Las organizaciones de la sociedad civil en México que defienden y promueven los derechos humanos de grupos vulnerables enfrentan una creciente "crisis de financiamiento" debido al avance de políticas de ultraderecha, afectando especialmente a las que atienden a personas migrantes y a la comunidad LGBT+.

Aunque el desfinanciamiento general en las organizaciones monitoreadas por Fondo Semillas, una organización feminista que financia a más de 160 organizaciones en México, actualmente supera el 17%, los recortes en estos sectores son mucho más graves, lo que pone en riesgo su operación y la atención a comunidades vulnerables.

Gabriela Toledo, codirectora de Fondo Semillas, compartió en entrevista con La Cadera de Eva que el monitoreo realizado durante el primer trimestre de 2025 revela un panorama complejo y desafiante para estas organizaciones.

Según los reportes de Fondo Semillas, organizaciones que gestionan albergues para la comunidad LGBT+ han experimentado pérdidas financieras severas. Por ejemplo, una de estas organizaciones perdió al menos cinco financiamientos de donantes, lo que representa una disminución de hasta el 60% de su capacidad operativa.

Otro albergue LGBT+ también informó una disminución del 60% de sus recursos y un recorte de personal tras la salida de uno de sus donantes principales. Estas pérdidas masivas, que en algunos casos implican millones de pesos, afectan directamente su capacidad para atender a más personas que buscan refugio y apoyo, según Toledo

La propia Fondo Semillas también ha resentido la crisis. Han enfrentado la cancelación de contratos firmados con donantes. A pesar de tener un presupuesto aprobado para 2025 con donantes ya comprometidos, dos de ellos notificaron en febrero la cancelación de contratos firmados, lo que representa una disminución de entre el 5% y el 7% de su presupuesto operativo. 

Adicionalmente, otros donantes con los que se esperaba renovación no lo hicieron, implicando otro 10% de recorte. También hay casos de donantes que sí renovaron este año, pero por menor tiempo y monto. La cancelación de contratos para este 2025 que se consideraban seguros fue identificada como la más grave afectación directa para Fondo Semillas.

¿Por qué se está desfinanciando a las organizaciones

Gabriela Toledo explica que esta situación no parece deberse a una falta de interés en los temas de derechos humanos, sino más bien a un contexto político y a una narrativa de ultraderecha que está afectando a las personas y organizaciones que destinan recursos a la defensa de derechos humanos

Este contexto no solo afecta a las organizaciones receptoras de fondos, sino también a los propios donantes. La codirectora de Fondo Semillas menciona que las personas en el lado de los donantes también están pasando por un "momento crítico", e incluso ha habido oficiales que manejaban portafolios de financiamiento que se quedaron sin trabajo de un día para otro. 

Además del contexto general, hay casos específicos que ilustran cómo estas dinámicas se traducen en pérdidas de recursos para organizaciones como Fondo Semillas, que a su vez financia a otras:

  • La Ley Mordaza Global, que prohíbe a las ONG extranjeras que reciben ayuda de Estados Unidos brindar servicios o promoción relacionados con el aborto, resultó en la no renovación de financiamiento de la Fundación Interamericana (IAF), que financiaba temas de migración a Fondo Semillas.
  • La Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo (DRL) canceló un donativo de $250 mil dólares que estaba destinado a financiar trabajo relacionado con la comunidad LGBT++.
  • Margaret A. Cargill Philanthropies (MACP) anunció su retiro de México, lo cual afecta una parte significativa del portafolio de derechos sexuales y reproductivos financiado por Fondo Semillas ($3 millones de dólares).

Estos ejemplos concretos de cancelaciones y no renovaciones por parte de donantes, incluyendo aquellos vinculados a políticas o decisiones de gobiernos (como la Ley Mordaza Global y la cancelación de DRL), refuerzan la idea de que el desfinanciamiento es, en gran medida, una consecuencia de un entorno político complejo y de narrativas que restringen o desincentivan el apoyo a temas de derechos humanos, particularmente aquellos considerados sensibles en ciertos contextos, como la migración y los derechos de las disidencias sexogenéricas.

¿Cuáles son las consecuencias del desfinanciamiento?

El impacto de este desfinanciamiento es profundo. Desde Fondo Semillas observaron esta tendencia desde finales de 2024, y la perspectiva para los próximos seis meses "no es nada alentador". 

La codirectora advirtió que, "seguramente, algunas organizaciones van a tener que cerrar por falta de financiamiento". Como te contamos en esta nota, a nivel global casi la mitad de organizaciones dirigidas por mujeres y aquellas dedicadas a los derechos de las mujeres podrían cerrar en seis meses debido a los recortes a la asistencia a escala mundial.

De acuerdo con una encuesta realizada por ONU Mujeres en marzo de 2025 a 411 organizaciones en 44 contextos humanitarios y de crisis, el 90% reportó haber sido impactada financieramente por las reducciones recientes. Estas dificultades económicas ya han llevado a que el 72% de las organizaciones encuestadas hayan tenido que despedir personal, y más de la mitad (51%) hayan suspendido programas esenciales.

Gabriela Toledo señala que, aunque la convicción y la lucha de las activistas continuarán, y si bien cuentan con otros recursos además del financiero, lamentó que la situación se dé de esta manera, pues enfatizó que las organizaciones "sí necesitan el recurso". Las copartes que trabajan con migración y disidencias sexogenéricas están en un momento de "respuesta y contención a sus propias poblaciones".

Ante este escenario, las organizaciones están obligadas a ser más creativas. Se están explorando estrategias de resistencia, fomento de alianzas, aprovechamiento de estructuras financieras robustas como la de Fondo Semillas para dar soporte a otras organizaciones, e incluso la posibilidad de configurar un fondo colectivo entre organizaciones en México para hacer frente a crisis y emergencias, uniendo capitales para generar mayor resiliencia y sostenibilidad a largo plazo.