Desde 2019, el Grupo de Apoyo Colibrí ha brindado ayuda a diversas personas que viven con VIH en Cuernavaca, Morelos. Sin embargo, su labor podría verse interrumpida debido a que ha recibido una serie de violencias y agresiones serofóbicas por parte de los vecinos de la comunidad.

"Pasamos de que teníamos super buena relación con los vecinos, ya que las infancias venían a clases acá, después comenzaron algunos comentarios primero por parte de ellos, a que crecieron agresiones físicas bastante fuertes. Hace poco la persona que nos renta dijo que teníamos que desalojar el espacio antes del 13 de octubre", dijo Adriano Arte, coordinador general de Grupo de Apoyo Colibrí, en entrevista con La Cadera de Eva.

Adriano Arte y Dorian Adame, coordinadora de Apoyo a adolescencias y compañera del Grupo de Apoyo Colibrí, narran que al inicio se llevaban bien con la comunidad, incluso organizaban actividades como talleres, entregas de despensas con ayuda de los vecinos, quienes se veían beneficiados. 

¿Qué pasó con el Grupo de Apoyo Colibrí en Cuernavaca

Pero, desde hace unos meses la relación se tensó y cambió. Primero comenzaron con comentarios homofóbicos. Después las agresiones crecieron a aventarles piedras hacia el espacio, así como orinar en el techo del refugio e incluso inventar que vendían drogas. 

Esto ha escalado al punto de que Adriano Arte fue golpeado a unas cuadras del refugio cuando se dirigía a ver a un paciente de reciente diagnóstico. Además, los usuarios del Grupo de Apoyo Colibrí también afirman que han recibido este tipo de agresiones cuando acuden a las instalaciones.

"Los vecinos nos alejaron de ser parte de esta comunidad para convertirnos en personas extrañas, en parias casi casi del espacio en donde vigilan cada uno de nuestros movimientos, checan qué hacemos y qué no hacemos, donde incluso personas que han convivido con ellos porque son quienes nos apoyaban en las actividades ahora son gente extraña que viene de fuera", expresó Adriano Arte.

Adriano Arte y Dorian Adame mencionan que la situación se ha vuelto insostenible, pues se sienten vigilades las 24 horas del día, incluso han dejado de salir para ya no ser víctimas de más agresiones por vivir con VIH. Elles ya no pueden comer, ni dormir tranquilamente porque los vecinos de esta comunidad les han enviado mensajes en los que queda claro que no son bienvenidos y quieren que se vayan.

Agregan que no han denunciado ante las autoridades correspondientes porque ellos también se han unido al acoso en su contra. 

En 2022, a nivel nacional el 28.7% de la población de 18 años y más estuvo de acuerdo con la frase "convivir con personas que viven con SIDA o VIH siempre es un riesgo", de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2022.

Las personas con VIH tienen más dificultades para rentar una casa

Debido a la ola de agresiones en su contra, el dueño del edificio en el que se encuentra Grupo de Apoyo Colibrí les pidió que se mudaran bajo el argumento de que no podían entrar personas extrañas al lugar, refiriéndose a las personas en situación de calle que acudían en busca de ayuda.

Durante su búsqueda de un nuevo lugar en el que puedan establecer el refugio se han topado con que las personas no quieren rentarles porque viven con VIH. Esto es grave, ya que el 34.8% de la población de 18 años y más no estaría dispuesta a rentarle un cuarto de su casa a una persona que vive con SIDA o VIH.

Otro de los problemas a los que se han enfrentando son los grandes precios en los que se ofertan los departamentos. "En la búsqueda por un espacio para poder seguir con nuestra labor, nos dicen 'es que no le puedo rentar a una persona que está enferma de SIDA'. Comentarios que rayan en niveles de lo absurdo", dice Adriano Arte.

La ENADIS 2022 estima que 14.6% de la población de 18 años y más no estaría de acuerdo en contratar a una persona que vive con SIDA o VIH, se lee en la encuesta. 

Les activistas denuncian que se podría perder un espacio muy importante para las personas en situación de vulnerabilidad en Cuernavaca y en Morelos, un lugar que era un refugio para las personas que se enteraban que tenían VIH. Para poder encontrar un nuevo sitio en el que puedan seguir con su labor, Grupo de Apoyo Colibrí organizó una colecta de donaciones.

Es necesario poner atención a los discursos de odio en contra de las personas con discriminación, pues este tipo de discursos también pueden traducirse en agresiones en contra de los, las y les activistas. La discriminación es muy peligrosa porque impide que las personas tengan acceso a sus derechos como una vida libre de violencia.