En México, las mujeres de 25 años en adelante dedican, en promedio, más de 20 horas a la semana a los quehaceres del hogar, es decir, más de la mitad de una jornada laboral completa frente a las 12.9 horas a la semana horas que dedican los hombres, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El trabajo doméstico es una labor que realizan en mayor medida las mujeres y refleja brechas del mercado laboral respecto a los hombres, como el nivel de ingresos o el acceso a prestaciones, mientras el 71.3% de ellas carecen de prestaciones, para los hombres que se dedican a estas tareas la cifra se reduce a 53.1%.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), esto se debe a que alrededor del 95% de las personas que realizan estas labores trabajan en la informalidad, es decir, no cuentan con un contrato de trabajo lo que les impide acceder a prestaciones básicas marcadas por la ley.
Foto: Cuartoscuro
Las personas trabajadoras del hogar prestan servicios para el cuidado de otras personas, incluyendo infancias, adultos mayores o personas enfermas, y realizan tareas que contribuyen al mantenimiento de los hogares, como la limpieza o la preparación de alimentos. Esto permite a quienes les contratan cumplir con sus obligaciones laborales y personales o contar con tiempo de descanso.
En entrevista para La Cadera de Eva, Norma Palacios, una de las secretarias generales del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO) explicó que esto se debe a que el trabajo doméstico aún no es reconocido por todos los empleadores ni por la sociedad como un oficio digno, pues se asume como un rol “natural” que deben asumir las mujeres.
“El trabajo del hogar, tanto remunerado como no remunerado, es una labor de cuidar a todos.Es una incongruencia que nosotras al proveer trabajo del cuidado, no podamos precisamente tener esa misma protección por parte de los empleadores y del Estado. Nosotras garantizamos que puedan cuidarse de mejor manera, pero nadie nos garantiza el cuidado” (Norma Palacios, SINACTRAHO)
Resistencias al reconocimiento
En México, después de 11 años en el olvido, tras adoptar el Convenio 189 sobre personas trabajadoras del hogar de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), comenzó su incorporación a la seguridad social en 2019. A julio de 2023, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que ha incorporado a casi 55 mil trabajadoras del hogar.
Aunque esta cifra parece muy alta en realidad es una tasa mínima de afiliación; de las 2.5 millones de personas ocupadas en este sector, sólo el 2% tiene seguridad social, esto evidencia que aún queda un largo camino por recorrer para garantizar los derechos de los y las trabajadoras del hogar.
Que la mayoría de las personas trabajadoras del hogar no cuenten con seguridad social es grave porque en caso de enfermedad o accidente, no tienen acceso a atención médica gratuita o a precios subsidiados lo que las obliga a recurrir a servicios privados, con costos que superan su capacidad económica. También implica que si estas situaciones son incapacitantes no recibe ningún tipo de compensación económica, lo que genera graves consecuencias en los gastos de su familia, de acuerdo con Norma Palacios.
“Tenemos casos de compañeras que tienen enfermedades que necesitan atención, como puede ser asma, alguna situación de algún tratamiento y qué ellas no tienen esta atención médica porque los empleadores no las han dado de alta” (Norma Palacios)
Además, las trabajadoras del hogar sin seguridad social no tienen derecho a licencia por maternidad ni a recibir un subsidio durante este periodo ni derecho a una pensión por retiro pues no cotizan al IMSS, esto implica que, al llegar a la vejez, muchas de ellas se encuentran en una situación de pobreza y desamparo.
“Esto es preocupante porque no existen mecanismo adecuados donde las compañeras puedan hacer estas denuncias para que los empleadores sean conscientes de la gran responsabilidad que tienen y de las grandes complicaciones que trae para las compañeras no contar con sus derechos laborales” (Norma Palacios)
Al respecto, Norma Palacios señala que algunas de las razones detrás de la baja inscripción al IMSS se deben al desconocimiento de la reforma pero también a que no existe un mecanismo que vigile que los empleadores cumplan con la ley.
