En un panorama en el que los gymbros, maridos huberman y demás masculinidades refuerzan estereotipos de género e intentan dominar otros espacios de la política. Los criptobros han avanzado con los ojos cerrados a inversiones poco veraces, esta vez por recomendación del mismo titular presidencial de Argentina.
Javier Miler, presidente de Argentina prometió a sus seguidores en la red social X (antes Twitter) que la criptomoneda $LIBRA bajo el eslogan “Viva la libertad”, mismo que utiliza su gobierno, estimularía e incentivaría la economía del país fondeando pequeñas empresas con inversión privada. Bajo la idea de una supuesta libertad financiera, Milei mostró su apoyo hacia la nueva criptomoneda y se desencadenó una inversión masiva.
La moneda, que inicialmente equivalía a 30 centavos de dólar, alcanzó un valor de más de cinco dólares para después desplomarse. Ante la caída, quienes invirtieron en la criptomoneda denunciaron haber sido estafados por MIlei, quien después escribió una publicación en X diciendo que no tenía vinculación ni conocimiento exhaustivo sobre la moneda.
Hayden Mark Davis, fundador de la Kelsier, la empresa que impulsó la criptomoneda, y con quien el presidente de Argentina ya había sostenido un encuentro, declaró que reinvertirá todo el dinero acumulado en $LIBRA durante las próximas 24 a 48 horas.
En medio de la polémica y las acusaciones de estafa, Milei reposteó en X un instructivo sobre cómo comprar la moneda, lo que volvió a aumentar las inversiones en $LIBRA. Este conflicto ha desatado un fenómeno de enojo y euforia entre quienes dicen haberse sentido engañados por Javier Milei, especialmente en hombres simpatizantes del presidente.
El influencer financiero estadounidense “Ape” denunció en un vídeo en redes sociales haber perdido su dinero por influencia del presidente mientras gritaba y lanzaba un objeto de cristal contra la pared. “Tengo algo para ti. Voy a estar en las noticias argentinas todo el día de mañana y estoy trabajando en algo para recuperar todas la pérdidas de los millones de dólares que robaste”, dijo en un mensaje para Milei.
Criptobros y la relación con la masculinidad hegemónica
A lo largo de la historia occidental se ha relacionado a los hombres con actos temerarios, han sido representados como seres herméticos, rígidos y agresivos, dispuestos a saltar a la acción ante cualquier situación de peligro. Hace unos meses se hizo viral la tendencia “Hombre ser feliz”, que era la frase que le seguía a una oración como hombre lanzar piedra, hombre ver máquina, hombre ver carro.
El caso de la criptomoneda $LIBRA es una muestra de la hipermasculinización en el área de las finanzas. El término “criptobros” hace referencia a un grupo de hombres envueltos en el mundo virtual de las inversiones en internet, que con poco conocimiento presumen tener la capacidad de ganar dinero fácil de manera enfática y condescendiente.
Después de la caída de la criptomoneda, la reacción de los inversionistas hombres fue similar, enojo, furia, berreos y mucha decepción.
Esta actividad, relacionada con el riesgo de ganar mucho o perder todo, está relacionada con los ideales masculinos que ponen al los hombres en desventaja en situaciones de riesgo, y es que están socializados para no discernir entre el peligro, y por el contrario, aventurarse en busca de la “aventura”.
La masculinidad hegemónica, un término estudiado desde la década de 1980 por la socióloga australiana Raewyn Connell, propone que los hombres juegan el papel de un ideal social con normas prescriptivas representadas en todas las partes de la esfera social y cultural, es decir, se idealiza los rasgos estereotipados de la masculinidad, se erradican rasgos considerados femeninos y se reafirman los roles de género de dominación y sumisión.
Aunque el término es discutido por especialistas, podemos decir que esta idea binaria de la masculinidad tiene repercusiones en los hombres, y es que tan sólo en entre enero y junio de 2024, en México murieron más de doscientos mil hombres y entre las causas más frecuentes se encontraban los accidentes y agresiones (homicidio), según datos del Instituto Nacional de Estadística Y Geografía (Inegi).
Según el mismo informe, los hombres entre los rangos de 15 a 24 años, y 24 a 34, son quienes lideran la lista en la categoría de accidentes y agresiones, mientras que las muertes de adultos mayores a partir de los 45 años se da por enfermedades.
Los hombres jóvenes suelen enfrentar más riesgos relacionados con las actitudes violentas dictadas por una lógica machista e hipermasculina, por lo que las cifras de accidentes y mortalidad es más elevada durante esas edades y se vincula, en general, con las actividades que desempeñan los hombres dentro de los ideales del "macho fuerte" y sin miedos.