El 1 de octubre fue un día histórico para México por la toma de protesta de Claudia Sheinbaum como presidenta del país.
Con su llegada, los tres poderes de la Unión en México están en manos de mujeres, esto da paso a una administración pública federal con paridad, lo cual es esencial para la construcción de una sociedad más inclusiva, según el Banco Interamericano de Desarrollo.
Este 2024, vemos que la representación de las mujeres en el sector público creció, por ejemplo, se rompió el récord de pasar a tener nueve gobernadoras mujeres a 13 en todo el país, tras las elecciones del pasado 2 de junio de 2024.
Además, la Cámara de Diputados tendrá 251 mujeres y 249 hombres, mientras que en el Senado hay 65 mujeres frente a 63 hombres.
Un gabinete paritario
Claudia Sheinbaum propuso un gabinete paritario con 11 mujeres y 11 hombres que estarán al frente de distintas secretarías durante su gobierno. Entre las funcionarias públicas están:
Alicia Bárcena, secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)
Rosaura Ruiz, titular de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación.
Raquel Buenrostro, secretaria de Secretaría de la Función Pública.
Luz Elena González, encargada de la Secretaría de Energía.
Edna Elena Vega, secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Gobernación.
Ariadna Montiel, encargada de la Secretaría del Bienestar.
Tatiana Clouthier,secretaria del Instituto de los Mexicanos en el Exterior.
Citlalli Hernández Mora, titular de la Secretaría de las Mujeres.
Emilia Esther Calleja Alor, encargada de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Josefina Rodríguez Zamora, titular de la Secretaría de Turismo.
El gabinete legal y ampliado consta de un total de 56 personas funcionarias públicas, de las cuáles 27 son mujeres. Algunas de ellas ya habían trabajado a lado de ella en su administración en la Ciudad de México como jefa de gobierno, otras más fueron ratificaciones y nombramientos del anterior gobierno, como Raquel de la Luz Sosa Elizaga, quien seguirá siendo la directora general del Organismo Coordinador de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez.
Desafíos para cerrar la brecha
Aunque la participación de las mujeres en el sector público creció en 2023 al representar 43% en 2023. Las funcionarias siguen subrepresentadas en puestos de mayor nivel jerárquico, como subsecretarías y jefaturas de unidad, de acuerdo con el análisis del Centro de Investigación en Política Pública, (IMCO) e Incubadora Míticas.
En esta misma investigación, señalan tres principales barreras para el desarrollo laboral de las mujeres en las secretarías en México: los intereses políticos, la falta de condiciones laborales inclusivas y la persistencia de la violencia de género.
Los intereses políticos, son uno de los desafíos que frenan el crecimiento de las mujeres por el sistema de contratación abierta del gobierno federal permite la contratación de personal de confianza con cargo de mayor nivel jerárquico como las secretarías, sin embargo, la mayoría de estos puestos son ocupados por hombres con un 60%.
Las condiciones laborales aún no son inclusivas porque no existe una flexibilidad o trabajo híbrido que permita a las mujeres ejercer sus maternidades o conciliar la vida laboral con la personal.
“Dado que las mujeres desempeñan una mayor proporción del trabajo no remunerado, estas condiciones hacen poco viable que ellas puedan crecer dentro de las secretarías de Estado, o bien, las lleva a posponer decisiones personales como el matrimonio o la maternidad”, se lee en el análisis.
La violencia de género en el ámbito laboral sigue siendo un limitante para la permanencia en el trabajo. Tan solo una de cada cinco mujeres empleadas en instituciones gubernamentales reporta haber vivido alguna forma de violencia, según datos del Inegi.
Aunque en México, por ejemplo, existe la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet), que tiene la obligación de orientar, asesorar y representar de forma gratuita ante las autoridades laborales competentes situaciones de violencia laboral, incluyendo discriminación laboral, acoso laboral; hostigamiento y acoso sexual.
En el análisis, las participantes señalan que no denunciar por temor a represalias que puedan afectar su carrera en el sector público y la otra es la falta de instrumentos de denuncia adecuados para reportar estos abusos.
Oportunidades para la nueva administración
Una de las oportunidades que IMCO visualiza, se encuentra en la nueva Secretaría de las Mujeres, que está administrada por Citlalli Hernández Mora, la cual será clave para impulsar y garantizar la igualdad de género en los futuros gobiernos.
En este sentido, la nueva administración de la Secretaría de las Mujeres tendría que monitorear las políticas ya implementadas en materia de inclusión de género y coordinar las iniciativas entre las diversas dependencias federales, para que esas políticas “sean consistentes, efectivas y que respondan a las particularidades de cada secretaría”, se lee en el documento.
También incitan a que se implementen políticas de trabajo flexible basadas en objetivos que permitan a las mujeres conciliar mejor su vida personal y profesional, además de facilitar las herramientas para que los hombres tengan un rol más activo en el hogar.
Otra de las oportunidades es incorporar una perspectiva de género en la Ley del Servicio Profesional de Carrera (SPC) porque así se logrará que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres.
Por último, proponen fortalecer los mecanismos de denuncia y seguimiento para casos de violencia laboral en las secretarías de Estado.
“La Administración Pública Federal (APF) debe garantizar el anonimato de las denunciantes y ofrecer acompañamiento en todo el proceso, así como impulsar la creación de comités paritarios para atender estos casos de manera efectiva”, concluye el análisis.