Cada 22 de julio se conmemora el Día Internacional del Trabajo Doméstico para reconocer las labores que desempeñan millones de mujeres en todo el mundo. En México, en los últimos años las trabajadoras del hogar han ganado varios derechos laborales después de décadas de lucha, aunque aún enfrentan grandes desafíos.
Apenas en 2019 las trabajadoras del hogar lograron que se hicieran distintas reformas a la Ley Federal del Trabajo y a la Ley del Seguro Social para garantizar a las personas trabajadoras del hogar que los empleadores les proporcionen un contrato por escrito, un salario digno, una jornada laboral justa, el pago de horas extras, días de descanso y que sean registradas como beneficiarias del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al momento de ser contratadas.
Sin embargo, la realidad de las personas trabajadoras del hogar en nuestro país es otra. Aunque existan todas estas leyes y derechos, el pendiente más importante que tiene el próximo sexenio, encabezado por la presidenta electa Claudia Sheinbaum, es la aplicación e implementación efectiva de estas leyes, como explica Marcelina Bautista, fundadora y directora del Centro Nacional para la Capacitación Profesional y Liderazgo de las Empleadas del Hogar (CACEH Nacional), en entrevista con La Cadena de Eva.
Las trabajadoras del hogar son personas que se dedican a tareas como limpieza, cocina, lavado y planchado en la casa, y en muchos casos también incluyen el cuidado de niños, personas mayores, personas con discapacidad o enfermas.
Pendientes para garantizar los derechos de las trabajadoras del hogar
Marcelina Bautista señala que desde el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH) están trabajando en una agenda de nueve puntos para presentarlos a Claudia Sheinbaum. Entre los temas que contemplan destacan: la violencia en el trabajo del hogar; el reconocimiento del trabajo digno; que las trabajadoras del hogar firmen un contrato y reciban un pago justo.
También está pendiente la valoración significativa del trabajo doméstico, la cual incorporaría el tema de migración y buscaría integrar la inspección en el trabajo y la creación de políticas públicas que implementen las nuevas reformas; además se busca que se reconozca la profesionalización del trabajo del hogar y que se considere la participación de las trabajadoras en todas estas discusiones del Sistema Nacional de Cuidados.
Otro pendiente que tiene nuestro país es adoptar los convenios internacionales y nacionales que ya están establecidos, como el Convenio 189 de la OIT, la Ley Federal del Trabajo y la Ley del Seguro Social, que garantizan el trabajo digno como un derecho humano laboral e inalienable para las personas trabajadoras del hogar, dice Marcelina Bautista.
“Sí, de hecho, pues hay muchas cosas que hacer a pesar de todos los cambios que ha habido con respecto a la ley para los derechos de las trabajadoras del hogar (...) Sin embargo, tenemos muchos pendientes con respecto a la aplicación o la implementación efectiva de las leyes. Entonces, estamos trabajando en una agenda de nueve puntos para presentar la Agenda Nacional de las Personas Trabajadoras del Hogar para este sexenio, y la intención es entregarla a la nueva presidenta”, detalla Bautista.
Otro punto es cambiar el paradigma cultural laboral. Marcelina Bautista explica que seguirán trabajando en el desarrollo humano y en este cambio cultural en el ámbito laboral.
“Justamente la discusión de hoy es que el gobierno ya ha establecido todas las leyes para los derechos de las trabajadoras del hogar. Nosotras llevamos 24 años trabajando todos los días, pero falta que las personas empleadoras comiencen a reconocer estos derechos y a ser agentes responsables de los derechos de las trabajadoras del hogar”, sostiene.
¿Cuál es la situación actual de las trabajadoras del hogar en México?
Para darnos una idea de las situaciones cotidianas a las que se enfrentan las trabajadoras del hogar, Marcelina Bautista nos comparte una historia: una persona trabajadora del hogar estuvo 51 años en una casa laborando. Su empleadora le pidió el cuarto de servicio en el que vivía la empleada y le ofreció 70 mil pesos como liquidación, a pesar de que trabajó más de 50 años para esa familia y su vida la hizo en el hogar. Prácticamente se quedó sin casa y en la calle.
"Debería pagarle más, al menos doscientos mil pesos. Entonces, esa es la realidad de las trabajadoras en México, y por eso es tan urgente una agenda que se sume al plan nacional de gobierno, así como a la sociedad civil y a las instancias competentes como la Secretaría del Trabajo local y nacional", expresa Marcelina Bautista.
La mayoría de las personas trabajadoras del hogar no están incorporadas al seguro social. Tan solo de las 2.5 millones de trabajadoras del hogar que hay en México, solo el 2.6% de ellas han sido afiliadas, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La invisibilización del trabajo doméstico y del hogar; el desconocimiento de las trabajadoras del hogar de sus derechos y los contratos verbales hacen que no se esté garantizando el registro de las empleadas al Seguro Social.
“El trabajo del hogar pues se rige con una cultura de la desvalorización, del desconocimiento, del falta de respeto, y entonces tenemos miles de trabajadoras del hogar que son despedidas por exigir sus derechos y personas empleadoras que cambian y cambian al personal porque pues no quieren darle lo que exige una trabajadora cuando conocen sus derechos”, señala Bautista.
"Entonces, el tema es preocupante a pesar de que ha sido progresiva la incorporación. Es muy poco lo que se está logrando y por eso una alternativa que ha tomado el Centro Nacional para la Capacitación Profesional y Liderazgo de las Empleadas del Hogar es lanzar la campaña 'El Tiempo Es Ahora'", explica Bautista.
La campaña busca sensibilizar y promover que las personas empleadoras comiencen a firmar contratos por escrito, paguen un salario digno para las trabajadoras y otorguen seguridad social.
Por otro lado, buscan que todas las instituciones competentes como la Secretaría del Trabajo se sumen a vigilar el cumplimiento de esas leyes y que el IMSS siga promoviendo la incorporación de las trabajadoras al seguro social.
Finalmente, la campaña también habla sobre el nuevo paradigma laboral que se necesita en los hogares para que los derechos laborales de las personas trabajadoras del hogar sean una realidad.
"Se debe ver a las trabajadoras que lo realizan como personas sujetas de derechos y que también se vuelvan agentes responsables con los derechos de las trabajadoras del hogar. Básicamente, esta campaña 'El Tiempo Es Ahora' hace alusión a que no podemos seguir pensando que las trabajadoras deben esperar en cuanto a la aplicación de sus derechos", concluye Marcelina Bautista.