La periodista Adela Micha tuvo como invitado al polémico creador de contenido Luis Castillejo, mejor conocido como “El Temach”, en su programa “Un día, una voz” del canal de Youtube La Saga este 18 de septiembre. Ahí hablaron de feminismo, masculinidad, violencia de género y relaciones, en una conversación que exhibió los vínculos del discurso del influencer con la manosfera y los estereotipos que nutren la violencia machista.

El Temach” ha ganado gran popularidad en los últimos años, sobre todo entre hombres jóvenes, por su filosofía de “Modo Guerra”, centrada en la disciplina, la independencia emocional y el desarrollo personal.

Su discurso se ha posicionado como una suerte de “manual de vida” para los hombres en búsqueda de referentes masculinos, en un contexto donde el feminismo ha cuestionado los privilegios históricos de los hombres. 

Aunque durante la entrevista insistió en que su misión es generar “amor” y formar una sociedad de hombres “chingones”, su discurso —que él mismo describe como “crudo” y de “alto impacto”— conecta con la filosofía conocida como red pill, señalada por especialistas como una forma de violencia machista normalizada.

Analizamos algunos de sus discursos y esto encontramos: detrás de frases que aparentan motivación o autoconocimiento, El Temach refuerza estereotipos de género, minimiza la violencia contra las mujeres y reproduce narrativas de la manosfera que conectan la masculinidad con el control y la agresión. Aquí enlistamos cinco:

1. Descalificación del feminismo como “superioridad femenina

El Temach criticó al feminismo contemporáneo, al que acusó de buscar la supremacía de las mujeres sobre los hombres.

Lo que dijo:

El movimiento feminista a mí me suena muy parecido al machismo, me suena a un movimiento que busca la superioridad femenina.”

“Un error del feminismo es negarles el micrófono a los hombres”.

El análisis:

Esta narrativa es central en la ideología red pill, que plantea falsamente que el feminismo no busca igualdad sino dominación. En su artículo “La otra cara de la moneda y los peligros de los nuevos gurús para ‘hombres’”, Abel Ramírez Guerrero, sociólogo por la Universidad Central del Ecuador señala que este discurso responde al miedo masculino a perder el rol tradicional de proveedor, todavía visto como eje de identidad para muchos hombres.

¿El feminismo busca la “superioridad” de las mujeres sobre los hombres? La respuesta es no. Como explica en este artículo la doctora Marilú Rojas Salazar,el feminismo es un movimiento político, social y filosófico que afirma a las mujeres como personas con derechos. 

No es contrario al machismo; de hecho, la equivocada comprensión del término ha derivado del desconocimiento. Mientras que el machismo es una conducta violenta, dominadora y agresiva hacia las mujeres, el feminismo no busca imponer a las mujeres sobre los hombres —esa contraparte sería el hembrismo o matriarcado.

El feminismo no excluye a los hombres, sino que los invita a participar en relaciones equitativas y a transformar estructuras sociales, políticas, económicas y culturales. Su objetivo es un nuevo orden social basado en la armonía y no en la imposición violenta, beneficiando tanto a hombres como a mujeres.

2. El mito de las “denuncias falsas” y la justificación del acoso

El Temach minimizó la violencia de género, sugiriendo que centrarse en la proporción de casos invisibiliza la lucha de los hombres. También afirmó que muchos jóvenes temen denuncias falsas y justificó su discurso como una estrategia para “acabar con el acoso”, enfocando la responsabilidad en el individuo y no en la estructura social.

Lo que dijo:

“El argumento de la proporción invisibiliza la lucha de los hombres”.

“El temor a una denuncia falsa es un problema muy real”.

“La cultura del ‘hombre rogón’ y la insistencia es lo que genera el acoso. El hombre acosador es un ‘hombre descalibrado’ que carece de ‘educación emocional’. La solución es no rogar y volverse ‘admirable’.”

El análisis:

La abogada penalista Claudia Morales, directora de Impunidad Cero, aclara que las denuncias falsas representan menos del 1% de los casos, según estudios internacionales y datos en México.

Por su parte, el criminólogo Tilemy Santiago Gómez explica que la violencia contra las mujeres, incluido el feminicidio —que en México cobra la vida de 11 mujeres al día— responde a un sistema patriarcal que enseña a los hombres a instrumentalizar a las mujeres hacia su propio beneficio.

