Imagina que trabajas duro, pero lo que ganas no te alcanza para vivir bien. Esta es la realidad para 32.9 millones de personas en México que trabajan y ganan salarios de pobreza, insuficientes para adquirir dos canastas básicas al mes, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI, en el primer trimestre de 2025.
Para entender por qué pasa esto y cómo nos afecta a las mujeres, entrevistamos a Sierra Wells, analista de datos de la organización Data Cívica. Ella nos contó todo sobre el Observatorio de Trabajo Digno (OTD), una herramienta que nos ayuda a ver claro este problema y que es una iniciativa de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
¿Qué es el Observatorio de Trabajo Digno?
El OTD es el resultado de una colaboración que combina la experiencia en análisis laboral de Acción Ciudadana con la facilidad de visualización de datos de Data Cívica, está diseñado para que periodistas, estudiantes, organizaciones de la sociedad civil, académicos y ciudadanos accedan a información clave sobre las condiciones laborales.
Su objetivo es difundir datos que sustenten propuestas para atacar la raíz de la pobreza, bajo la premisa de que "quien trabaja no debe ser pobre". El Observatorio mide nueve puntos clave que, según Sierra Wells, muestran que en México se están violando de forma clara y constante nuestros derechos a tener un trabajo digno. Estos son:
- Ingreso insuficiente: gente que trabaja pero no gana lo mínimo para comprar lo básico para su familia (dos canastas básicas). Son 32.9 millones de personas las que están así hoy, el 67% de los que tienen empleo. Y ojo, ¡eran 30.4 millones antes de la pandemia!.
- Sin seguridad social: personas que chambean pero no tienen seguro médico ni prestaciones. Son 35.1 millones.
- Sin contrato estable: quienes carecen de un contrato de trabajo fijo. Son 18.6 millones de personas.
- Sin afiliación sindical: personas que no están protegidas por un sindicato. Son 33.1 millones.
- Sin prestaciones: quienes trabajan sin aguinaldo, vacaciones, etcétera.
- Subocupación: gente que trabaja pocas horas, pero quisiera y podría trabajar más.
- Jornada excesiva: quienes trabajan muchísimas horas, más de lo permitido por la ley. De hecho, México se encuentra entre los países con la jornada laboral más extensa, con un promedio de 2 mil 207 horas trabajadas por persona al año, lo que equivale a aproximadamente 276 jornadas laborales de 8 horas, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos(OCDE).
- Desempleo completo: este indicador va más allá de la cifra oficial de desempleo. No solo cuenta a los que buscaron y no encontraron, sino también a la gente que ya se rindió y dejó de buscar trabajo porque no tiene esperanzas de hallarlo, aunque sí quiera y pueda trabajar. Son 6.7 millones de personas.
- Exclusión por labores de cuidado: el nuevo y crucial indicador que revela el porcentaje de la población entre 15 y 64 años que no puede salir a trabajar porque tiene que cuidar a alguien en casa sin que les paguen. Son 14.8 millones de personas, y de ellas, 14 millones son mujeres.
Cuando ser mujer y joven te cuesta el trabajo
Sierra Wells destaca que los hallazgos del OTD ponen de manifiesto que la pobreza y la precariedad laborales afectan en mayor medida a mujeres y jóvenes. La diferencia es alarmante: el 75% de las mujeres que trabajan no ganan lo suficiente para lo más básico, mientras que en los hombres es el 62%.
Además, el nuevo indicador de cuidados nos dice que el 17% de la gente entre 15 y 64 años no puede trabajar por las tareas de cuidado en casa, y de ese grupo, el 95% son mujeres.
“No trabajar debería ser una elección, no una obligación, existe una exclusión impuesta en el mercado laboral por ser mujer" (Sierra Wells, analista de datos Data Cívica)
Otro dato alarmante es que el desempleo total es el doble para las mujeres que para los hombres: 14% para ellas vs. 7% para ellos. La experta señala que muchas veces el trabajo informal "da más flexibilidad" a las mujeres con más cargas de casa y cuidado. Pero su pregunta clave es: "¿Por qué recae esta responsabilidad de forma tan desproporcionada en las mujeres?". Para ella, esto no es una elección, sino el resultado de que los jefes y el mercado laboral no garantizan los derechos laborales.
Las nuevas generaciones también están en una situación vulnerable: el 60% de los jóvenes (entre 15 y 29 años) trabajan sin contrato fijo, mientras que en los adultos (30 a 64 años) es el 42%.
Además, el 41% de los jóvenes no tienen prestaciones, comparado con el 27% de los adultos. Sierra Wells considera que la falta de experiencia es una "excusa" para no darles contratos o prestaciones. Le preocupa que las prestaciones de hoy no alcanzan para "ahorrar para una casa o una jubilación digna", algo que sí era posible para nuestros abuelos y padres.
Lo que falta por hacer
A pesar del aumento del salario mínimo en México, que pasó de $248.93 pesos diarios en 2024 a $278.80 pesos diarios en 2025, un incremento del 20% según la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI), expertos como Sierra Wells consideran que esta medida no ha sido suficiente para garantizar una remuneración digna de manera más amplia.
Además, la reciente aprobación del Senado para eliminar el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y transferir sus funciones al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) plantea un desafío adicional.
El CONEVAL era un organismo reconocido internacionalmente por sus mediciones y evaluaciones de programas contra la pobreza. Sierra Wells señala que, aunque el INEGI puede medir la pobreza, la experiencia del CONEVAL en la evaluación de la efectividad de las intervenciones puede afectar la capacidad del gobierno para evaluar y mejorar la efectividad de sus políticas de desarrollo social.
Otro de los obstáculos que Sierra Wells identifica es la aprobación de la reforma para una jornada laboral de 40 horas, con dos días de descanso, y la necesidad de hacer cumplir la ley laboral ya existente, pues una de cada cuatro personas trabaja más del máximo legal establecido.
“Es vital que la ley garantice una jornada digna y el derecho al descanso” (Sierra Wells, analista de datos Data Cívica)