Las mujeres defensoras de la tierra, el territorio y de la vida en las comunidades donde aún hay presencia de pueblos indígenas, viven una serie de retos para poder realizar esta poderosa tarea para conservar la biodiversidad y los modos de vida de la zona de la Sierra Nororiental de Puebla.
Uno de los retos principales es el incremento de la inseguridad que pone en una situación compleja a las mujeres que deben salir de casa a las asambleas comunitarias o a las reuniones locales, porque no pueden dejar a sus hijos o hijas solas en casa, comenta Alicia Juárez Villa integrante de la organización Tochan, Nuestra Casa , en entrevista con La Cadera de Eva.
Otro reto es la doble carga de trabajo, porque muchas de ellas tienen que levantarse más temprano para realizar sus tareas del hogar antes de acudir a alguna actividad comunitaria: “Hay compañeras incluso que nos comentan que para salir, si piden apoyos con sus vecinos, o sea si se están organizando, nos estamos organizando, pero sí implica como que aún más trabajo para las mujeres”, explica Alicia Juárez, quien es originaria de Cuetzalan.
Alicia Juárez, quien lleva más de siete años en la defensa del territorio, explica que desde que una mujer decide participar en las decisiones públicas, implica que se triplica el trabajo de las mujeres por la parte de los cuidados de la familia y el trabajo en el hogar. Por eso desde su red de mujeres, también buscan fomentar el cuidado colectivo.
“Creo que un reto es ese, ponernos en primer lugar nosotras también de estar bien, cuidarnos, de este autocuidado o cuidado colectivo, es muy importante, creo que es uno de los retos de no que sea más trabajo, sino más bien de cómo le vamos haciendo para encontrar ese equilibrio”, cuenta la integrante de Tochan.
Por otro lado, el segundo reto es que aún persiste el señalamiento, es decir, ven de mala manera a las mujeres que deciden salir de casa para participar en la vida pública. Un tercer resto, explica Alicia Villa, es el tema de la independencia económica, tema que también trabajan desde las redes de mujeres.
“A veces eso detiene el poder participar porque justo eso era lo que nos comentaban las compañeras, que para poder salir se requiere a veces como de invertirle tiempo, invertir también recursos y siento que bueno, al menos nosotras como mujeres organizadas hemos visto cómo hacerle”, explica Alicia Juárez.
La Sierra Nororiental de Puebla
Los municipios que conforman la Sierra Nororiental de Puebla son: Ayotoxco de Guerrero, Chignautla, Cuetzalan del Progreso, Huehuetla, Ixtepec, entre otros. Algunas de estas zonas se encuentran en la mira de proyectos extractivistas.
De acuerdo con la investigación de Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER) titulada Sierra de Apuestas, señalan que existen 12 proyectos extractivos en la región como minería, hidroeléctricas, pozos de fracking, entre otros.
Los proyectos extractivistas también abarcan construcciones para el sector de turismo. Por ejemplo, en Cuetzalan del Progreso, llegan personas de otros lugares y compraron las tierras y no respetan las leyes comunitarias como el Ordenamiento Territorial Integral que se construyó hace más de 10 años como una herramienta legal para evitar el uso de cambio del suelo. En consecuencia de este desconocimiento, deforestan la zona, cuenta Alicia, quien también trabaja a favor de los derechos de las mujeres.
“Algunas compañeras nos han comentado que donde antes podían tomar agua o donde pasaba un arroyito, ahora ya no los dejan ni siquiera que tomen agua de donde pasan algunos manantiales en los terrenos que ya compraron”, lamenta la defensora.
La inseguridad en esta región va en aumento. Cada vez hay más delitos, que anteriormente no se veían como robos en los traspatios de las abejas meliponas, gallinas, guajolotes y pimienta, especies que suelen ser un sustento para algunas familias o una fuente de alimentos. Además de en casa habitación, denuncia Alicia Juárez.
Ante este contexto de inseguridad y amenazas constantes de proyectos extractivistas o “proyectos de muerte” como también los llaman, nace la lucha, la resistencia y la necesidad de las mujeres de la región de seguir caminando juntas para tener vidas dignas en comunidad.
Una lucha que resiste y persiste
El pasado 10 de agosto, más de 80 mujeres indígenas y mestizas se reunieron en el 6 ° Encuentro de la Red de Defensoras del Territorio de la Sierra Norte de Puebla, en el municipio de Cuetzalan del Progreso.
En dicho evento revisaron herramientas internacionales que les permiten defender su territorio como el Protocolo de Nagoya es un acuerdo internacional que se adoptó en el mes de octubre de 2010 en Nagoya, Japón, para conservar la biodiversidad. Además, compartieron sus saberes y trazaron una ruta para seguir trabajando en conjunto.
En este sentido, lo que sigue para ellas es formar una red para que las mujeres defensoras tengan sus propios procesos organizativos para ir recuperando el trabajo colectivo que a veces se ve afectado por intereses particulares, concluye Alicia.