El cáncer de cuello uterino o cérvix es un tipo de cáncer que se origina en las células del cuello del útero, el cual no solo afecta a las mujeres cisgénero, es decir, no importa el género ni la orientación sexual que tengas porque cualquier persona con cuello uterino puede padecer esta enfermedad.

Aunque usualmente vemos que la prevención de este tipo de cáncer, que también es conocido como cáncer de cérvix, está enfocada en mujeres cis, la organización de Jóvenes x una salud integral en México, lleva más de 10 años trabajando en visibilizar la importancia de informar sobre la prevención de cáncer de cuello en lesbianas, bisexuales, no binarias y queer.

Mariana Cruz, coordinadora de programas de la organización Jóvenes por una Salud Integral, explica en entrevista con La Cadera de Eva sobre los retos que enfrentan las disidencias al momento de asistir a los servicios de salud para tener más información sobre la prevención y detección de esta enfermedad.

El cáncer de cuello uterino en lesbianas, bisexuales y queer

La organización Jóvenes x una salud integral ha reconocido a lo largo de los años que llevan trabajando que la desinformación persiste en los centros de salud, por un lado desconocen las prácticas sexuales que tienen las personas lesbianas, bisexuales, no binarias y/o queer.

Incluso se llega a pensar que “nuestras prácticas sexuales no son prácticas sexuales” y eso hace que el personal de salud tenga la idea de que las personas lesbianas, por ejemplo, no enfrentan ningún riesgo de alguna infección de transmisión sexual ni de nada

“Al no reconocer nuestras prácticas sexuales pues se promueve la desinformación en cuanto a que a nosotras no nos pasa nada. No es necesario que nos hagamos pruebas de papanicolau, que nos hagamos una colposcopia”, señala la también psicóloga Marina Cruz.

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Por otro lado, el sistema de salud todavía es heteronormativo, es decir, que está pensado desde las prácticas y necesidades de los hombres y mujeres cis: “eso coloca como en una situación vulnerable a lesbianas, a bisexuales, a personas no binarias, etcétera”, señala Cruz.

Por ejemplo, las campañas de prevención de Virus de Papiloma Humano (VPH), que además es el virus que está directamente relacionado con el desencadenamiento de cáncer en el cuello del cérvix, solo están dirigidas para mujeres cis

El cáncer afecta a todas y todos, pero no de igual forma

El VPH es la causa de más del 95% de los casos de cáncer de cuello uterino. En 2022, se registró la muerte de 350 mil mujeres por cáncer de cuello uterino, y se registraron alrededor de 660 mil nuevos casos, de acuerdo con la UNICEF.

Otros de los retos es que no hay registro de cuántas de esas 350 mil muertes son personas disidentes: “No hay registros de cuántas de las mujeres que mueren de cáncer son lesbianas o bisexuales o son personas de la población LGBT o no heterosexuales”, comenta Mariana Cruz, quien lleva diez años trabajando temas de acceso a la salud libre de discriminación y derechos de lesbianas y bisexualas en México.

Por otro lado, el que no existan registros sobre esta población  no permite que se dimensione el problema y no se generen políticas públicas enfocadas a las necesidades de las personas disidentes. 

Aunque un movimiento lésbico y bisexual ha buscado herramientas para la difusión de la prevención de infecciones de transmisión sexual, no hay métodos de barrera garantizados y pensados para las disidencias. 

 “La realidad es que en el mercado tampoco hay métodos planificados o hechos específicamente para nuestras prácticas a los que además podamos tener acceso”, aclara Mariana Cruz. 

Todas estas circunstancias “generan una barrera para garantizar la prevención de las ITS en general”, puntualiza la experta. 

Prevención del cáncer de cuello uterino 

La manera más efectiva para prevenir el cáncer, son las vacunas contra el VPH, de acuerdo con la UNICEF pueden proteger de hasta el 90% de los casos. Por otro lado, las pruebas de detección es otra forma eficaz para diagnosticar este tipo de cáncer.

Sin embargo, de acuerdo con esta misma organización internacional, muchas mujeres y niñas no tienen acceso a estas pruebas. 

La organización Jóvenes x la salud integral están realizando este mes talleres sobre la prevención del cáncer uterino y de mama en personas LGBTQ+. En este sentido, exploran cómo se protegen al realizar sus prácticas sexuales y a detectar cuáles son. 

Además de los talleres, también han trabajado con el personal de salud de la Ciudad de México, para que exista “un acompañamiento en salud en general, pero principalmente enfocado también a la salud sexual”, indica Mariana Cruz. 

“Abordamos primero es el conocimiento de nuestro cuerpo y el cuidado de él. Identifiquemos como cuáles son las cosas que son normales y qué cosas pueden hacer que nuestro cuerpo nos esté diciendo algo no está bien en cuanto a nuestra salud sexual”, cuenta la experta. 

Finalmente, Mariana hace una invitación a la comunidad LGBT+ a asistir a los talleres que se seguirán realizando en el marco del “Octubre Rosa” mes de la prevención del cáncer de mamá y cuello uterino.

El octubre rosa no solo es heterosexual, el Octubre Rosa nos involucra a todas las mujeres y con nuestras propias diversidades y nuestras vivencias y es importante hacernos también, apropiarnos de esa información y de esas herramientas para poder cuidar nuestro cuerpo y atenderlo en caso de que sea necesario”, concluye.