El 97% de las mujeres buscadoras en México ha sido víctima de diversas violencias y afectaciones directamente relacionadas con su labor, revela un informe de Amnistía Internacional México.
El informe "Desaparecer otra vez, violencias y afectaciones que enfrentan las mujeres buscadoras en México"destaca que la búsqueda de personas desaparecidas en el país es una actividad de alto riesgo.
A través de un cuestionario aplicado a 661 mujeres buscadoras, tanto independientes como miembros de 134 colectivas, abarcando 30 entidades federativas de México e incluso a buscadoras de Honduras, Guatemala y El Salvador con familiares desaparecidos en territorio mexicano la organización encontró que en 14 entidades federativas (Aguascalientes, Baja California Sur, Chihuahua, Colima, Durango, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala y Yucatán), la totalidad de las buscadoras reportó sufrir violencias y afectaciones.
Estas violencias incluyen:
Impacto en la salud física y mental
El informe destaca que la búsqueda de personas desaparecidas tiene un impacto significativo en la salud física y mental de las mujeres buscadoras. El 79% de las buscadoras reportó al menos un problema de salud, siendo las afectaciones más comunes: depresión (73%), insomnio (72%), deterioro general de la salud (70%), miedo (69%).
Padecimientos físicos como: colitis, gastritis, diabetes, problemas de presión, afectaciones a la tiroides, tumores, cáncer, problemas cardiacos, enfermedades degenerativas, resequedad, infecciones, problemas en los dientes (bruxismo), problemas de huesos, parálisis facial.
"Las enfermedades te agarran y no te quieren dejar, les dices ‘suéltame porque tengo que ir a búsqueda y estar bien’, pero tu cuerpo saca todo lo malo, todo el dolor y no sabe ni cómo sacarlo", relata una buscadora en el informe.
Violencia económica y social
La búsqueda también tiene un impacto económico significativo en las mujeres buscadoras. El 66% sufrió pérdida de recursos económicos, el 28% perdió su empleo, y el 23% perdió su vivienda. La búsqueda requiere de sus propios recursos, afectando gravemente su subsistencia.
- Pérdida de recursos económicos (66%)
- Pérdida de empleo (28%)
- Pérdida de vivienda (23%)
- Deterioro en las relaciones familiares y sociales
"Me corrió mi casero porque me había visto en las noticias y pensaba que lo que estaba haciendo atraía a gente mala. Me moví a la Ciudad de México con mi niño de nueve años en donde estuve viviendo por tres meses en la calle prácticamente", comparte una buscadora en el documento.
Amenazas y agresiones
El informe también destaca que el 45% de las buscadoras recibió amenazas verbales o escritas, el 27% sufrió ataques en redes sociales, y el 27% fue acosado por autoridades. El 39% fue víctima de extorsión, muchas veces con falsas promesas para liberar a sus familiares.
"Mi casa fue balaceada, fueron 100 balazos, estaba con mis hijas, fue espantoso, nos pusimos en el piso, nos tuvimos que salir un tiempo de la casa. Estoy espantada, no es fácil superar esto", comparte una buscadora.
Las buscadoras también enfrentan discriminación y revictimización. El 46% indicó haber sido discriminada, y las autoridades muchas veces culpabilizan a las víctimas o minimizan la situación con estereotipos.
"No es lo mismo un rico que un pobre. Desapareció alguien con dinero y lo encontraron porque fue prioridad para la Fiscalía, mientras que a mí ni siquiera me dan citas para buscar a mi hijo. Si no somos gente influyente, no nos buscan", afirmó una buscadora.
Desplazamiento forzado y violencia sexual
El 27% de las buscadoras mencionaron la necesidad de cambiarse de casa, y el 24% de mudarse a otro lugar dentro de su entidad. Las mujeres buscadoras son particularmente vulnerables a la violencia sexual y otras formas de violencia por razón de género.
"Se meten a robar a la casa, me fui sola al MP a meter la denuncia. El MP me empieza a besar por la fuerza, no sabía qué hacer, me temblaba todo. Me pasaron y me empieza a tallar, me dice espérame, cuando me levanto me agarra las manos hacia atrás y me besó", relató una víctima de violencia sexual.
Vidas marcadas por la búsqueda y la impunidad
Las historias de mujeres como María, Araceli, Beatriz, María Isabel y Verónica, incluidas en el informe de Amnistía Internacional México, ilustran la magnitud de las violencias y la impunidad que enfrentan las mujeres buscadoras en México.
María Martínez (Honduras)
María busca a su hijo Marco Antonio, desaparecido en México hace 12 años. A pesar de los años, su expediente sigue incompleto y con errores en la Fiscalía de México. María relató las dificultades para ingresar a México y la revictimización que sufre al tener que repetir su testimonio constantemente.
"Una madre a veces llega al Comité [Amor y Fe] y quiere viajar a México. Primero, no tiene una visa, no puede hacer la ruta ella sola. México es grande, es inmenso. Cómo va a ir una madre sola, vemos de que no es fácil. Aquí, para tener una visa, tienes que tener mucho dinero y nosotros aquí dinero no tenemos"
Araceli Rodríguez Nava (Colectivo Colibrí)
Araceli busca a su hijo Luis Ángel, desaparecido en 2009 junto con otros policías. Ha sido víctima de amenazas constantes, incluyendo del entonces titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Genaro García Luna. Araceli sufrió un ataque en carretera donde hombres armados la golpearon y le exigieron gritar el nombre de su hijo, amenazándola de muerte.
