"Tendríamos que buscar otros caminos para que la gente camine con nosotros porque matan a un periodista y desgraciadamente quienes vamos a protestar somos nosotros como gremio. La sociedad nos ha dejado solos porque está completamente sola llorando por sus propios muertos, por sus propios desaparecidos", comentó la periodista Vania Pigeonutt, en entrevista con La Cadera de Eva.

México es un lugar sumamente peligroso para ejercer el periodismo. El año pasado fue uno de los más violentos, la organización defensora de la libertad de expresión y el derecho a la información, Artículo 19, registró 696 agresiones contra personas comunicadoras, de acuerdo con datos proporcionados por Silvia Ruíz, coordinadora de prevención en el programa de protección y defensa de Artículo 19 México y Centro América.

En el marco del Día Latinoamericano de la Imagen de las Mujeres en los Medios de Comunicación queremos nombrar a las periodistas que han sido asesinadas como Miroslava Breach, Anabel Flores, Regina Martínez, Elizabeth Macías Castro, Yolanda Ordaz de la Cruz, Felicitas Martínez Sánchez, Teresa Bautista y Dolores García Escamilla. También buscamos hablar sobre la violencia a la que se enfrentan las mujeres comunicadoras mientras realizan su labor.

Periodistas frente a la indefensión

"Temo por mi vida", dijo la periodista Lourdes Maldonado al presidente Andrés Manuel López Obrador cuando acudió a la conferencia matutina tras sufrir amenazas en 2019. El 23 de enero de 2022, la periodista fue asesinada fuera de su hogar. 

La Lourdes Maldonado llevaba casi 10 años peleando contra PSN, un canal de televisión local que pertenece al exgobernador de la entidad Jaime Bonilla, debido a un despido injustificado y adeudos de nómina pendientes. Esta lucha por sus derechos laborales fue el motivo que la llevó a pedir la ayuda del presidente. Lourdes Maldonado afirmó: "vengo aquí a pedirle apoyo, ayuda y justicia laboral, porque hasta temo por mi vida".

Aunque el presidente ordenó que se le atendiera y logró integrarse al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de Baja California, Maldonado fue asesinada. Tan sólo cinco días antes de su asesinato, la comunicadora había ganado el juicio laboral. Sin embargo, Bonilla negó tener algún tipo de relación con el crimen en contra de la periodista

El 26 de octubre de ese mismo año, se dictó sentencia de 20 a 24 años de prisión a Kevin Alberto Villarino, Erick Eduardo Contreras Ramos y Guillermo Julián Castro Garzón, por el asesinato de la periodista.

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Foto: Cuartoscuro

Durante 2022 fueron asesinados 13 periodistas, "México se convirtió en el primer lugar de asesinatos de periodistas del continente y lo comparan con países en guerra como Ucrania, y vemos que la libertad de expresión en vez de mejorar está empeorando", afirmó Silvia Ruíz.

Pese a que los y las periodistas cuentan con el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, éste no ha funcionado como se esperaría por diversos factores, entre ellos la sobrecarga de trabajo, al ser el lugar donde "se aglutinan todas las agresiones, pues sólo existe esta institución para garantizar la labor de las personas periodistas y defensoras", explicó Ruíz.

El mecanismo también tiene diversas carencias como no contar con personal capacitado y sensibilizado para tratar estos temas. Así como la contante rotación de personal, lo que ocasiona que las personas beneficiarias no estén informadas sobre con quién dirigirse para preguntar el estatus de su caso o de sus medidas. La falta de presupuesto también influye en el ejercicio de sus labores. 

"Las personas que hacen los análisis de riesgo muchas veces no lo hacen correctamente, en las evaluaciones nos ha tocado que no viene la información completa que dice la beneficiaría, no vienen todas las agresiones que dicen y por lo tanto su evaluación sale mínima y con ello viene el retiro de medidas, esto último también sucede constantemente", apunta Silvia Ruíz.

¿Cómo son las violencias en contra de las mujeres periodistas?

A la periodista María Elena Ferral la estaban esperando para asesinarla el 30 de marzo de 2020. Dos hombres a bordo de una motocicleta la esperaban cerca de su auto para después asesinarla a balazos en Papantla, Veracruz.

“En 2016 y 2018, Ferral fue víctima de varias agresiones. El 29 de marzo de 2016 denunció una amenaza de desaparición, por parte de Basilio Camerino Picazo, funcionario público y, en ese momento, candidato a diputado local por el Partido Revolucionario Institucional (PRI)”, documentó Artículo 19.

Debido a esta amenaza se abrió una carpeta de investigación en la Fiscalía Especializada de Delitos Electorales y en Delitos contra la Libertad de Expresión. Y aunque la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas le otorgó medidas de protección, en 2018 se las retiraron. 

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Foto: Cuartoscuro

También en 2018, Ferral fue víctima de una campaña de desprestigio al igual que otras periodistas, en ésta se decía que estaban involucradas con integrantes del crimen organizado.

