¿Sientes que las facturas y los gastos después de las fiestas te están sobrepasando? ¿Te sientes como si estuvieras viviendo de “quincena a quincena”? No estás sola. La cuesta de enero es un fenómeno económico que se siente especialmente en el primer mes del año, y es un desafío que enfrentan muchas personas en nuestro país.

La euforia de las fiestas decembrinas puede ser emocionante, pero también puede ser un momento de ilusión financiera. Con el aguinaldo y las ventas incrementadas, es fácil sentir que tenemos un poco más de dinero en el bolsillo. Sin embargo, enero es un momento de vuelta a la realidad. El dinero extra se acaba, y las responsabilidades financieras comienzan a acumularse.

Pero, ¿por qué sucede esto? La respuesta es simple: en enero, nos enfrentamos a la acumulación de gastos que se hicieron durante la temporada decembrina. Las tarjetas de crédito, los servicios, las membresías y las deudas  se suman para crear un granito de estrés financiero. Es como si la fiesta de diciembre se hubiera acabado, y ahora es hora de pagar la cuenta.

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La cuesta de enero golpea más a las mujeres

El estrés financiero es un problema que afecta a muchas personas, pero según los datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México el 62.4% de quienes lo padecen son mujeres.

En entrevista para La Cadera de Eva, María Elena Esparza Guevara, presidenta de Ola Violeta e intregrante del Consejo Ciudadano, señaló que una de las razones principales es que las mujeres suelen tener la responsabilidad económica de sus hogares. De acuerdo con el INEGI, una tercera parte de los hogares en México son encabezados por una jefa de familia, quien tiene la responsabilidad de proveer no solo cuidado, sino también económicamente.

Esto significa que las mujeres tienen que hacer frente a la brecha salarial y laboral, y suelen tener menos oportunidades en la economía formal. Además, las mujeres suelen estar más empleadas en trabajos informales y ganan menos que sus pares hombres.

Otra razón por la que las mujeres son más afectadas por el estrés financiero es que son más vulnerables ante los préstamos fáciles, también conocidos como "montadeudas". Estas aplicaciones de préstamo fácil pueden parecer atractivas, pero en realidad pueden llevar a una situación de deuda impagable, explica María Elena Esparza Guevara.

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El estrés también afecta a la salud

La Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI) de 2023 reveló que dos de cada tres mexicanos padecen estrés financiero en un nivel alto o moderado. 

Las tres principales preocupaciones financieras en México son los gastos inesperados (36.4% en mujeres y 31% en hombres), los de alimentación (21.9% en mujeres y 20% en hombres) y los escolares (20.6% en mujeres y 14.8% en hombres), según la ENSAFI. Esto nos da una idea de los desafíos financieros que enfrentamos las mujeres en nuestro país.

Esto también puede  traducirse en malestares físicos como dolor de cabeza, gastritis, colitis y cambios en la presión arterial, así como impactos psicológicos como problemas de sueño o trastornos en la alimentación. ¿Te ha pasado?

La importancia de hablar sobre las emociones

El estrés financiero no solo es un problema económico, sino también emocional. María Elena Esparza Guevara menciona que la ansiedad y la preocupación por nuestras finanzas pueden generar un ciclo de estrés que es difícil de romper.

La mente no para de trabajar, buscando soluciones y alternativas para solventar nuestras deudas y problemas financieros. Incluso cuando apagamos las luces y nos acostamos, la mente sigue trabajando, lo que puede llevar a trastornos del sueño y una sensación de agotamiento constante.

Otras emociones recurrentes son la frustración y la tristeza. Al respecto, María Elena Esparza Guevara explica que aunque estas emociones son naturales, es importante tener cuidado con la tristeza, ya que puede ser la semilla de la depresión, una condición grave que puede llevar a pensamientos de desesperanza y, en casos extremos, a tentativas suicidas.

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Es importante destacar que la tristeza y la depresión afectan de manera desproporcionada a las mujeres. Según la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI) de 2023, la tristeza afecta en promedio al 40 y 42.6% de las mujeres, mientras que solo al 31.9% de los hombres.

Sin embargo, las mujeres son más propensas a hablar sobre sus emociones y a buscar ayuda, mientras que los hombres pueden sentirse más estigmatizados por hablar sobre sus emociones, lo que puede hacer que sea más difícil para ellos buscar ayuda.

Estos son algunos datos del Consejo Ciudadano sobre estrés financiero en México:

  • Las personas que reportan estrés financiero sienten miedo (57.1%), preocupación (20.9%), angustia (7.7%) y desesperanza (5.5%).
  • El estrés financiero no solo es un problema de las grandes deudas, sino que también puede ser un problema de las pequeñas deudas que se acumulan y generan ansiedad y preocupación: el 40% de los casos que atiende el Consejo Ciudadano es por deudas de mil pesos.
  • El estrés financiero afecta a personas de todas las edades, desde 18 a 45 años.
  • Los estados de México, Jalisco, Coahuila, Puebla y Guanajuato son los que más reportes reciben.

Un desafío que podemos superar

La cuesta de enero puede ser un momento difícil para muchas personas, especialmente aquellas que no están preparadas para enfrentar los gastos y deudas que se acumulan después de las fiestas. 

Sin embargo, hay varias estrategias que pueden ayudar a las personas a prepararse y evitar los problemas financieros que tanto nos causan estrés. Estos son algunas recomendaciones María Elena Esparza Guevara:

  • Buscar apoyo profesional: el Consejo Ciudadano ofrece un servicio de apoyo psicológico gratuito y sin límite de tiempo, disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Esto es importante porque el estrés financiero puede afectar la salud mental y requiere la atención de un especialista en salud mental.
  • Priorizar los problemas: hacer una lista de los gastos y deudas y jerarquizarlos según su importancia y urgencia puede ayudar a enfocar los esfuerzos en resolver los problemas más graves primero. Por ejemplo, si se tiene una deuda con una alta tasa de interés, es importante atacar esa deuda primero.
  • Hacer un presupuesto y desarrollar la salud financiera: esto puede ayudar a identificar áreas en las que se puede reducir el gasto y aplicar ese dinero para pagar deudas o ahorrar. Una buena idea es hacer una lista de los gastos e ingresos para detectar dónde se está perdiendo dinero y cómo se puede reducir el gasto.
  • Ahorro: es una cultura que se debe fomentar, pero es importante ser realista y reconocer que no todos pueden ahorrar. Hay muchas personas que viven al día y no tienen la capacidad de ahorrar, especialmente las jefas de familia que tienen múltiples jornadas laborales y responsabilidades domésticas. En estos casos, es importante ser comprensivo y no generalizar el consejo de ahorrar, ya que puede ser imprudente y no reconocer la realidad que viven miles de hogares.

Es importante reconocer que cada persona tiene una situación única y que no todos pueden ahorrar o seguir los mismos consejos. La clave es encontrar un enfoque personalizado y flexible que se adapte a las necesidades y circunstancias de cada persona.

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