Amix prepara tu taza de té, café o tu miche porque vamos a desenredar el hilo que conecta a Javier “Chicharito” Hernández con Luis Castillejo, mejor conocido como “El Temach” y los incels. Y es que sí, el delantero de las Chivas más que destacar por sus habilidades futbolísticas está dando de qué hablar por sus comentarios machistas, demostrando que la polémica a veces anota más puntos que un golazo.
Empecemos por un poco de contexto… ¿por qué están funando al Chicharito?
Todo comenzó el 17 de julio y 19 de julio cuando el futbolista publicó varios videos que causaron controversia por sus comentarios machistas. Imagínate, en uno de ellos, con un tono irónico, soltó esta joya: “Entonces, ¿quieres a un hombre proveedor, pero para ti limpiar es opresión patriarcal? Interesante”, acompañando el mensaje con la descripción del hogar como “un templo” y no como patriarcado.
Pero no se quedó ahí, en un segundo video, Chicharito se puso más “profundo” y afirmó que las mujeres “están fracasando” al “erradicar la masculinidad” y nos invitó a “encarnar nuestra energía femenina” al cuidar y limpiar el hogar, describiéndolo como “el lugar más preciado para los hombres”, y sugirió que debemos “permitirnos ser lideradas por un hombre”.
Para entender mejor este tipo de discursos, hablamos con Jorge Zetina, responsable de prevención en GENDES, organización dedicada a trabajar con hombres para construir relaciones igualitarias. Zetina explica que, aunque Chicharito aparenta promover una masculinidad más emocional —va a terapia, dice que siente, habla de llorar—, en realidad mantiene intacta la lógica del varón como guía, protector y figura de autoridad moral. Cambia el tono, pero no la estructura: el hombre sigue al mando.
Y no solo eso… el futbolista se aventó un discurso machista que trató de disfrazar como “inspiracional” … Lo más irónico de esto es que a pesar de hablar de hombres "proveedores", Chicharito es acusado de su expareja Sarah Kohan de no pagar la pensión alimenticia de sus hijos Noah y Nala, y de ser un padre indolente, de acuerdo con el medio TMZ.
Y es que Sarah Kohan afirma que el futbolista, quien gana más de ocho millones de dólares anuales, no paga los 100 mil dólares al mes que ella exige de pensión. Además, también lo ha demandado por negarse a poner una cerca alrededor de la piscina por seguridad de los hijos y por meterse a la cama con ella sin su consentimiento a pesar de estar separados.
Así que ojo con el Chicharito, bueno, (con los hombres en general)…
De hecho, las reacciones al respecto no se hicieron esperar…
La actriz española Sara Sálamo criticó a Javier Hernández, señalando que sus comentarios “perpetúan un machismo rancio, violento y sistémico” y exigiendo una sanción por parte de la FIFA.
Pero la polémica no paró ahí, varias jugadoras del equipo femenil de Chivas, como Blanca Félix y Daniela Delgado, mostraron su rechazo al compartir un contundente mensaje de la activista Mariana Valle quien en sus redes sociales criticó a Chicharito, explicando que “la opresión no está en barrer, está en que durante siglos barrer, cocinar y cuidar fueron asignados como un destino biológico para las mujeres, mientras proveer se convirtió en el privilegio masculino de salir al mundo”.
Más allá de la polémica es importante señalar que este tipo de declaraciones podrían incluso llevar a una sanción para el futbolista por parte de la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) bajo sus artículos de probidad y respeto.
¿En qué se parecen el Chicharito y Temach?
Tanto Javier "Chicharito" Hernández como Luis Castillejo, "El Temach", presentan varias similitudes en sus discursos y en el impacto que generan, especialmente en relación con los roles de género y las masculinidades. Ambos han sido señalados por promover ideas que refuerzan el machismo y la misoginia.
El Temach, un tiktoker y youtuber conocido por dar “consejos” a hombres sobre cómo relacionarse con mujeres. Su concepto central es el “Modo Guerra”, una filosofía para “empoderar” a los hombres y enseñarles a manejar el rechazo femenino, llegando incluso a calificar a las mujeres según sus experiencias. Esto le ha valido ser tildado de machista y misógino, y ha sido cancelado en varias ocasiones.
Como te contamos en esta nota, El Temach es un promotor clave de la “filosofía” 'red pill', donde los hombres creen que “han despertado” de una realidad supuestamente impuesta por el feminismo.
Según esta "filosofía", las feministas buscan “tener derechos sin tener responsabilidad” y “desean tener tanto los privilegios masculinos como los femeninos, alterando así el equilibrio entre géneros”.
