En las últimas semanas se desató una serie de señalamientos y críticas en contra de las personas que expresaron su molestia ante la instalación de una estatua de Poseidón en el mar de Puerto Progreso, en la península de Yucatán.
Los comentarios racistas, clasistas y discriminatorios inundaron las redes sociales y la figura de esta deidad en el territorio maya fue motivo de debate en redes sociales, al que incluso se sumaron personas de otros países.
Y es que se empezó a difundir una teoría en redes sociales que apuntaba la posible influencia del dios griego en las fuertes lluvias que azotaron la zona yucateca en días pasados.
Pero las voces menos escuchadas fueron, precisamente, la de personas indígenas de esta región. Como la de Carlos, una persona maya hablante, quien decidió promover una demanda de amparo para exigir al gobierno que retire la estatua de Poseidón. Y como era de esperarse, Carlos fue víctima de burlas y hasta amenazas hacia su persona por ejercer su derecho a la inconformidad como habitante de la zona.
La asociación civil Litigio Estratégico Indígena A.C., que protegen y defienden los derechos de las personas indígenas, de las mujeres y del medio ambiente en Oaxaca, acompañó y asesoró jurídicamente a Carlos para exhortar a las autoridades del municipio a que se retire la estatua.
En entrevista con La Cadera de Eva, Carlos Morales Sánchez, presidente de esta asociación, explicó que a través del camino de litigio, la asociación acompaña a personas indígenas hacia un proceso jurídico, respetuoso, institucional y democrático.
“Algunas personas y es muy respetable, salen a las plazas públicas a protestar, otras salen a bloquear carreteras, otras escriben textos en redes sociales, otros hacen peticiones por escrito. Entonces comuniqué la petición al Comité Directivo conformado por Mariana Yáñez y Edgar Aldair Pérez Ortiz y tomamos la decisión de acompañar la lucha del hermano maya hablante”, dice el presidente de Litigio Estratégico Indígena.
Poseidón viola el derecho al medio ambiente sano y la cultura
El abogado explicó que esta demanda de amparo sustenta sus argumentos a través de los conceptos de violación, los cuales sustentan este recurso legal.
“En esta demanda de amparo del hermano maya hablante, el primer concepto de violación que se hizo fue que la estatua de Poseidón en el mar de Progreso viola el derecho humano al medio ambiente sano, en la especificación de servicio ambiental paisaje que dice que nuestro medio ambiente no puede ser modificado”, dijo Carlos Morales.
Un caso similar fue el de la Laguna del Carpintero en Tampico, Tamaulipas, donde se quería construir un parque temático, lo que violaría el derecho de los pobladores a un ambiente sano. Por lo que después de varias denuncias, se promovió un juicio de amparo y llegó hasta la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
“Todas las personas tenemos el derecho humano a que las playas, ríos, etcétera no sean modificados. Pero sobre todo que no sea modificado el paisaje natural y eso lo dijo la Suprema Corte en un caso muy conocido para los abogados: el caso de Laguna del Carpintero”, recordó el abogado zapoteco.
Por otro lado, la instalación de esta figura en el estado de Yucatán viola el artículo 2, apartado A, fracción IV de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos el cual establece el derecho a preservar y enriquecer las lenguas, conocimientos y todos los elementos que constituyan la cultura e identidad.
“La instalación de una deidad mediterránea, griega, romana, en el mar de Progreso de Castro viola el derecho humano que tienen las personas mayas a la preservación de la cultura. Todas las personas que somos indígenas tenemos un derecho humano especial, que no lo tienen los mestizos, criollos, peninsulares y extranjeros, dijo el especialista.
Al reiterar que las personas de los pueblos y comunidades indígenas tienen el derecho humano a la preservación de su cultura, dijo que esto incluye el patrimonio cultural material (monumentos arqueológicos, vestigios y templos coloniales, entre otros). Y además, existe el Patrimonio Cultural Inmaterial:
“Todos los pueblos indígenas tenemos un patrimonio cultural inmaterial que es nuestra música, danza, gastronomía, nuestras maneras de relacionarnos con el universo y nuestra manera de relacionarnos con nuestro Dios. Nuestra manera de relacionarnos con los dioses mayas o con la naturaleza también está protegida”, defendió.
Carlos Morales explicó que todo lo anterior debe ser protegido por el Estado mexicano, por lo que antes de instalar la estatua de Poseidón, debieron tomar en cuenta que las afectaciones al medio ambiente y considerar que la península de Yucatán es un territorio maya.
“Debieron consultar a los pueblos indígenas sobre qué monumento Maya debía estar incluido en el mar de Progreso y no esta réplica, que es una copia burda de una estatua de Poseidón en la playa de Melenara, en Gran Canaria, España; el gran Neptuno, con 4.20 metros de altura”, acusó.
Lo que sigue tras la demanda de amparo
Carlos Morales explicó que la demanda de amparo fue presentada ante la oficialía de partes de los Juzgados de Distrito de Mérida el 3 de julio, pero debido a la contingencia por el huracán Beryl hubo suspensión de labores. El abogado espera que entre hoy o mañana se les notifique a qué juzgado le fue asignado el amparo.
“El juzgado la revisa y si cumple todos los requisitos toma esa demanda y se le asigna a Juan Zacarías Curi, presidente municipal de Progreso, para que rinda un informe justificado. Después se fija una fecha para una audiencia y ahí se discute el asunto. El juez tiene que emitir la sentencia, decidiendo si tiene la razón el maya hablante o el presidente municipal”, explicó el abogado.
Tras finalizar este proceso, dijo, habrá una parte ganadora y otra perdedora, esta última puede promover una inconformidad (recurso de revisión) y ese recurso se llevará a la SCJN y resolverá si debe permanecer la estatua de Poseidón, ser modificada o cambiada a otro lugar; para que la demanda concluya pueden pasar varios años.