Lacan decía que el amor se trata de dar lo que no tienes. Una afirmación que en otros tiempos me hubiese parecido súper hermosa porque alentaba a esa adrenalina e ímpetu por sorprender al amado o amada, por crear cosas nuevas, originales, sorprendentes, cosas que ofrecerle a ese ser que era el motivo de tu ilusión, enamoramiento o amor.
Hoy, a esta edad, en este 2023, donde me ha pasado de todo, quiero escribir sobre esta trampa respecto al amor de pareja. Ésta, como muchas otras trampas, por supuesto; que hay miles por todos lados, todos los días. Sin embargo, quise tomar precisamente ésta porque Lacan no es cualquiera, y porque fue una frase que me traje del psicoanálisis al que voy. Al que he ido por 10 años.
Este año la merma de salud psicoemocional me trajo de vuelta las ideaciones suicidas. Y la merma me la detonó obviamente amar a un tipo. Todo el año estuve con dosis elevadas de medicamentos psiquiátricos porque vivía un duelo por este amor. Por amar a un señor que me ilusionó, que me prometió cosas, que me demostraba con sus palabras, y a veces con acciones, que yo le importaba y que me amaba. Y yo por querer darle todo, hasta “lo que no tenía”, se me fue la poca estabilidad y seguridad que había ganado en años atrás.
Una mierda. No es posible que el amor para las mujeres sea este veneno, sea este elevado costo. Ya lo puse en otra columna anterior, por si gustan buscarlo para saber a qué me refiero.
Lacan es un idiota. Hombre a fin de cuentas. Que ganas de viajar en el tiempo y poder gritárselo en la cara. Nunca hagan eso por favor, nunca el amor se podrá tratar de dar lo que no tienes. Porque eso te lleva sin duda a joderte la salud mental. Desde la tristeza que puede llevarte a la depresión, hasta tener brotes psicóticos, insomnio, llorar hasta que se te hinchen los ojos y quedar deforme, no poder concentrarte, estrés, ansiedad, alejarte de amistades, etcétera.
¿Cómo vas a sacar agua del desierto? No se puede. Por eso es desierto, porque no tiene agua.
Jamás el amor tiene que ser algo que no está. El amor es esto. Lo que somos y lo que tenemos. Ni más ni menos. Y todos somos un montón de contradicciones, y cosas buenas más cosas malas. No hay una pureza. Somos seres humanos viciados y con sentimientos negativos y feos. Una combinación de todo. No hay hilos negros ni por descubrir ni por inventar.
Frida Kahlo decía que amaba a Diego por lo que es, que no podía amarlo por lo que no es. Esto respondía cada que se dirigían a ella tratando de revictimizarla por las chingaderas que le hacía Diego y cómo ella podía tolerarlas. Al tener Frida la mente más clara que un montón de gente todavía en estos tiempos, la acusaron entonces, como castigo social, de ser incluso ella la que alentaba a Diego a hacer chingaderas, o que ella era igual de machista y por eso le soportaba cosas al muralista.
Pero Frida Kahlo tenía más claridad sobre el amor que Lacan. No es que ella “se aguantara”, es que ella entendía que no vamos a cambiar al ser amado porque nos enamoramos y le llegamos a amar, precisamente así como le vemos, con lo que tiene.
Pero amar a quien sea, con esa ilusión de darle “hasta lo que no tenemos”, sin entender que el amor no es sólo romance, sino sobre todo un trabajo, y cuya remuneración no será monetaria, es más, no habrá, es lo que no debemos hacer.
Para amar hay que dar sólo lo que tenemos, con sólo lo que somos. Si es mucho o es poco no debe importar, lo que es fundamental es que se dé con una profunda honestidad y transparencia. Nada de estar escondiendo cosas por reserva como si a quien tenemos enfrente fuera un enemigo y no al ser amado.
Amar bonito, y amar honestamente, no debería nunca, sea cual sea el desenlace, lo que nos lleve, como luego dicen, a ya no confiar, a ser “más dura”, a mejor guardarse, etcétera, por el contrario deberíamos estar orgullosas de amar bonito y honesta/transparentemente, ante un mundo cotidiano lleno de odio.
Si la otra parte te rompe el corazón, eso habla en hechos y en circunstancias de la otra parte, no de que tú seas tonta por amar así o asá. Que la fealdad del mundo no alcance tu amar y lo transforme o cambie. Déjalo intacto. Pero sólo ama con lo que tienes, nunca con querer dar lo que no tienes. Lacan, repito, es un idiota.