¿Qué imaginas cuando piensas en la violencia estructural?, el nombre hace referencia a una de las violencias que encontramos en todos los espectros de nuestra vida y que se alimenta de las asimetrías del poder para vulnerar y limitar el acceso a una vida libre de violencia, especialmente, a grupos históricamente vulnerados. 

Este tipo de violencia normaliza el orden de la opresión, el sometimiento y la subordinación bajo el disfraz de “cómo funcionan las cosas”; entender en palabras concretas la violencia estructural no es sencillo, sin embargo, si pudiéramos trazar un primer esbozo con una frase cotidiana esa sería: “Así es la vida y así es como ha sido siempre”. 

Este tipo de violencia naturaliza la supuesta inferioridad de las mujeres inscritas en normas que perpetúan la violencia. Además, se sostiene en relaciones de poder donde las mujeres son ultrajadas, carecen de reconocimiento y soportan dinámicas estructurales desfavorables, explica el artículo académico “Structural violence of gender”, de la Universidad Nacional de Colombia.

¿Sabías que la violencia de género también tiene una relación directa con la estructural?, la sociología Clotilde Proyever explica que la violencia estructural es todo el espectro que condiciona y hace posible que exista la violencia de género, pues se instaura dentro de nuestra cultura, familia, educación, sociedades e instituciones.   

Si te interesa entender a profundidad el significado de la violencia estructural, de dónde viene y cómo entenderla de manera simple, entonces sigue tu lectura con glosario feminista: “¿Qué es la violencia estructural y cómo podemos identificarla?”

Ya hemos atravesado por un primer acercamiento a la violencia estructural y ahora, es momento de aterrizarlo con una serie de ejemplos que te serán de ayuda para entender este concepto y poder identificarlo sin mayor complicación.

Ejemplos de violencia estructural

  • Los feminicidios son el síntoma de una estructura deficiente

Con frecuencia entendemos el feminicidio como la violencia física más extrema que se puede ejercer contra una mujer y no como un sistema que propicia la existencia de este fenómeno. La violencia estructural ha sido tierra de abono para la aversión y el odio contra los cuerpos feminizados, lo ha naturalizado a través de generar todas las condiciones para que las mujeres se vean atravesadas por situaciones que las vulneran, por ejemplo, la inseguridad como problema público, un sistema judicial deficiente, falla institucional, nula protección estatal, la justificación "biológica" de la violencia de los varones, el sexismo o la misoginia.

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Todas estas condiciones propician uno de los pilares más importantes con los que puedes identificar la violencia estructural: obstrucción de la libertad y el derecho a una vida plena. 

Algo que debes mantener presente es que la violencia estructural no sólo se encuentra en lo público, sino que al tratarse de un fenómeno tan grande, también se hace presente en nuestros espacios más íntimos como nuestro hogar, prueba de ello, lo encontramos en la violencia doméstica, otro ejemplo de violencia estructural que te explicamos a continuación.

  • Violencia doméstica y su relación con la violencia estructural

En nuestro país una mujer pierde la vida cada 37 horas a causa de la violencia doméstica; 8 de cada 10 veces el feminicidio es perpetrado por la pareja sentimental, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía. 

La violencia doméstica es concebida como un fenómeno de lo privado donde existe una sola dicotomía: la persona violentada y la violentadora. El problema de entender este tipo de violencia de manera tan horizontal es que se invisibilizan todas las estructuras que han encauzado a la existencia de este tipo de agresiones. 

¿Qué acontece en la vida de las mujeres para formar parte de un ciclo de violencia?, ¿qué estructuras ajenas a ellapermean en su vida?. En esta lectura interfiere la interseccionalidad, es decir, todo lo que abona para la existencia de la violencia doméstica en diferentes grupos de mujeres, por ejemplo, la edad, el contexto social, la formación académica e incluso, el espacio geográfico en el que habitan. 

La violencia doméstica no es una representación de la violencia que aparezca en los hogares de un momento a otro, es todo un sistema que ha permitido y culturalmente promovido la violencia psicológica y física, la manipulación, la cosificación de las esposas e incluso, el abuso sexual

¿Y sabes quiénes y qué está detrás de todo esto? Échale ojo a nuestro artículo de violencia sistémica donde te lo explicamos a detalle. 

  • La brecha salarial corresponde al orden estructural de las cosas

Aunque el tema de los salarios bien podría parecer un tema en la agenda pública que debió quedar atrás hace muchos años, la realidad es que parece acrecentarse cada año que pasa, sólo como un primer acercamiento, en 2022 la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos (ENIGH) reveló que un hombre gana trimestralmente 10 mil pesos más que una mujer por exactamente el mismo trabajo y las mismas horas laboradas. 

¿A qué se le atribuye que esta brecha salarial exista? La respuesta es simple: las estructuras son desfavorecedoras y asimétricas. 

Esta desigualdad no está relacionada a la meritocracia o a la falta de esfuerzo de las mujeres, sino que se sostiene en una serie de aristas que atraviesan a las mujeres y que limita su capacidad de acceder a mejores oportunidades, por ejemplo, podemos encontrar la cantidad de mujeres que abandonan el trabajo para maternar; las mujeres que viven acoso al interior de sus empresas; las mujeres que son minimizadas e ignoradas; las mujeres que no son contratadas por su género; las mujeres que no pudieron acceder a oportunidades de formación académica; mujeres que no pueden conciliar su trabajo en el hogar con el trabajo remunerado y la lista podría volverse cada vez más larga porque hay tantas estructuras que obstaculizan el derecho al desarrollo, como tantas experiencias de vida de cada mujer. 

¿Y si te dijéramos que el tono de piel y tu contexto geográfico es otra limitante para crecer en el ámbito laboral? Con esto nos acercamos a entender que la violencia estructural, también responde a órdenes raciales, patriarcales, sexistas y colonialistas.

  • La precarización de las mujeres agrícolas

En los campos de cultivo las mujeres ocupan uno de los roles más importantes como cuidadoras de la tierra, de las infancias, de los trabajadores, de los árboles, las cosechas y de la limpieza del hogar. Sus jornadas de trabajo inician muchas horas antes de que salga el sol, sin embargo, este grupo de mujeres difícilmente lograrán ser dueñas de la tierra que cultivan y recibir una retribución económica. 

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Carmen Diana Deere y Magdalena León señalan en su obra “La brecha de género en la propiedad de la tierra en América Latina” que las mujeres que trabajan en el rubro agrícola se encuentran sujetas a una estructura patriarcal que dificulta su autonomía y el acceso a una retribución económica por sus jornadas. Estas son las estructuras que las autoras identifican y que propicia que las mujeres agrícolas no logren ser dueñas de la tierra:

  • Preferencias masculinas en la herencia
  • Privilegios para el hombre en el matrimonio
  • Sesgos en la comunidad 
  • Programas del Estado sin perspectiva de género en cuanto a la distribución equitativa de tierra
  • Sesgo de género en el mercado de tierras

Todas estas estructuras desfavorables permean en su vida e invisibilizan su trabajo, esto paralelamente abona a que el derecho a la tierra continúe siendo un privilegio excluyente. 

Lee la entrevista que le realizamos a Laura, una mujer originaria de Tacámbaro, Michoacán que comparte su visión sobre el campo y el trabajo de cuidados dando click aquí y enteráte de qué trata el concepto de "feminización agrícola"