de Cuidados (SNC) sigue pendiente. La iniciativa permanece congelada en el Senado. Según la senadora Patricia Mercado, esta es una de las grandes deudas del Estado mexicano, especialmente si se considera que el 75% del trabajo de cuidado en México recae en mujeres, y estas labores no remuneradas representan el 24.3% del PIB nacional.