Esto lleva a que las trabajadoras del hogar queden en el desamparo, tan sólo en la Ciudad de México, el Sindicato ha documentado que el 80% de las trabajadoras del hogar que asisten a las capacitaciones y actividades de la organización no están inscritas en el IMSS y que algunas tienen miedo de exigir su derecho por temor a ser despedidas.
“Se están agudizando los casos de las compañeras que ya saben que tienen acceso a la seguridad social, pero que los empleadores en definitiva les han dicho que no la van a tener con ellos, y saben que si lo exigen seguramente las van a despedir y ahí quedan nuevamente desprotegidas, es una violencia” (Norma Palacios)
Foto: Especial
¿Qué otras prestaciones debe tener una trabajadora del hogar?
El Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO) y el Centro de Apoyo y Capacitación para las Empleadas del Hogar señalan que estos son algunos de los aspectos que se le deben garantizar a las trabajadoras del hogar:
- Jornada de máximo ocho horas, estableciendo bien los días de trabajo y de descanso.
- Brindar prestaciones mínimas como vacaciones y aguinaldo.
- Tener un contrato laboral que contenga certeza jurídica, en el que ambas partes tengan conocimiento de las condiciones del empleo y la relación.
- Hasta un salario mínimo de diferencia entre mujeres y hombres.
En cuanto al nivel de ingreso también hay una diferencia: 37.1% de hombres ganan más de un salario mínimo por sólo 22.8% de mujeres, a pesar de que durante 2023 nueve de cada 10 personas dedicadas al trabajo doméstico fueron mujeres.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, el mayor salario promedio fue de 4 mil 75 pesos recibido por hombres de 45 a 54 años, mientras que el menor salario promedio fue de mil 82 pesos recibido por mujeres de 75 años o más.
Foto: Cuartoscuro
¿Qué hago si están violentado mis derechos laborales?
Aunque existen avances para reconocer el trabajo del hogar, lo cierto es que aún es una de las ocupaciones más desprotegidas y mal remuneradas, con extensas jornadas de trabajo, sin cobertura de seguridad social y con mayor incumplimiento de normas laborales. Si eres una persona trabajadora del hogar y no respetan tus derechos puedes acudir a:
- Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet): Protege los derechos de las personas trabajadoras ante la autoridad laboral, mediante los servicios de asesoría, conciliación y representación legal. Dirección: Dr. Vértiz 211, col. Doctores, demarcación territorial Cuauhtémoc, 06720 Ciudad de México. Teléfono: 5998 2000, Exts.: 44782, 83, 85,86, 87, 88, 89, 90 y 91 Correo: orientacionprofedet@stps.gob.mx
- Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo. Dirección: José María Izazaga 89, col. Centro demarcación territorial Cuauhtémoc, 06090 Ciudad de México. Teléfono: 5709 1494.
También existen organizaciones que trabajan en la defensa y protección de los derechos de las y los trabajadores del hogar, como:
- Sindicato Nacional de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar (Sinactraho): Promueve y garantiza la defensa de los derechos laborales, la no violencia, la no discriminación, la equidad, el valor social y económico del trabajo del hogar remunerado, y seguridad social para el mejoramiento de la calidad de vida de las trabajadoras y trabajadores del hogar en México. Dirección: Calle Serapio Rendón 71, 2o. piso, colonia San Rafael, demarcación territorial Cuauhtémoc, 06740 Ciudad de México. Teléfono: 5519663613
- Centro de Apoyo y Capacitación para las Empleadas del Hogar, A. C. (CACEH): Son mujeres trabajadoras del hogar que buscan que su trabajo sea profesionalizado a través de la capacitación, la incidencia y el conocimiento acerca de éste. Dirección: Antonio Caso 86, col. San Rafael, demarcación territorial Cuauhtémoc, 06500 Ciudad de México. Teléfono: 55 1066 2703.
Foto: Cuartoscuro