El argumento de que “el acoso surge de hombres descalibrados” desvía la atención de la responsabilidad estructural, haciendo creer que la violencia es un problema individual y no un fenómeno social ligado a la construcción de la masculinidad.

Como te contamos en esta nota, el piropo es una de las modalidades más comunes de agresión sexual en el espacio público. Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), el 45.6% de las mujeres han sido agredidas en el espacio público al menos una vez en su vida en México. Del total de agresiones, 42% han sido de tipo sexual.

La mayoría (64.8%) de las víctimas han sido violentadas en la calle o el parque, otro porcentaje importante (17.8%) en sus traslados en transporte público. Destaca que más del 70% de sus agresores son desconocidos.

3. Defensa de roles de tradicionales de género y dependencia económica

Aunque El Temach rechaza las relaciones transaccionales, defiende el modelo del hombre proveedor y la mujer cuidadora, lo que refuerza estructuras patriarcales.

Lo que dijo:

“Es profundamente gratificante ser proveedor y protector”.

“La mujer debe tener la posibilidad cultural de decir: encontré un hombre que me puede proveer y yo puedo enfocarme en la maternidad”.

El análisis: 

Esta visión fomenta la dependencia económica femenina, atrapando a miles de mujeres en relaciones abusivas. Según la ENDIREH, 27.4% de las mujeres en México han sufrido violencia económica o patrimonial a lo largo de su vida, ya sea por parte de su pareja, expareja o familiar. Esta violencia incluye retener recursos, limitar el acceso a bienes y controlar el dinero familiar.

Además, conecta con la tendencia tradwife, que promueve la idea de que la mujer solo será plena si se dedica al hogar y al servicio del marido. Esta estructura impacta directamente el tiempo libre de las mujeres: según la Cuenta Satélite del INEGI sobre Trabajo no Remunerado de los Hogares, las mujeres pierden en promedio 7.3 horas de tiempo libre al casarse, mientras los hombres ganan 2.9 horas adicionales.

4. Restricción de la vulnerabilidad emocional masculina

Aunque reconoce la represión emocional como un problema, “El Temach” aconseja no compartir la vulnerabilidad con la pareja.

Lo que dijo:

"No estamos equipados emocionalmente para manejar las emociones de los hombres”.

“Si le cuentas a tu pareja tus problemas financieros, ella se siente insegura. Busca un espacio seguro para llorar que no sea la pareja”.

El análisis:

Este consejo ignora que muchas mujeres ya realizan mankeeping, sosteniendo emocionalmente a sus parejas de forma invisible. Además, refuerza un mandato de masculinidad que impide a los hombres expresar emociones, vinculado a problemas graves como el suicidio: según datos del INEGI, los hombres representan el 81.1% de los casos de suicidio en México.

Ricardo Ayllón, director de GENDES, explica que la presión por cumplir con estándares tradicionales de masculinidad, sumada a la competencia y agresión promovida por el machismo, contribuye a la soledad, ansiedad y depresión masculina.

5. Lenguaje agresivo y estrategia de “Rage Baiting”

El Temach” defiende el uso de frases ofensivas y generalizaciones para “generar impacto” y aumentar la interacción en redes.

Lo que dijo:

“Nos tocó vivir en una generación de mujeres de la verga.”

“No es machista, también lo digo de los hombres. Es machista pensar que ellas no lo van a aguantar.”

El análisis:

El sociólogo Ismael Ocampo explica que esta estrategia es conocida como rage baiting o “cultivo de la ira”, utilizada en la manosfera para movilizar emociones negativas y fidelizar seguidores. Al polarizar a la audiencia mediante la ira, se refuerzan estereotipos y discursos misóginos que impactan en la percepción social de la violencia y la masculinidad.

La entrevista de “El Temach” con Adela Micha no sólo reveló el alcance de su discurso entre jóvenes, sino también la forma en que reproduce narrativas de la manosfera que vinculan la masculinidad con la violencia y el control. Estos cinco momentos muestran cómo, detrás de la retórica del “Modo Guerra”, se perpetúan estereotipos y estructuras machistas que siguen marcando la vida de mujeres y hombres en México. ¿Tú que piensas?