Silvia Ruíz explicó que las afectaciones y el impacto de las agresiones contra periodistas sí son diferenciadas entre hombres y mujeres y tienen que ser vistas con un enfoque de género interseccional. Una de las mayores agresiones que ha documentado Artículo 19 son la amenazas, pero "una de las diferencias es que las amenazas contra mujeres siempre tiene una connotación sexual o van hacía la familia, porque siempre les pegan lo que más les duele a las mujeres y siempre es como a sus hijas, hijos, la familia. Ahí vemos una diferencia con los hombres", comentó.

Otra de las agresiones que son utilizadas con mayor frecuencia hacia las mujeres son las campañas de desprestigio. "Hacía las mujeres siempre te vas a encontrar con un discursos misóginos, racistas o clasistas, igual que tengan que ver con referencias a la apariencia física de la mujer o siempre denigrando o diciendo que es chismosa, está loca o es metiche", enfatizó Silvia Ruíz .

Artículo 19 también documentó que en una de las últimas columnas de la periodista, ésta habló sobre la corrupción e impunidad con la que opera el grupo político “Totonacapan”, el cual está encabezado por Basilio Picazo. Elena Ferral fue asesinada por su labor periodística, hasta el momento han sentenciado a cuatro personas por este crimen.

La misma organización ha registrado desde 2019 una tendencia en la que año tras año, el principal perpetrador de las agresiones contra periodistas es el Estado, aunque es quien debería garantizar los derechos humanos de las y los comunicadores para que continúen realizando de forma segura y libre su labor.

"Otra cuestión preocupante es que también ha aumentado el número de agresiones por parte de la delincuencia organizada, vemos que éstas también tiene vínculo con el Estado y son también agentes que agreden a la prensa", denunció Silvia Ruiz.

Condiciones laborales ponen en vulnerabilidad a las periodistas

Para los amigos y compañeros de Norma Sarabia fue una sorpresa su asesinato el 11 de junio de 2019 en Tabasco, pues la periodista “no tenía problemas de nada, andábamos trabajando limpio, trabajaba limpio”, comentó el periodista Laurencio Palma a Animal Político.

Norma Sarabia se dedicaba a cubrir la fuente de seguridad y policíaca, pero también era secretaria en una escuela secundaria para mantener a su hijo que en ese momento tenía 13 años. Además, se encontraba estudiando el último año de la carrera de psicología en la Universidad Popular de la Chontalpa, Tabasco, pues pretendía ser maestra en la secundaria en la que trabajaba. “Me quedan tres sábados. ¡Por fin voy a terminar, manito!”, fue una de las últimas cosas que le dijo a su compañero Miguel Buitrón, como documentó Animal Político.

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Norma Sarabia, periodista asesinada

Pese a lo “entrona” que era para conseguir la nota, según describen sus compañeros y amigos, diversos medios de comunicación para los que trabajaba le debían varios meses de sueldo, de acuerdo con declaraciones de la familia de Norma Sarabia a Artículo 19

“Estas condiciones de precarización y exclusión dentro de las redacciones, responden a violencias estructurales dentro de una sociedad misógina, las cuales generan condiciones de vulnerabilidad, además de incrementar la exposición a situaciones de riesgo”, criticó la organización.

Las condiciones laborales de los periodistas son precarias. Diversos periodistas han comentado a Artículo 19 que "en su mayoría no tienen contrato, les pagan por nota, tienen contratos de medio tiempo y el salario de los periodistas va de siete mil a 10 mil pesos al mes. Esto implica que tengan otro trabajo o que se dediquen a otras cosa y no exclusivamente al periodismo", explicó Silvia Ruíz.

Además, las coberturas que realizan también pueden ser riesgosas si cubren nota roja o política. El riesgo por la inseguridad mientra cubren noticias y los pagos tan bajos los y las colocan en una situación bastante vulnerable y precaria. En México, las mujeres periodistas ganan 33% menos que los hombres, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).

"México es un país peligroso para realizar periodismo, pero también hay una violencia específica que tiene que ver con los malos salarios de las empresas periodísticas. Y no hay que desestimar que ser mujer no es conveniente para la estructura pues tenemos todas las violencias que pasan sólo por ser mujer y si eres de la comunidad LGBTQ+ también hay violencias específicas al ejercer la profesión", señaló la periodista Vania Pigeonutt, en entrevista con La Cadera de Eva.

En 2018, Norma Sarabia se convirtió en la primera mujer periodista mujer asesinada en Tabasco, apuntó Artículo 19.  Ese mismo año la organización documentó 164 agresiones contra mujeres periodistas, entre ellas, 6 en Tabasco.

¿Qué perdemos cuando la violencia silencia las voces de las periodistas?

Pamela Montenegro tenía una forma particular de comunicar las noticias, utilizando su personaje “Nana Pelucas” hablaba sobre la política de Guerrero a través de su canal de YouTube llamado El Sillón TV. Pero el 5 de febrero de 2018 dos hombres la asesinaron cuando Montenegro se disponía a entrar a su restaurante en Acapulco, Guerrero.