"Este episodio me dio mucho miedo, lo que sentí no me lo va a quitar nadie nunca. Me bañaba, me tallaba y pensaba 'que se me quite este aroma, estas manos de encima, es horrible, que toquen tu cuerpo sin tu consentimiento y el ruido de la bala cuando cortan cartucho"
Beatriz Zapoteco Neri
Beatriz busca a su esposo, Santiago Tixteco Cosme, sustraído de su domicilio en 2016. Ha enfrentado dificultades para obtener apoyo de las autoridades y ha tenido que luchar contra la violencia institucional y las dificultades de realizar búsquedas siendo mujer indígena.
"Como víctimas estamos en un piso diferente, desproporcional. Ahora imagínate los pueblos, mucho más desproporcional. Yo siento que el gobierno nos debería tener contados y apoyar a quienes necesitan más apoyo, con más empatía"
María Isabel Cruz Bernal (Colectivo Sabuesos buscadoras)
Isabel busca a su hijo, Yosimar García Cruz, desaparecido en 2017. Ha sido víctima de numerosas amenazas y ha fundado la colectiva Sabuesos Guerreras, que ha localizado 700 cuerpos.
"Tal vez no voy a encontrar nunca a Yosimar, pero en cada cuerpo que encuentro y regreso a casa y con cada madre que me bendice, un pedacito de él va haciendo esa diferencia. Así armo poquito a poquito a Yosimar"
Verónica Durán (Colectivo Hasta Encontrarte)
Verónica perdió su empleo tras ser detenida por participar en una protesta pacífica. Ha enfrentado dificultades para obtener justicia y ha sido víctima de violencia institucional.
"Cuando nos detuvieron, sentí mucha impotencia, coraje y miedo, pero más, mucho dolor, porque un policía me quitó la foto de mi hijo y me la pisoteó. Yo no supe dónde quedó. Pero sí me dolió mucho, porque, pues no se valía. Creo que nosotros no estábamos haciendo daño a nadie. Lo único que queríamos era justicia de alguna manera, que nos ayudaran a buscar a nuestros familiares"
Impunidad y violencia institucional
México enfrenta una grave crisis con 130 mil personas desaparecidas y no localizadas hasta el 8 de julio de 2025 y aproximadamente 90 personas desaparecen cada día, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO). A esto se suma una crisis forense con más de 72 mil100 cuerpos sin identificar y 5 mil 696 fosas clandestinas.
En entrevista para La Cadera de Eva, Edith Olivares Ferreto, directora ejecutiva de Amnistía Internacional México señala que, aunque la mayoría de las personas desaparecidas son hombres, la enorme mayoría de las personas que les buscan son mujeres: madres, esposas, hermanas, hijas.
"En México quienes buscan a las personas desaparecidas son las propias familias, no es el Estado quien busca a las personas desaparecidas. Y este hecho es el que abre totalmente paso a todas las violencias, afectaciones que ellas viven" (Edith Olivares Ferreto, directora Amnistía Internacional México)
Amnistía Internacional México señala que la impunidad es un rasgo estructural que favorece la reproducción y el encubrimiento de las desapariciones forzadas. A pesar de la creación de instituciones y normativas específicas, las buscadoras rara vez denuncian las violencias que sufren debido a la profunda desconfianza en las autoridades y el temor a represalias. Solo el 55% ellas reportó alguna violencia o afectación a las autoridades. Las autoridades mismas han respondido con violencia institucional. siendo deficientes y omisas.
Edith Olivares Ferreto menciona que las mujeres buscadoras no encuentran protección en instituciones clave, como el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, porque no son reconocidas como defensoras de derechos humanos por las autoridades. Esta falta de reconocimiento las coloca en una situación de riesgo por parte del Estado mexicano.
"Todas estas instituciones están totalmente sobrepasadas por el volumen de desapariciones, por el volumen de afectaciones a las mujeres buscadoras y por el volumen de ataques que ellas reciben. Entonces, el Estado está totalmente rebasado con el tema de la desaparición" (Edith Olivares Ferreto, directora Amnistía Internacional México)
Ante este panorama, la directora de Amnistía Internacional México expresa preocupación sobre las recientes reformas a la Ley General en Materia de Desaparición pues señala que estos cambios legislativos se están realizando sin la debida consulta y participación de las colectivas de personas desaparecidas y organizaciones que las acompañan.
Uno de los principales riesgos que destaca es el uso de datos biométricos para la búsqueda de personas. Edith Olivares Ferreto argumenta que esta medida pone en riesgo a las propias buscadoras y avanza en la instalación de un sistema de vigilancia masiva en México. La medida también implica el riesgo de intervención de teléfonos sin autorización judicial, lo que podría afectar a casi 250 mil teléfonos si se considera la cantidad de personas desaparecidas.
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El informe "Desaparecer otra vez, violencias y afectaciones que enfrentan las mujeres buscadoras en México" es parte de un proyecto regional más amplio de Amnistía Internacional para las Américas, denominado "Buscar sin miedo". Esta campaña regional busca visibilizar la realidad de las mujeres que buscan a sus familiares desaparecidos.
Además de la publicación del informe, Amnistía Internacional ha iniciado una campaña internacional que incluye:
- Una petición para hacer un llamado directo a las autoridades mexicanas para que protejan a las mujeres buscadoras.
- Una exposición en el Centro Cultural España en la Ciudad de México, que estará abierta durante los meses de julio y agosto. La exposición busca acercar a la población a las vivencias y realidades de las mujeres buscadoras.