Este 5 de mayo se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha que se celebra desde 1974 con el propósito de hacer un llamado a la acción colectiva para frenar el avance del cambio climático.
Cada año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) elige un país anfitrión para celebrar programas de divulgación científica con el motivo de erradicar la contaminación ambiental. Esta año el país anfitrión será Corea del Sur, bajo el tema #SinContaminaciónPlástica.
La crisis ambiental está directamente vinculada con la violencia de género. Estimaciones del Banco Mundial señalan que de no frenar la crisis, cerca de 216 millones de personas deberán desplazarse como consecuencia del cambio climático, lo que tendrá repercusiones en el bienestar integral de millones de mujeres, y es que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, calcula que el 80% de las personas desplazadas por el cambio climático son mujeres.
La relación entre violencia de género y crisis climática debido a que el cambio climático tiene consecuencias directas en las dinámicas sociales, pues según la ONU, las condiciones meteorológicas extremas, desplazamientos, inseguridad alimentaria y la inestabilidad económica aumentan la prevalencia de la violencia de género.
¿Qué es el agroterrorismo?
El agroterrorismo es un tipo de bioterrorismo, es decir, del empleo de patógenos, toxinas u organismos dañinos empleados para perjudicar la salud de una población. El agroterrorismo se utiliza para atacar la agricultura de un país con el objetivo de instaurar miedo y debilitar a agencia económica de una región.
Este tipo de violencia no siempre es visible, como en Gaza, Palestina, donde se ha visto destrucción del territorio, restricciones al agua y bloqueos a la infraestructura agrícola. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reportó que en Gaza, el 95% de las tierras destinadas para la agricultura ya no son fértiles .
La ocupación y genocidio en Palestina por parte de Israel han provocado que sólo el 4.6% de la tierra sea trabajada por agricultores, lo cual impide a las comunidades sembrar, alimentarse y sostener la vida diaria.
¿Qué es el agrocrimen?
En 2024 la ONU ya reportaba que el 90% del ganado en Palestina había sido asesinado, lo que deteriora la capacidad de producción y aumenta las posibilidades de una muerte por hambruna.
A esto se le conoce como agrocrimen, una modalidad del agroterrorismo directamente relacionada con la negligencia o acto ilícito en los animales o en productos de origen animal que afecten la salud. Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH, por sus siglas en inglés), algunos delitos relacionados con el agrocrimen y terrorismo son:
Fraude alimentario
Robo de alimentos
Crueldad y maltrato animal
Explotación de la vida silvestre
Productos falsificados
Contrabando de animales y productos animales
Liberación deliberada de agentes biológicos
¿Cuáles son las consecuencias para las mujeres?
Los crímenes agrícolas están directamente relacionados con la violencia de género, especialmente en comunidades rurales debido al incremento de las desigualdades por género.
Las mujeres no sólo corren el riesgo de contraer enfermedades como consecuencia de la ingesta de alimentos no aptos para el consumo, sino que, como cuidadoras, mentalmente sufren de primera mano el agotamiento por proveer recursos vitales como agua, alimentos y combustibles, según explicó la ONU.
Los ataques a los sistemas de producción agrícola y el incremento de la crisis climática impactan significativamente en la salud mental, reproductiva y nutrición de las mujeres. Esto tiene consecuencias como la migración, el abandono de los estudios y el aumento de la violencia de género física y emocional.
Tan sólo este 2025 la ONU reportó que por cada grado centígrado que aumenta la temperatura, la violencia de género intrafamiliar incrementa en un 4.7%, además, se ha registrado que durante los periodos sostenidos de calor extremo, conocidos como olas de calor, el feminicidio aumenta en un 28%.
Algunos impactos en la salud de las mujeres:
Hambruna por insuficiencia de alimentos
Exposición a pesticidas que pueden provocar enfermedades crónicas
Problemas de salud reproductiva
Incremento de miedo, ansiedad y depresión
Vulnerabilidad económica