¿Los hombres son “lobos solitarios” que se están perdiendo vínculos afectivos y es culpa de las mujeres? El concepto de male loneliness epidemic, o epidemia de soledad masculina, es un término que ha cobrado popularidad en los últimos años, especialmente en redes sociales y en contextos angloparlantes como Estados Unidos y Europa.

Este término, ampliamente discutido en foros de internet vinculados a la llamada “manosfera” — movimiento en línea que busca restablecer la dominación masculina y desacreditar el feminismo—, se ha utilizado para describir un fenómeno creciente en países como Corea del Sur, país donde el movimiento feminista “4B” se ha levantado como un rechazo a la misoginia y violencia de género. 

Cada vez más mujeres optan por no vincularse con hombres, mientras que para muchos hombres resulta cada vez más difícil establecer vínculos afectivos que resulten en una relación sentimental. 

Esta “epidemia de soledad” infiere que los hombres, tanto jóvenes como adultos mayores cada vez “están más solos”, como consecuencia del desinterés de las mujeres en “valores tradicionales” como el matrimonio, tener hijos y dedicarse a tareas del hogar. 

Sin embargo, detrás de este cuestionable concepto se esconde la imposición de los mandatos de la masculinidad, que resultan en redes de apoyo reducidas y estados de mayor soledad para los hombres.

¿Existe una epidemia de la soledad masculina?

Aunque el término male loneliness epidemic se ha puesto sobre la mesa, Ismael Ocampo, investigador y sociólogo de Gendes, una organización que promueve la construcción de relaciones igualitarias, sugiere que debería ponerse "entre comillas", ya que, según investigaciones recientes (como el proyecto en formación,  Jóvenes frente a la igualdad de Gendes y estudios en España como Barómetro de la Soledad No Deseada), no hay diferencias significativas en la vivencia o percepción de la soledad entre hombres y mujeres. 

Ismael Ocampo señala en entrevista con La Cadera de Eva que las cifras sobre la frecuencia del sentimiento de soledad son similares; según las cifras, las mujeres se sienten solas “frecuentemente” en un 16%, mientras que sus pares perciben la soledad en un 18%; en la categoría de “siempre”, 7% de las mujeres se sienten solas todo el tiempo, mientras que los hombres lo hacen en el 6%.

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Un dato interesante es que quienes responden "nunca" sentirse solos son el 16% de los hombres y solo el 8% de las mujeres. “Esto podría indicar que la percepción de sentirse solo o la aceptación de sentirse solo pues no es tan manifiesta también por los propios mandatos de la masculinidad", señala Ocampo. 

A pesar de la similitud en el sentimiento de soledad, Ismael Ocampo afirma que las mujeres suelen sentirse más satisfechas con el número de amistades que tienen. Esto sugiere que los hombres tienen mayor dificultad para generar vínculos.

Masculinidad y soledad

El experto señala que los hombres sí tienen mayor dificultad para generar vínculos afectivos. Esta dificultad puede estar relacionada con los mandatos de la masculinidad; se espera que los hombres adopten actitudes rígidas alejadas de cualquier rastro de emotividad. 

"La masculinidad fomenta a los hombres un doble tránsito. Por un lado, esto tenemos que mostrarnos prestigiosos e importantes, por contraparte, también se nos educa a tener una baja fuerza como afectiva o emocional particularmente en las relaciones con otros hombres. Ahí se genera una ambivalencia particular en la que se motiva a que mostremos nuestra capacidad de socializar afuera, pero tiene que estar como siempre medida en cuanto la vinculación afectiva”.

Los mandatos de masculinidad no sólo repercute en los vínculos sexoafectivos heterosexuales, tampoco permite que los hombres formen lazos más ricos y duraderos con sus pares. 

Según explica Ocampo, la búsqueda de "aprobación de otro hombre" es central para muchos, mientras que  las relaciones con mujeres se reducen a utilitarias, pues en muchos casos se utilizan para acceder a cierto prestigio o validación masculina frente a otros hombres. 

Esto desvincula las relaciones de amistad entre hombres de reciprocidad y, además, dificulta las amistades genuinas entre hombres y mujeres, lo que puede llevar al sentimiento de soledad

En casos extremos, la soledad puede resultar en cuadros de depresión; de acuerdo con datos del Inegi, la tasa promedio de suicidio para los hombres, en el periodo de 2017 a 2022, fue de 9.9 por cada 100 mil habitantes. 

Pero entonces, ¿cómo combatir la soledad para crear vínculos afectivos más? 

¿Cómo combatir la soledad masculina?

Para que los hombres puedan crear vínculos afectivos más recíprocos, es fundamental que adopten nuevas perspectivas y prácticas que desafíen los mandatos tradicionales de la masculinidad, por ello, Ocampo recomienda tener en cuenta los siguientes aspectos: 

  • Reconocer y aceptar la necesidad de apoyo mutuo: es crucial que los hombres reconozcan que necesitan sostenerse y que otras personas necesitan de su cuidado. 

  • Adoptar una ética del cuidado y de los afectos: esta ética implica una disposición a dar y recibir apoyo emocional.

  • Vincularse con los cuidados comunitarios, históricamente sostenidos por las mujeres: las mujeres a menudo generan espacios de acompañamiento y vínculos afectivos más longevos y estables a través de los cuidados familiares y el sostenimiento de la comunidad. Involucrarse en los cuidados comunitarios es una forma de romper con esta epidemia de la soledad.

  • Romper con los mandatos de masculinidad: la masculinidad tradicional fomenta una baja fuerza afectiva o emocional, para crear vínculos recíprocos , es necesario superar esta limitación y permitir la expresión genuina de emociones y afectos con otros hombres.

  • Fomentar la amistad y la vinculación afectiva: fomentar la amistad más allá de actividades superficiales como beber o jugar fútbol. Para la reciprocidad, se necesitan otras formas de relacionamiento que permitan conexiones afectivas más profundas y duraderas.