Tras el crimen, los compañeros de Pamela Montenegro denunciaron a Artículo 19: “este asesinato es un mensaje para quienes quieren informar a través de redes sociales en el estado, en muchos casos el gobierno de Guerrero y el crimen organizado se coluden para controlar la información en redes sociales, ya sea usando dinero para coptar o violencia para amedrentar”.

Artículo 19 también documentó que Pamela Montenegro recibió amenazas en 2016, cuando desplegaron narcomantas en diferentes zonas de Acapulco que podría vincularse “con la difusión de información sobre seguridad y justicia vía redes sociales en la entidad”, señaló la organización.

"Lo que nos comentan es que muchos periodistas como no pertenecen a medios grandes, sino pequeños o muy locales tienen sus fan page y son directores generales de éstas, por lo general no reciben nada de dinero, a veces sólo tienen su publicidad oficial, pero esto les impide publicar lo que ellos quieren, deben seguir una línea sino ya no les dan ese dinero", apuntó Silvia Ruiz.

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Pamela Montenegro, periodista asesinada

¿Qué perdemos como sociedad cuando los asesinatos silencian a los y las periodistas? "El que maten a un periodista es quitarle la posibilidad a cierta población o a las audiencias de seguir informadas. La frase de 'sin periodismo no hay democracia' me parece muy relevante y más en estos momentos", explicó Vania Pigeonutt. 

Silvia Ruíz coincide en que con el asesinato de periodistas deja de existir un flujo de información crítica, tampoco hay un margen de información contraria que te ayude a tomar decisiones sólidas, con información de varias fuentes. "La diversidad y pluralismo de información que es bastante importante en una democracia como lo es México, por eso los y las periodistas son un pilar fundamental para que nos den información sobre lo que está ocurriendo de relevancia en el país", expresó.

¿Y si la violencia ya nos rebasó emocionalmente? Otros periodismos son posibles: Vania Pigeonutt

Vania Pigeonutt es una periodista que se ha dedicado a cubrir diversos temas en el estado de Guerrero, especialmente las violencias, algo que ha influido directamente en su salud emocional. Recuerda que durante su ejercicio periodístico se ha "quebrado" en diversas ocasiones, sin embargo, la que más la marcó fue la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

"Darte cuenta de la vulnerabilidad de que en Guerrero cualquiera puede desaparecer en cualquier momento siendo un campesino, un estudiante, una maestra, una ama de casa fue muy disruptivo para mí como persona. Yo tenía que cubrirlo sí o sí. Son casos que viven contigo, yo tengo amigos, amigas, familias que quiero mucho como a la de Benjamín Ascencio Bautista", compartió Pigeonutt.

La comunicadora señala que en algunas ocasiones los y las periodistas adaptan sus condiciones de vida a las condiciones de violencia del lugar en el que se encuentran y esto puede ocasionar que tengan dificultades para medir los riesgos mientras realizan su labor.

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Vania Pigeonutt, periodista

"Como periodista vas desgranando la mazorca y te das cuenta que no hay para dónde hacerte, te da la sensación de no futuro, si te quedas vas a seguir reporteando los mismos temas de violencia por toda tu vida. Hay un punto de quiebre cuando no ves para donde puede ir la sociedad que es para la que tú escribes y cuando ves que no hay mucho en que servir porque hay censura, amenazas, que a tus fuentes las están matando, sigues porque es tu trabajo, pero te quiebra porque no puedes creer que una sola persona vaya recogiendo tantas historias tristes. Quisiéramos ser las instituciones de justicia para resolverles estas demandas de justicia a nuestras fuentes y no podemos", lamentó Vania Pigeonutt.

Pigeonutt recuerda que las y los periodistas siempre acompañan a las víctimas y diversas fuentes, sin embargo, entre el gremio no existe un acompañamiento porque no cuentan con las herramientas necesarias. "Nos frenamos cuando alguien dice 'ya no puedo escribir' porque todos esperan mucho de ti porque eres una gran periodista, pero cuando esa gran periodista deja de producir, de tener portadas, proyectos hay un castigo gremial como 'ya se perdió, olvidemos'", criticó.

Actualmente Vania Pigeonutt se encuentra trabajando en Berlín, Alemania, en un proyecto sobre salud mental de periodistas que cubren violencias en México, en éste se enfoca en la memoria de los procesos colectivos, pues señaló "maestras periodistas mujeres nos han dejado el legado de autocuidarnos".

Con este proyecto, Pigeonutt busca transmitir que no hay una sola forma de ser periodista. "está bien llorar  y pensar que ya no puedes ayudar a la historia, que a quien debes ayudar es a ti mismo. Tal vez regresarás a esos temas con otra caja de herramientas, con otra fortaleza mental y emocional", concluyó.