La lucha de las colectivas feministas y mujeres mexicanas por la legalización del aborto en México ha logrado avances significativos en los últimos años pero aún queda un largo camino que recorrer para que la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) sea una realidad en todo el país.
Han pasado 17 años desde que la Ciudad de México abrió paso a la despenalización del aborto en nuestro país, lo que ha permitido a más de 273 mil mujeres ejercer el derecho a decidir sobre su propio cuerpo, de acuerdo con los datos del gobierno capitalino.
A casi dos décadas de ese hito, aún está pendiente que 19 entidades del país legislen sus leyes y códigos penales para que el acceso al aborto sea legal y seguro. Actualmente, distintas organizaciones feministas que han estado detrás de esta lucha han presentado juicios amparos en los estados faltantes para que los congresos estatales avancen en la legislación y despenalización del aborto, en respuesta a la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que declaró inconstitucional considerar el aborto como un delito en México.
¿Podríamos tener un “Roe vs. Wade” mexicano?
Melissa Ayala, coordinadora de litigio del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), nos explicó en una charla con medios de comunicación esta semana que, si bien esperan que el aborto sea legal para 2025, con base en el avance que han visto, hay una enorme preocupación por lo que sucederá si se concreta la reforma al Poder Judicial que impulsó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“La reforma al Poder Judicial señala que se van a escoger por voto a juezas, jueces, magistrados y ministros, pero ¿qué ocurrirá si estos van a deberse a su electorado?, ¿presentarán propuestas que apelen a la comunidad donde viven porque va a ser la única forma de ganar votos?”, nos dijo la abogada feminista.
Y es que de acuerdo con Ayala, si se aprueba la reforma como actualmente está pensada, se podrían escoger a personas juzgadoras que están en contra del aborto, de los derechos de la comunidad LGBTQ+ y de otros grupos minoritarios, lo que podría echar atrás el avance que se ha logrado en todos estos años.
Melissa Ayala recordó el caso de la sentencia conocida como “Roe vs. Wade” en Estados Unidos, la cual garantizaba el derecho al aborto en el país desde 1973 y fue anulada por la Corte de Suprema de Estados Unidos en 2022, lo que abrió el camino para que los estados penalizaran el aborto. Actualmente en 14 estados que están gobernados por republicanos el aborto está prohibido con excepciones muy limitadas.
En nuestro país se tienen registrados al menos 12 grupos antiderechos y de ultraderecha con agendas antiaborto y LGBTfóbicos, como documentamos hace unos días en esta nota, por lo que no es lejano a la realidad pensar que algo como lo que sucedió en Estados Unidos podría pasar en México.
¿Cómo avanza la despenalización en México?
Por ejemplo, hace unos días fuimos testigo de cómo los grupos integrados por el Frente Nacional por la Familia, retrasó la discusión de la despenalización, bloqueando las puertas de entrada al Congreso del estado, donde se iba a discutir su aprobación.
Afortunadamente, colectivas pro derechos y morras poblanas lograron abrirles paso a las y los legisladores para que pudieran llegar a la votación y con ella, convertir a Puebla en la entidad número 13 en aprobar la interrupción legal del embarazo.
Actualmente, las entidades que han reformado sus leyes para que las mujeres puedan acceder a un aborto son: Ciudad de México (2007), Oaxaca (2019), Hidalgo (2021), Veracruz (2021), Coahuila (2021), Baja California (2021), Colima (2021), Sinaloa (2022), Guerrero (2022), Baja California Sur (2022), Quintana Roo (2022) y Aguascalientes (2023).
En abril de este año, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito le ordenó al Congreso de Jalisco, despenalizar el aborto, sin embargo aún está pendiente que se derogue de su código penal, de acuerdo con GIRE.
Así vemos que aunque la marea feminista sigue pintando de verde el mapa de nuestro país, aún existen varios retos y trabas para que las mujeres puedan acceder a abortos seguros y dejen de ser criminalizadas por decidir sobre sus cuerpos.
Esta semana también documentamos en La Cadera de Eva que aunque fue un gran avance que en Puebla se despenalizara el aborto, en los municipios más periféricos de la entidad no está garantizado el servicio médico gratuito y seguro para las poblanas, pues en algunos hospitales públicos no tienen abasto de las medicamentos para realizar el aborto y en muchos casos, el personal médico se niega a practicarlo con todo y los amparos que se han ganado para acceder a este derecho.
Deseamos un país donde la autonomía y la dignidad de las mujeres se respeten plenamente, y donde las barreras geográficas no determinen la calidad de los derechos que pueden ejercer, desde el periodismo tenemos la responsabilidad de informar con datos basados en la ciencia y con un compromiso en los derechos de todas, todes y todos.
Los estados que han dado el paso —que es obligado— hacia la despenalización han demostrado que es posible priorizar la vida y la seguridad de las mujeres, que es posible construir un entorno donde ellas no tengan que enfrentarse a un sistema de salud que les niega este derecho y a un Estado indolente frente a sus necesidades.
Celebramos la lucha de Puebla y reconocemos la lucha de todas las mujeres que han puesto su cuerpo para que la marea verde avance en todo el país. También nos alertamos por las amenazas y desafíos que aún están latentes.
Para cerrar esta Editorial recordamos la frase de la filósofa argentina Diana Helena Maffía: “No les importa la vida, les molesta que las mujeres decidan”.