La participación de Adrián Marcelo en la segunda temporada del reality show La Casa de los Famosos ha causado controversia sobre la normalización y perpetualización de la misoginia en los medios de comunicación y redes sociales. 

Aunque, las personas están cada vez más despiertas y dispuestas a denunciar y alzar la voz ante este tipo de acciones que promueven y fomentan la violencia, aún hay quienes defienden y justifican comportamientos como los de Adrián Marcelo escudándolo de ser humor negro. 

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Para conocer de qué manera este tipo de humor negro y la cultura de lo “políticamente incorrecto” refuerzan las concepciones de masculinidad tóxica, La Cadera de Eva entrevistó a Tomás Armando Llamas, coordinador de metodología de la organización GENDES, una organización que promueve las relaciones igualitarias entre hombres y mujeres.

Empecemos por lo básico. La masculinidad hegemónica se caracteriza por la necesidad de ser 100% heterosexual y repudiar lo femenino. La cultura patriarcal refuerza este comportamiento misógino a través de diferentes mecanismos como el humor negro que, por medio de burlas y chistes disfraza la violencia hacia otras personas principalmente mujeres y diversidad sexual, explicó Tomás Armando Llamas.  

No es humor, es violencia

"El humor negro puede ser una forma de violencia simbólica que perpetúa la cultura patriarcal, es una forma de disfrazar la misoginia y el machismo", mencionó Tomás Armando Llamas. 

Figuras públicas como Adrián Marcelo que durante su estancia en La Casa de los Famosos se burló de temas como la depresión e hizo comentarios sexistas sobre mujeres como Briggite Bozo, de quien se mofó de su cuerpo y puso en duda su historia de abuso, normalizan la masculinidad tóxica pues minimiza y justifican la violencia hacia los otros. 

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Al respecto, Tomás mencionó que la colusión de los medios de comunicación y las figuras públicas refuerza y normaliza la masculinidad tóxica al considerar que el humor negro o controversial es aceptable porque se hace viral, llega a un público más amplio, es decir, genera más rating

Esto es grave porque minimiza el impacto en la vida de las mujeres y diversidad sexual quienes mayormente son víctimas de estos comentarios misóginos, pues las personas que consumen este tipo de contenido pueden justificar los comportamiento misóginos porque no existe una autocrítica sobre este tipo de acciones. 

Lo anterior se explica porque, aunque Adrián Marcelo ha sido criticado por sus comentarios misóginos mantiene un gran número de seguidores. 

 "Es importante cuestionar los contenidos que consumimos y perpetúan comportamientos misóginos. Debemos hacer auto-observación, auto-escucha y autocrítica. La construcción de la masculinidad debe basarse en el buen trato como un estilo de vida, no individual, relacional y social", mencionó Tomás. 

Machismo en las nuevas generaciones

Pero no sólo es Adrián Marcelo, figuras públicas como Franco Escamilla y el youtuber conocido como El Temach también abonarán a normalizar la misoginia a través del "humor negro" y la cultura de lo políticamente incorrecto.  

En el caso de Franco Escamilla a través de sus "chistes" se ha burlado de la violencia contra las mujeres, como lo hizo en el caso del feminicidio de Debanhi Escobar en Nuevo León. 

Mientras que El Temach a través de "consejos" que buscan empoderar a los hombres enseñándoles cómo posicionarse respecto al rechazo de las mujeres, perpetúa estereotipos de género como cuando contó que terminó una de sus relaciones porque su pareja le pidió que doblara su ropa. 

Precisamente la validación social de estos comportamientos en redes sociales impacta de manera especial a las nuevas generaciones de jóvenes que se sienten atraídos por voces que refuerzan la masculinidad tóxica porque no cuestionan sus privilegios.

"Los jóvenes creen que ese es el modelo ideal porque además piensan que no están siendo violentos machistas, porque su único referente tal vez es que antes ser violento y machista era golpear a las compañeras, pero ahora hemos visibilizado también otras prácticas violentas como las simbólicas que son difíciles de identificar", explicó Tomás Armando Llamas. 

Al respecto, el experto detalló que los jóvenes no se cuestionan y los pocos que lo hacen son criticados duramente, por otros hombres quienes defienden sus privilegios.

"Los jóvenes no quieren cuestionar sus privilegios, no quieren revisar sus prácticas cotidianas, no quieren revisar sus violencias, no quieren hacer un trabajo personal", señaló Tomás. 

La misoginia se normaliza mediante contenido de humor negro o controversial cuando:

  • No se visibiliza la violencia hacia otros
  • No se hace autocrítica
  • Se valida socialmente
  • Se justifica y normaliza el comportamiento misógino
  • Se produce colusión entre los medios y las figuras públicas
  • No se hace auto-observación y autocrítica

Para empezar a cuestionar los contenidos que consumimos Tomás Armando Llamas menciona que es importante revisar el violentómetro y analizar qué tipos de violencias comentemos Y plantearnos las siguientes preguntas: 

  • ¿Qué beneficios me deja esto?
  • ¿Qué perjuicios me deja?
  • ¿Es el tipo de hombre que quiero seguir siendo?
  • ¿Cómo me relaciono con las mujeres y la diversidad sexual?
  • ¿Qué tipo de diálogos puedo entablar con otras personas para cuestionar mis comportamientos?

Además el experto señala que es importante buscar ayuda profesional, grupos de apoyo y bibliografía para iniciar un proceso de cambio, pues la construcción de la masculinidad debe basarse en el buen trato como un estilo de vida, no individual, relacional y social.

"La responsabilidad social es fundamental en la lucha contra la misoginia y el machismo. Debemos promover el buen trato como un estilo de vida para que nuestras vidas sean una fuente de placer y no de malestar", finalizó Tomás Armando Llamas.