Los datos personales de las personas migrantes se han convertido en un valioso objetivo para diversos actores, que van desde autoridades gubernamentales hasta organizaciones delictivas. En este contexto, los albergues y casas de acogida que les brindan apoyo también se ven expuestos a estos riesgos. Al recopilar su información personal pueden involuntariamente poner en peligro su privacidad y seguridad.
Esta alarmante realidad es solo una de las conclusiones del informe "Privacidad en desplazamiento migratorio" de la Coalición Latinoamericana #MigrarSinVigilancia, que destapa las amenazas digitales que enfrentan los albergues migratorios en México.
Foto: Cuartoscuro
Según el informe, autoridades e instituciones públicas, actores humanitarios y de cooperación internacional y el crimen organizado, han solicitado datos personales de las personas migrantes, lo que representa un riesgo grave para su seguridad y privacidad, ya que puede tener consecuencias graves, como la persecución, la detención o la deportación.
La recolección y uso de datos personales de las personas migrantes por parte de las autoridades puede tener consecuencias graves y arbitrarias en sus decisiones migratorias. Los albergues han reportado casos en los que las autoridades han denegado solicitudes de refugio o regularización migratoria sin explicación, citando solo una "ficha roja" o "alerta roja" que no se detalla.
La Coalición Latinoamericana #MigrarSinVigilancia señaló en conferencia de prensa que ha descubierto un patrón alarmante de violaciones de privacidad y derechos humanos por parte del Instituto Nacional de Migración (INM): decomisa los celulares de las personas migrantes para presuntamente robar sus datos personales e información biográfica.
También señaló que el INM trabaja junto con otros organismos como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para hacer detenciones masivas.
Foto: Cuartoscuro
Amenazas digitales
Los albergues para migrantes enfrentan una variedad de amenazas a la seguridad digital, incluyendo el robo de dispositivos y la sustracción de información. Algunos albergues han experimentado incidentes de robo de dispositivos, y se sospecha que estos actos pueden estar relacionados con el crimen organizado o con personas que han trabajado o se han hospedado en el albergue.
Un ejemplo de esto es el incendio intencional que sufrió un albergue, en el que se robó equipo de cómputo y otros dispositivos antes de prender fuego al establecimiento. El personal del albergue cree que este incidente puede estar relacionado con un conflicto con la comunidad local y la autoridad municipal.
Para recuperar información en caso de robo de dispositivos, los albergues han adoptado diferentes estrategias. Algunos han cambiado contraseñas y han utilizado mecanismos de respaldo y protección de información a través de almacenamiento en la nube.
Sin embargo, este formato de almacenamiento plantea requerimientos fuertes de seguridad digital para la protección de los datos. Lamentablemente la mayoría de los albergues no tienen políticas claras para el manejo de los datos personales de las personas migrantes.
El personal de los albergues también enfrenta amenazas digitales, como el hackeo de celulares y cuentas, la extorsión y el fraude. Conocer la locación de una persona defensora de derechos humanos, por ejemplo, puede trasladar los riesgos del plano digital al plano físico.
Foto: Cuartoscuro
Vigilancia y monitoreo
Además de las solicitudes de datos personales, el informe también destaca que los albergues están siendo objeto de vigilancia y monitoreo. Algunas personas expresaron preocupación tanto por medidas de monitoreo focalizado -por ejemplo, al sospechar que sus comunicaciones pueden estar intervenidas y en el uso de medidas de vigilancia dirigidas hacia ellos, como el uso de drones y cámaras de seguridad.
Además, la Coalición Latinoamericana #MigrarSinVigilancia ha descubierto que el Instituto Nacional de Migración cuenta con escáneres forenses que permiten acceder a la información de un celular, aunque esté apagado y con contraseña.
La Coalición tiene evidencias que respaldan esta afirmación, incluyendo:
- Documentos que confirman la capacitación del INM en el manejo de escáneres forenses por parte de la embajada de Estados Unidos en 2018.
- Testimonios de personas que han sido objeto de vigilancia y monitoreo por parte del INM.
- Registros de la Plataforma Nacional de Transparencia que muestran la negativa del INM a proporcionar información sobre su equipo de vigilancia.
A pesar de la evidencia, el INM ha negado tener este equipo de vigilancia. La Coalición sigue exigiendo transparencia y rendición de cuentas por parte del Instituto.