"No te han gaseado lo suficiente”, fueron las palabras que utilizó Epigmenio Ibarra para agredir verbalmente a la periodista Miriam Moreno, quien contaba en el programa de Ciro Gómez Leyva la represión de las autoridades durante las manifestaciones contra la reforma al Poder Judicial en el Senado.

La polémica interacción entre Epigmenio Ibarra y Miriam Moreno reveló una actitud misógina que resonó profundamente cuando Ibarra cuestionó a Moreno sobre el uso de gas lacrimógeno en las manifestaciones contra la reforma judicial, su tono y acciones desprendieron una hostilidad hacia la periodista que trascendió el debate informativo.

Imagen

Foto: Captura de pantalla Radio Fórmula 

"¿Hubo gas lacrimógeno?", preguntó Epigmenio Ibarra, a lo que Miriam Moreno respondió: "Era una mezcla que picaba los ojos". Sin embargo, en lugar de aceptar su testimonio, Ibarra continuó cuestionando y desacreditando su información.

Miriam intentó explicar que todos los periodistas presentes sintieron el efecto del polvo extintor: "Se consignó en ese momento, porque no fue Miriam Moreno, éramos todos los reporteros que estábamos ahí, resentimos el polvo extintor, sí con lo que suelen disipar las manifestaciones".

A pesar de su explicación, Epigmenio Ibarra persistió interrumpiendo y cuestionando constantemente a Miriam Moreno. Este comportamiento no solo desacreditaba su trabajo pues ella cubrió las manifestaciones, sino que también reflejaba estereotipos de género nocivos.

Al minimizar las agresiones que Miriam sufrió en su cobertura, Epigmenio Ibarra contribuyó a un entorno donde las voces femeninas son silenciadas y desvalorizadas. Este episodio no fue un incidente aislado, sino un reflejo de una cultura misógina que persiste en los medios de comunicación y la sociedad.

La falta de empatía y comprensión hacia la experiencia de las mujeres en entornos hostiles es un obstáculo para la igualdad de género. La acción de Ibarra no solo afectó a Miriam Moreno, sino que también envió un mensaje a todas las mujeres que se atreven a expresarse en espacios públicos: "Tu voz no es válida, tu experiencia no es creíble".

Imagen

Foto: Captura de pantalla Radio Fórmula

Agresiones a mujeres periodistas

El caso de Miriam Moreno no es aislado, la plataforma “Cartografía de agresiones contra mujeres periodistas en México” es un esfuerzo que realiza CIMAC por sistematizar todos los casos de violencia ejercidos contra ellas. En los últimos años documentado al menos mil 800 agresiones de 2022 a 2024, de estos 788 casos son por violencia institucional y 20 feminicidios.

Según el Informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en 2022 se registraron 544 agresiones contra periodistas, de las cuales el 70% fueron contra mujeres.

La organización Artículo 19 reportó que entre 2019 y 2022, se documentaron mil 444 agresiones contra mujeres periodistas en México, incluyendo amenazas, hostigamiento y violencia física.

Estas agresiones no solo afectan la libertad de expresión y el derecho a la información, sino que también tienen un impacto profundo en la vida y la salud mental de las periodistas. Muchas han sido obligadas a abandonar su trabajo o a autocensurarse por miedo a represalias.

La situación es especialmente crítica en estados como Veracruz, Chihuahua y Sinaloa, donde la violencia y la impunidad reinan, de acuerdo con Reporteros sin Fronteras.

En México, ser mujer y periodista es un desafío constante. La violencia y la intimidación contra las mujeres que se atreven a informar y denunciar la verdad son una realidad alarmante. Casos como el de Miriam Moreno, quien fue agredida verbalmente por Epigmenio Ibarra, y el de María Elena Ferral, asesinada en 2019, son solo algunos ejemplos de la violencia que enfrentan las mujeres periodistas en México.

Imagen