En 2025, el panorama de la belleza está experimentando un cambio significativo, y nuestras uñas son un claro reflejo de ello. La creciente popularidad de las uñas cortas, discretas y con un acabado natural –conocidas como "princess nails" o uñas princesa– no es solo una cuestión de estilo, sino que se percibe como una señal de los tiempos, ligada tanto a la situación económica como a un resurgimiento del conservadurismo en la moda, como sostienen diversos estudios.
¿Qué son las princess nails y qué tienen que ver con la economía?
Imagina uñas cortas, impecablemente limadas, con un acabado natural y sofisticado. Eso son las uñas princesa. Se caracterizan por tonos nude, rosa suave o simplemente un brillo sutil. Su inspiración viene directamente de las mujeres de la realeza, como Kate Middleton, princesa de Gales.
Más allá de la estética, esta tendencia tiene una conexión profunda con la realidad económica. En un momento de incertidumbre global, muchas estamos reevaluando nuestros gastos.
En TikTok, las usuarias han popularizado el término "uñas de recesión" (recession nails) para describir esta tendencia. La teoría viral sugiere que muchas mujeres están optando por uñas más cortas y de bajo mantenimiento para ahorrar dinero, evitando las costosas citas de retoque en el salón.
De hecho, los salones de manicura en Estados Unidos están viendo un aumento en la popularidad de las uñas más cortas. La directora de marketing de Bellacures, Rianna Basurto, dijo al portal Yahoo News que estas uñas "son más fáciles de llevar en el día a día" y permiten a las clientas espaciar sus citas, eligiendo colores que "crezcan muy bien". Esto se alinea con un "movimiento más amplio hacia hábitos de belleza que ahorran costos".
Históricamente, hemos visto cómo las tendencias de moda y belleza han predicho o reflejado recesiones. Ejemplos incluyen:
- El "índice de dobladillo" de 1926, que sugería que la longitud de las faldas se relacionaba con el desempeño de la economía (dobladillos más cortos en tiempos prósperos, más largos en recesión).
- El concepto de "cabello de recesión" en 2009, cuando muchos redujeron sus visitas al estilista tras la caída del mercado de valores de 2008.
- El "índice del lápiz labial", que explica por qué las ventas de pequeños artículos de lujo aumentan durante las recesiones.
Las uñas como declaración: estatus, clase y el "nail privilege"
Lo que podría parecer una simple elección estética es, en realidad, un lenguaje visual cargado de significados. Las uñas pueden revelar desigualdades, estatus y ciertos privilegios, de acuerdo con el libro Nails: The Story of the Modern Manicure de Suzanne E. Shapiro.
La definición de sofisticación en las uñas se ha ampliado en 2025, pero la longitud, forma y color son ahora marcadores culturales que pueden indicar clase, edad, conciencia del espíritu de la época e incluso afiliación política.
En su artículo “La política de las uñas largas”, Sofia Agostini, directora de Brand Partnerships explica que existe una doble vara en cómo se perciben los estilos de uñas. Lo que en algunas personas se ve como un guiño a lo refinado, en otras es juzgado como vulgar. Esto no es casualidad: la raza, la clase social y el contexto cultural de quien luce una manicura siguen marcando la lectura social de su estética.
Por ejemplo, los diseños extravagantes, como las uñas extralargas o con pedrería, tradicionalmente asociados a mujeres negras o latinas, son vistos con recelo si los lleva alguien fuera del molde socialmente aceptado, pero se revalorizan y se vuelven tendencia al pasar por las manos de figuras blancas e influyentes.
La estética clean girl, a la que pertenecen las uñas princesa, se asocia con limpieza y un ideal de belleza que paradójicamente, aunque "natural", exige tiempo y dinero para sostenerse. Esta manicura discreta se asocia con valores conservadores y distinción, excluyendo a quienes no encajan en ese molde.
¿Qué es el nail privilege?
El concepto de "nail privilege" popularizado en TikTok, resume esta dinámica: tener las uñas arregladas puede mejorar el trato recibido, legitimar la imagen e incluso influir en la percepción de autoridad y respeto.
Así, las uñas princesa son mucho más que una moda pasajera. Son un reflejo de los cambios culturales y económicos, la búsqueda de la belleza sin esfuerzo, la necesidad de la discreción en tiempos de incertidumbre, y un recordatorio de cómo la moda sigue siendo un espejo de la sociedad y sus complejas dinámicas de privilegio e identidad.
Y tú ¿qué estilo de uñas prefieres?