"Y lo sabes de mujer", la frase que nació en entre las trabajadoras sexuales trans y terminó por convertirse en una parte cotidiana del lenguaje popular, nos recuerda el poder de reconocer la palabra como herramienta de lucha y también, es un ejercicio de introspección prioritario; cuestionar qué decimos y reconocerlo, es parte de la reivindicación.
En semanas recientes, estalló en la cultura popular decir "es de mujer" o "y lo sabes de mujer" a manera de reafirmar una idea, la viralización de decirlo se dio luego de que influencers lo replicaran en su contenido y transmisiones en redes, sin embargo, el origen proviene gracias a personajas como Wendy Guevara o Vanessa Vázquez labios 4K; mujeres trans y trabajadoras sexuales.
Tras la viralización, el decir "y lo sabes de mujer", pasó a convertirse en una mofa constante en grupos de internet y en una muletilla entre muchas personalidades de internet como Yeri Mua o Daniela Rodrice, mujeres con millones de seguidorxs.
Para entender qué sucede con esta frase y cómo podemos cuestionar los discursos transfóbicos, entrevistamos a la activista Victoria Sámano, quien ataja que, todo lo que gira alrededor de esta y muchas otras frases, es una ventana para que las personas también volteen a ver las violencias que las atraviesan.
En México, por cada mil mujeres trans, 15 son asesinadas, un número que duplica la cantidad de feminicidios (6 por cada mil habitantes), siendo, en promedio, asesinadas a los 33 años, el rango de edad más joven en comparación a otros crímenes de odio de la comunidad LGBTTTIQ+, señala el informe anual de Letra S "Los rastros de la violencia por prejuicio". Asimismo, las principales ocupaciones de estas mujeres eran:
- Trabajadora sexual
- Empleada
- Estilista
- Empresaria
"Y lo sabes de mujer"... ¿o no?
Esta expresión forma parte de la socialización de las personas trans y más específicamente, entre mujeres que ejercen el trabajo sexual. Los significados son muchos y es aplicable en distintos contextos, pero particularmente, es una manera de reafirmarse, reconocerse y crear comunidad.
"Esta frase de ´es de mujer´, es una forma de validarnos, válida nuestro género y es parte de cómo socializamos, pues las personas de la diversidad lo hacemos de manera diferente a como lo hace el sistema heteronormativo que nos impone una forma de comportarnos y, esencialmente, las personas trans creamos una manera diferente de ser y eso también incluye el lenguaje", explica en entrevista.
El origen de estas frases y palabras, deviene de la exclusión y el rechazo que las atraviesa; producir un argot entre esta comunidad que sólo sea entendible entre ellas les ha permitido desarrollar un sistema de autodefensa y pertenencia, algo que Victoria Sámano reconoce señalando cómo se da pie a crear frases para protegerse entre ellas, palabras que significan que están en peligro, que están siendo agredidas, que no están cómodas y también, crean un discurso político para desafiar al sistema con frases como "es de mujer".
"Nos dicen cómo es correcto ser mujer, lo que tienen que ser y nosotras, como mujeres trans, no nos validan, ni nos reconocen. Utilizamos el término ["es de mujer"] para burlarnos de lo que la sociedad nos ha negado que somos, es una mofa y una crítica", explica.
¡Qué radical!
¿Entonces, ya no se puede decir nada? Al contrario, la viralización de esta frase es un triunfo que aún está incompleto. No se trata de ya nunca poder decirlo, Victoria Sámano señala que no es una prohibición, sino todo lo contrario: "Se han apropiado de esto sin reconocer qué hay detrás, no dicen: tomaré esto, pero también reconozco lo que están viviendo, toman lo que necesitan, pero continúan abandonando y rechazando a esta población".
En este sentido, surge otro tema importante: la perpetuación de los estigmas sobre las mujeres trans.
Desde la perspectiva de la activista, las mujeres trans son vistas como algo que ella define como "un chiste, un estuche de monerías". El gran sentido del humor es algo que las caracteriza y les ha valido una gran aceptación dentro de las comunidades de internet, sin embargo, para Victoria Sámano esto ha sido una manera de resistir y sobrellevar todas las condiciones violentas que las han atravesado.
"A las mujeres trans nos ven como un chiste y que siempre tenemos un gran sentido del humor... Hemos generado este sentido como un mecanismo de defensa, el burlarnos de lo que nos está sucediendo o nos sucedió, es para que no continúe afectando. Sabemos que esto puede generar mucha molestia entre las personas que retoman parte de nosotras, pero sólo retoman lo que les resulta gracioso", explica.
Karina Torres, influencer y gran figura popular entre la comunidad LGBTTTIQ+ de internet.
Para la activista, el lenguaje y estas frases son resultado de crecer en las calles y de muchas peleas por sobrevivir.
La conexión con programas drags
Programas relacionados a la cultura drag han sido un estallido enorme en México, logrando incluso producir contenido nacional con múltiples figuras de gran alcance popular. Estos programas también han producido que muchas otras frases sean viralizadas y replicadas entre algunos grupos... para violentar.
Para la activista, el principal sector que consume estos programas son hombres gays cisgénero y lamenta que, dentro de este grupo, existen múltiples discursos de transfobia y misoginia que son reiterados a través del argot trans.
"Desde hace muchísimos años los hombres gays cis han dejado de vivir las violencias que las personas trans seguimos viviendo, de cierta forma, se han despolitizado, perdieron esa empatía. Entonces, cuando nosotras salimos a decir que algo no está bien, nos llaman extremas (...) Es sencillo decir las cosas cuando tu vida no está siempre en riesgo", señala.
De acuerdo con Letra S, 5 de cada 10 homicidios violentos y expuestos en espacios públicos, pertenecen a mujeres trans; en su mayoría son asesinadas por dos o más personas. La realidad de este sector es abrumadora, reconocer a estas mujeres va más allá de retomar sus frases y adaptarlas a nuestros contextos; se trata de nombrarlas, reconocer el transfeminicidio como un problema público, la existencia de la transfobia, del abandono del Estado a esta comunidad, de los crímenes de odio y de una batalla que libran diariamente las trabajadoras sexuales trans en México.
Sí, digamos "es de mujer", pero también, acuerpemos, porque en la lucha contra el odio, no basta con reírnos de las frases de Vanessa, Wendy, Paola o Karina, se necesita del actuar corresponsable de todxs para frenar la violencia del segundo país con mayor número de transfeminicidios del continente.