Emilia Almanza lleva más de 10 años profesionalizándose en salud menstrual, comenzó dando información sobre la copa menstrual pero poco a poco notó que más que un insumo de gestión menstrual era un instrumento político. Después de un tiempo brindó espacios de menstruación consciente como charlas, talleres, cursos.

"Poco a poco fui montando mi propuesta de educación menstrual sin saber que así se llamaba, porque de lo último de lo que hablaba era de formas de gestión menstrual y la copa. Empezaba desde la historia de la menstruación, cómo se creó el tabú y estigma, por qué es tan mal visto mancharnos, por qué menstruar es político", comentó Elia Almanza en entrevista con La Cadera de Eva. 

Alicia Rangel, integrante de la Red de Educadoras Menstruales, comenzó a hablar de menstruación hace más de siete años. Primero compartía información con la que se encontraba, pero después de un tiempo decidió formarse como educadora menstrual. "Yo como muchas inicié descubriendo cosas que a mi edad no había tenido el acceso que me hubiera gustado tener, una vez que conocí la información pensé 'esto lo tiene que conocer todo el mundo y si no lo hago yo, necesita hacerlo alguien'", mencionó.

¿Qué es una educadora menstrual?

"Somos una profesión nueva que ha surgido en la última década a partir de la necesidad que reconocemos de hacer justicia menstrual para las personas que menstrúan, niñas, adolescentes, mujeres en vista de tanto sesgo y tabú menstrual", explicó Emilia Almanza, creadora de la organización La Crecida, Educación en Salud Menstrual.

La también integrante de la Red de Educadoras Menstruales añadió que el patriarcado no ha permitido que las mujeres, niñas, adolescentes y personas menstruantes crezcan con información acerca de los procesos menstruales, ciclo ovulatorio, lo que significan en cada etapa de la vida, indicadores de salud menstrual, entre otras cosas. 

Las educadoras menstruales son personas que se han capacitado en la salud menstrual, algunas se especializan en temas como la menarquia, adolescencia, poblaciones con discapacidad, poblaciones en situación de cárcel o calle, en ámbitos educativos diversos a nivel universitario, dentro de la academia. Muchas veces inician formándose de manera autogestiva, aprendiendo a partir de la creación colectiva de conocimientos.

"Ahora estamos viendo cuáles son los criterios que nos definen, no solamente es haberte leído un manual de educación sexual integral o educación menstrual o haberte leído ciertos libros de ginecología natural, sino integrar todos esos conocimientos en una práctica educativa, pedagógica, atendiendo las necesidades de las personas con las que trabajamos en nuestros contextos, con poblaciones específicas", enfatizó Almanza.

Tanto Emilia Almanza como Alicia Rangel exigen que se reconozca su labor como educadoras menstruales. Reclaman que cuando se abren espacios para hablar sobre educación menstrual son ocupados por personas que no son expertas en el área. "No sólo a saber cómo funciona el ciclo menstrual ovulatorio, no sólo a enseñar a hacer el registro, sino también a colocar todos estos conocimientos en contexto de la misoginia, el tabú, como subvertir narrativas menstruales que nos afectan a múltiples niveles y van en detrimento de nuestra autonomía corporal", señaló Almanza.

¿Cómo fue el Primer Encuentro de Educadoras Menstruales en México?

Este dos de diciembre se llevó a cabo el Primer Encuentro de Educadoras Menstruales en México, en el cual se realizaron diversas actividades y charlas para hablar acerca de cómo las mujeres y personas menstruantes pueden alcanzar una menstruación digna. Este espacio se creó para que la Red de Educadoras Menstruales pudieran conocerse, pues todas se encuentran en diferentes zonas del país. 

Otro de los objetivos que trataron en el encuentro de educadoras menstruales es que sean reconocidas tanto como fuerza de trabajo como en las políticas públicas que se han ido generando entorno al tema de menstruación digna

"Estamos creando un campo de trabajo y esto se da en el contexto de políticas públicas que están abriéndose en varios estados y con miras a que sea una propuesta nacional. Si esto se va a implementar a un nivel en el que la gente debe acceder a la educación menstrual como un derecho humano, nosotras tenemos que estar ahí porque somos las que hemos empujado a que estas legislaciones existan por nuestro activismo, el trabajo que llevamos de base para que se visibilicen la necesidad de la dignidad menstrual", explicó Almanza.