La música es una expresión social y cultural de gran importancia. Independientemente de los ritmos, los géneros y la latitud de donde provenga, la música ha sido relevante no sólo para el entretenimiento, como suele ser lo primero en la lista al pensar en ella, sino también para el soporte de diversas causas sociales; manifestaciones humanas diversas que se ven reflejadas en las expresiones musicales.
La música crea identidad, influye en los procesos de construcción y deconstrucción de procesos sociales, tal es el caso de las consignas cantadas y otras expresiones similares en las protestas de causas sociales de muchos tipos; por ejemplo, el himno feminista titulado “Un violador en tu camino” del Colectivo Las Tesis, surgido en Chile, que expresa las demandas vigentes del movimiento feminista en todo el mundo. Pues como señala Granados Sevilla (2019), la música tiene la capacidad de funcionar como una herramienta de delimitación de la identidad en un grupo. Es por esto que nos percatamos de que la música, como herramienta, nos puede ofrecer una amplia posibilidad para el análisis social.
El narcocorrido y los roles y estereotipos de las mujeres
Es lógico ?siguiendo esta misma línea de pensamiento? que de las muchas características que conforman la identidad de las personas, la expresión de género también se ve reflejada en medios como la música. Esto no es para nada novedoso, ¡al contrario!, ha sido explorado en muchas investigaciones.
En el caso de los narcocorridos ?que es un tipo de música representativa del mundo del narcotráfico en México?, al ser una actividad ilícita, se rodea de situaciones de riesgo y de violencia en múltiples aristas.
En un acercamiento de análisis de contenido realizado a inicios del año pasado, cuyo objetivo era el de encontrar los aspectos culturales referentes a las mujeres en el discurso musical de algunos narcocorridos, pudimos encontrar que la imagen de la mujer, aunque no siempre ocupando el papel principal, está compuesta por una serie de características muy claras en un universo simbólico creado a manera de contar una historia. De acuerdo con Cuéllar et al (2014-2015), el narcocorrido evidencia el progreso de la mujer en la sociedad a través de la percepción de su empoderamiento.
Encontramos que, en algunos narcocorridos, la mujer es una figura fuertemente estructurada, si prestamos atención a las letras de algunas de las canciones más famosas del género, por ejemplo “Camelia la texana”, de los Tigres del Norte; o “En la Sierra y la Ciudad (La China)”, de Javier Rosas y su artillería pesada, notamos que el énfasis está en ellas, en su protagonismo y, de alguna manera, su liderazgo.
Son mujeres que, en cuanto al narcotráfico, pero sobre todo gracias a su voluntad y fuerza propia, logran “superarse”; son mujeres respetadas y temidas, pero también altamente apoyadas por sus amigas y compañías ?pese a que sus futuros se vuelven inciertos?. Esto se encuentra después de ubicar categorías de análisis específicas en los relatos de letras musicales en donde se refleja el modelo de la mujer, su labor, sus relaciones interpersonales y, finalmente, el triunfo que consiguen.
Por otro lado, tenemos a las mujeres que comparten la vida con los varones que se dedican al narcotráfico, ya que en algunas series de televisión y otros medios aparecen como sumamente atractivas, ligadas a un tipo de belleza particular ?cuestión que se presta a la objetivación del cuerpo de las mujeres?.
Con estas reflexiones ?originadas a partir de un breve acercamiento al mundo del narcotráfico? podemos encontrar algunos significados que tiene la figura de las mujeres en las tramas que relata este género musical, así como las posibilidades que le da a las protagonistas; pues, cabe señalar, que las mujeres que resultan poderosas e incluso victoriosas en estos relatos es debido a que su identidad ha tomado sesgos “masculinizados” al demostrar un poder ligado a acciones de violencia; razón por la que nos parece una línea de análisis interesante para seguir desarrollando, ya que la influencia de la cultura del narcotráfico en nuestro país cobra importancia en diferentes sectores sociales, siendo así una cultura que crea identidades de género y fomenta formas de discriminación y violencia.
Referencias:
Cuéllar, David; Frutos, Miguel, et al. (agosto 2014 - enero 2015). Las mujeres en los narcocorridos: idealización y devaluación, conversión trágica y desenmascaramiento cómico. Alternativas en psicología. Tercera Época. Año XVIII (31)
Granados Sevilla, A. E. (2019). Cuando el sentimiento y la música se encuentran. La praxis sonoro-emocional en las marchas de protesta en la Ciudad de México 2015-2018. Desafíos, 31(2), 63-95. DOI: http://dx.doi.org/10.12804/revistas.urosario.edu.co/desafios/a.7290
Ana Laura Uribe Parra / @LauLanau
Egresada de la carrera de Sociología por la FES Aragón, UNAM. Labora como analista de opinión pública en De Las Heras Demotecnia. Autora de “Las formas de la masculinidad y el hombre mexicanos”, para la revista Momento Pedagógico (enero-abril 2022); y coautora de “Orden de género y consecuencias en la salud de los hombres”, para La Silla Rota (julio 2022). Actualmente desarrolla investigación enfocada a salud mental y masculinidades con perspectiva de género.
Tania Lizbeth Meléndez Elizalde / @MelendezTania20
Socióloga, maestra y candidata a doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM. Docente en la carrera de Sociología en la FES Aragón UNAM. Líneas de investigación: sociología de la familia, sociología de la religión, perspectiva de género, cambio social y cultura.