Tras la clausura de la Cumbre de Políticas Exteriores Feministas en México, distintas organizaciones presentaron cuatro temas prioritarios que nuestro país debería adoptar para tener una verdadera Política Exterior Feminista (PEF).

Entre estos temas prioritarios está: la conceptualización de la PEF desde América Latina y el Caribe, la justicia fiscal feminista, los derechos sexuales y reproductivos y el acceso a la justicia.

Durante la conferencia de prensa “¿Qué política Exterior Feminista queremos para México y ALC?”, organizada por la Red Mexicana de Política Exterior Feminista (RMPEF), Paulina Rivera, integrante de la RMPEF, explicó sobre el primer eje que no hay una definición consensuada sobre qué es una PEF, pero sí ideas dominantes que deben ser analizadas, politizadas y reevaluadas.

Afirmó que no existen conceptos universales y que hay diversas formas de entender el mundo que deben ser incluidas, mediante un diálogo horizontal, inclusivo e intercultural.

Por ejemplo, el gobierno mexicano define la PEF como un “conjunto de principios que buscan, desde la política exterior, orientar las acciones gubernamentales para reducir y eliminar las diferencias estructurales, brechas y desigualdades de género con el fin de construir una sociedad más justa y próspera”.

Por su parte, Isabel Mateos, Coordinadora de Inversión Social para el Futuro de Oxfam México, cuestionó la desigualdad económica que hay en todo el mundo. Explicó que hay dos extremos: la riqueza y la pobreza, que en su mayoría afecta a las mujeres de países del sur.

Asimismo, reiteró que es necesaria una reforma fiscal profunda a nivel internacional, pues la redistribución de la riqueza y el tiempo ya debe ser una realidad. “No es solo cómo incluir a las mujeres en el modelo económico actual, sino cómo transformamos el sistema para poner en el centro a las niñas y a las mujeres, dijo. 

Durante otra participación, reafirmó que se deben garantizar los derechos humanos a través de la justicia fiscal, ya que se traduce en asegurar que haya servicios públicos de calidad que cumpla las cuatro As de los derechos humanos: accesibles, asequibles, aceptables y adaptables.

Lamentó que no haya dinero suficiente y que México sea el país que menos recauda en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y que se encuentre por debajo de la tasa de recaudación de la región. “Somos una anomalía fiscal, una economía de renta media con una recaudación bajísima y muy poca posibilidad de inversión pública”, dijo. 

Frania Colmenero, integrante de Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), lamentó que “solo 13 de las entidades federativas tienen despenalizados el aborto”. En su panel, dijo que se deben eliminar las barreras del aborto y debe ser garantizado como un derecho de salud pública.

En ese sentido, dijo que la Política Exterior Feminista debe promover que los derechos sexuales sean considerados una prioridad y garantizar que las mujeres y personas gestantes sean escuchadas.

“Debe ser congruente y comenzar en casa, resulta necesario que México y los países asuman las responsabilidades para promover y garantizar este derecho. Promover el cumplimiento de derechos y obligaciones sobre derechos sexuales reproductivos y garantizar que no haya retroceso. No podemos hablar sobre Política Exterior Feminista cuando no hay respeto hacia las decisiones de las mujeres”, dijo.

Nancy Carmona, Coordinadora del área de Políticas Públicas de EQUIS Justicia para las Mujeres (EQUIS), advirtió que la visión homogeneizante de la justicia responsabiliza a las víctimas e individualiza porque alerta que las mujeres deben ser precavidas y cuidadosas para no sufrir violencias

Para erradicar lo anterior y garantizar una PEF, se necesita un trabajo de largo plazo que requiere recursos humanos, financieros y voluntad política. “Esto implica el involucramiento de diversas instituciones más allá de las penales, donde la diversidad de mujeres sea escuchada desde sus contextos, realidades, historias e identidades, para disminuir la impunidad”.

¿Qué más falta garantizar una Política Exterior Feminista?

A pesar de que hay esfuerzos para alcanzar una PEF, Paulina Rivera dijo que no es suficiente e invitó a cuestionar quiénes están representadas, quiénes son las mujeres que están en puestos de representación y si realmente promueven una política feminista.

También cuestionó si realmente las ideas propuestas sobre PEF han establecido una reforma estructural que luche en contra de la desigualdad y racismo estructural. Si no es así, esto representaría uno de los riesgos más importantes.

Daniela Castro, integrante del Observatorio Mexicano de Política Exterior Feminista (OMPEF), refirió que es necesario que exista voluntad política para tener una congruencia entre lo doméstico e internacional, para así implementarlas en todas las regiones y territorios. 

Dijo que se deben reconocer las estructuras coloniales, mayor participación de las mujeres, mayor compromiso para sostener las propuestas feministas, espacios plurales, abiertos al diálogo y que escuchen a las mujeres y recursos necesarios para llegar a los objetivos deseados, ya que sin esto “cualquier iniciativa que nazca sin recursos, nace casi muerta”.

Andrés Bórquez, investigador de Política Exterior Feminista en América Latina (PEFAL), reiteró que debe haber resultados más claros respecto a la participación de las mujeres en la Política Exterior. Y que a través de normas se asegure continuidad, independientes a los cambios de gobiernos.

Frania Colmenero explicó que las autoridades se deben enfocar en acciones concretas para lograr la igualdad de género, no retroceder en los avances alcanzados, garantizar que el aborto no se ha visto como un delito y sea considerado como un servicio esencial de salud y que todo lo anterior no se quede meramente en propuestas o un discurso por parte del Estado.

Para concluir esta conferencia y panel de discusión, Elisa Gómez explicó que la PEF es un concepto en construcción y puede ser una gran oportunidad e idea política para exigir la erradicación de desigualdades en los estados. Pero “se puede convertir en una moda o etiqueta sin contenido, donde hay mujeres que no tienen una agenda o postura feminista”.

Al respecto, dijo que Latinoamérica está viviendo una feminización de la política, sin embargo, debe tener una construcción colectiva, dijo, por lo que esperan que los gobiernos que adoptan esta política, como México, Chile y Colombia, puedan colaborar en favor de las mujeres