El mundo está viviendo momentos de tensión, especialmente con los recientes ataques entre Irán y Estados Unidos. Aunque este conflicto nos parece lejano, el riesgo de una escalada nuclear lo ha convertido en una preocupación global. Incluso en redes sociales, la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial ha encendido alarmas y memes.

Pero, ¿te has preguntado qué implicaciones podría tener esta situación para nuestra región? ¿Y cuál es la posición de México frente a una posible escalada nuclear?

Para comprender  mejor este contexto, entrevistamos a la doctora Arlene Ramírez Uresti, internacionalista y académica de la Universidad Iberoamericana. Ella nos recuerda que, a diferencia de otras regiones, América Latina tiene una sólida tradición de no proliferación de armas nucleares.

Esta postura se consolidó durante la Guerra Fría (1947-1991), y desde entonces se ha mantenido a lo largo de los años, evitando que haya una amenaza nuclear latente en nuestra región.

¿Por qué no hay armas nucleares en América Latina?

México, en particular, ha sido un actor clave en la promoción de iniciativas de paz y desarme, un pilar de esta postura es el Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y El Caribe, mejor conocido como Tratado de Tlatelolco, firmado el 14 de febrero de 1967 en la Ciudad de México.

En este tratado los países firmantes se comprometieron a usar la energía nuclear sólo para el beneficio de la humanidad y a renunciar a la fabricación, posesión o uso de cualquier arma nuclear. Fue una respuesta a la preocupación por la carrera armamentista en la Guerra Fría.

Este tratado fue pionero en su tipo y sirvió de modelo para crear zonas libres de armas nucleares en el mundo. Su impulsor, el excanciller Alfonso García Robles, recibió el Premio Nobel de la Paz en 1982 por su impacto positivo.

Para asegurar el cumplimiento de este acuerdo, se creó el Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina (OPANAL), con sede en México, que trabaja junto con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

¿Es posible una tercera guerra mundial?

A pesar de esta sólida tradición de paz, el panorama internacional actual presenta desafíos significativos. Sin embargo, la doctora Ramírez enfatiza que “no estamos ni cerca de una tercera guerra mundial”, pues las acciones militares actuales son una "maniobra táctico estratégica" de Estados Unidos.

La experta explica que un ataque nuclear sería una autodestrucción, y existe un concepto en relaciones internacionales llamado “disuasión” (deterrence), donde ninguna parte puede atacar sin ser aniquilada a cambio.

El verdadero peligro, según la internacionalista, radica en la presencia de las células terroristas financiadas por Irán desplegadas alrededor del mundo, como Hezbolá y Hamás, lo que podría conducir a controles migratorios mucho más estrictos y a una política de seguridad interna más rigurosa.

La experta también advierte sobre la especulación respecto al financiamiento al terrorismo desde grupos del crimen organizado transnacional en México, vinculados a redes de tráfico de armas, drogas y personas.

¿Cómo afecta esto a México?

Para México y América Latina, la situación geopolítica actual, exacerbada por la llegada de figuras como Donald Trump, genera "alta vulnerabilidad", especialmente para las minorías y grupos vulnerables. La doctora Ramírez subraya que la principal preocupación para México es la "estabilidad económica".

Una desestabilización económica en Estados Unidos, el principal socio comercial de México, podría tener "repercusiones económicas devastadoras" para la economía mexicana, incluyendo la inflación y un posible riesgo de recesión, por lo que es crucial que nuestro país desarrolle un "plan de acción y de prevención de un riesgo financiero y un riesgo económico".

Como te contamos en esta nota, el conflicto entre Irán y Estados Unidos también tiene un impacto directo y desproporcionado en la vida de las mujeres, ya que la guerra es la máxima expresión del patriarcado global. 

Además, este conflicto ha alimentado la islamofobia en Estados Unidos, con un aumento del 7.4% en quejas relacionadas con incidentes antimusulmanes desde 2024, afectando de manera diferenciada a las mujeres musulmanas y árabes.

En este contexto de incertidumbre, la doctora Ramírez reitera la necesidad de "mirar nuevamente a las instituciones" y regresar al "respeto al derecho internacional". Solo a través del fortalecimiento de los organismos internacionales y el acatamiento de las normas globales se podrá aspirar a una paz que, hoy más que nunca, parece cada vez más inalcanzable.