La 'red pill' es considerada como “otra forma de nombrar la violencia machista que se encuentra arraigada en la sociedad”. Dentro de esta 'red pill' se encuentran los 'incels' (célibes involuntarios), que se definen como víctimas y cuyos discursos están cargados de machismo y misoginia, justificando estas posturas como “naturales”.
Paralelamente, las ideas de Chicharito también resuenan con las tradwifes (esposas tradicionales), un movimiento que promueve el regreso de la mujer a un rol de esposa sumisa y ama de casa, replicando roles de género convencionales de los años 50 y 60.
Como te contamos en esta nota, las tradwifes abogan por la sumisión económica a sus maridos y por dedicar su vida únicamente al hogar y a “servir” a sus esposos. Desde una perspectiva feminista, este movimiento es considerado machista porque refuerza estereotipos, desvaloriza el trabajo femenino fuera del hogar, ejerce presión social y cultural sobre las mujeres y representa un retroceso en la lucha por la igualdad de género y la autonomía femenina. Es una fachada "suave" para ideas más radicales y violentas.
Ok, pero esto qué tiene que ver con la masculinidad tóxica
Jorge Zetina, explica que, aunque Chicharito busca proyectar una masculinidad que se "trabaja emocionalmente", que va a terapia y se muestra vulnerable, desafiando el mandato tradicional de no mostrar debilidad, mantiene intacto su rol de guía o protector” y su figura de “conocimiento superior al resto”, lo que refuerza su autoridad moral.
En contraste, El Temach representa una versión “más dura o apegada a los mandatos patriarcales” con ideas como el “Modo Guerra”, donde la vulnerabilidad es una muestra de debilidad, enfocándose en la disciplina y la superioridad jerárquica.
La clave, según Zetina, es que ambos “comparten una premisa del hombre como figura que sigue al frente, que sigue dominando”. La diferencia radica en que Chicharito “suaviza un poco más este discurso desde esta empatía o emocionalidad”, mientras El Temach es “más confrontativo de forma explícita”.
Estos discursos, ya sean los "suaves" de Chicharito o los "duros" de El Temach y los 'incels', están ofreciendo un antídoto rápido a lo que Zetina denomina “crisis o heridas masculinas contemporáneas”.
Buscan llenar vacíos como la incertidumbre de estatus (ante la pérdida de privilegios, prometen recuperar la centralidad masculina), la soledad afectiva (proveyendo una comunidad y un lenguaje para nombrar frustraciones), y la fragmentación de identidad (simplificando problemas estructurales y "culpando a los otros" para evitar la autorreflexión).
La cultura digital juega un papel crucial, ya que como explica Zetina los algoritmos de las redes sociales refuerzan y priorizan aquellos discursos que “movilizan emocionalmente o que llevan a la polarización”.
Esto significa que tanto los mensajes de "sé emocional, vive tus emociones" (Chicharito) como los de "sé alfa, sé superior, no seas débil, puro modo guerra" (El Temach) tienen el mismo efecto: generan “reacciones fuertes” y mantienen a los jóvenes “más tiempo en estos espacios digitales”.
Aunque parezcan diferentes, cumplen la misma función: mantener la atención y el compromiso con narrativas que, en el fondo, refuerzan valores patriarcales como la fuerza, la autosuficiencia y la productividad.
Lo más importante, desde una perspectiva feminista, es que mensajes como los de Chicharito, aunque hablen de emociones y parezcan inofensivos, pueden terminar reforzando ideas tóxicas si no hay un enfoque crítico detrás.
Al invitar a no sentir malestar y enfocarse solo en sentirse bien, poderoso y exitoso, estos mensajes refuerzan la autosuficiencia y la productividad, valores profundamente arraigados en el patriarcado.
Como explica Jorge Zetina: si no se cuestionan las estructuras patriarcales, estos discursos, incluso los que aparentan progreso, terminarán fortaleciendo las diferencias jerárquicas y produciendo más violencia y desigualdad.
Para que los hombres jóvenes encuentren una identidad saludable, se necesitan espacios colectivos que inviten a la autogestión y a cuestionar la estructura de poder. Esto implica reconocer privilegios, practicar la corresponsabilidad en los cuidados, usar la vulnerabilidad para construir relaciones igualitarias y fomentar vínculos horizontales que reconozcan la diversidad y la justicia social.
El Chicharito y El Temach son diferentes piezas de un mismo rompecabezas patriarcal. Aunque parezcan distintos en su presentación (uno el "coach emocional", otro el "gurú de la guerra") todos contribuyen a la misma imagen final: la resistencia al cambio y la nostalgia por un sistema donde la masculinidad tradicional mantiene su jerarquía.