Las marchas y los actos de protesta de las madres buscadoras son un testimonio de resistencia y resiliencia en la búsqueda de la verdad y la justicia para sus seres queridos desaparecidos. Sin embargo, la lucha por la justicia en casos de desaparición es un camino lleno de obstáculos, donde las instituciones fallan en cumplir con sus obligaciones, a menudo por complicidad o menosprecio hacia las víctimas.
En este vacío, son las familias las que han tomado la iniciativa, impulsando protocolos legislativos para atender esta tragedia y llevando a cabo búsquedas en vida y forenses. Ellas han aprendido a buscar pistas en la tierra, han promovido leyes para reconocer este delito y se reúnen para exigir respuestas y demandar cambios en un sistema que ha fallado en proteger a sus seres queridos.
Pero, ¿de dónde surge esta lucha? ¿Cómo surgieron los primeros colectivos de búsqueda de personas desaparecidas? Te contamos la historia de estas familias que han luchado por la verdad, memoria y justicia en México.
Foto: Cuartoscuro
Las “doñas” del Comité Eureka
María del Rosario Ibarra de la Garza, conocida como Rosario Ibarra de Piedra, es considerada la primera madre buscadora en México. Su hijo Jesús Piedra Ibarra, un joven activista de 19 años e integrante de la Liga Comunista 23 de septiembre, fue desaparecido forzadamente en Monterrey, Nuevo León, en 1974, presuntamente por integrantes de la entonces Dirección Federal de Seguridad (DFS).
Este suceso desencadenó la incansable lucha de Rosario Ibarra por la verdad y la justicia de su hijo y de decenas de jóvenes que fueron víctimas de desaparición forzada en el contexto de la Guerra Sucia en el país.
Rosario Ibarra convirtió su búsqueda individual en una lucha colectiva junto a otras madres, padres y familiares de desaparecidos, enfrentando un gobierno autoritario y represivo. En 1977, fundó el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos, conocido como el Comité ¡Eureka!, que ha logrado encontrar a más de 148 personas desaparecidas con vida.
Un momento clave en su lucha fue la huelga de hambre que realizó en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México en 1978, junto a 84 madres buscadoras. Exigían al Estado mexicano que presentara a los responsables de las desapariciones forzadas y que se iniciara una investigación exhaustiva para encontrar a sus seres queridos. Su lucha fue fundamental para la promulgación de la Ley de Amnistía en 1978, que puso en libertad a mil 500 presos políticos y permitió el regreso de 57 exiliados al país.
La guerra contra el narcotráfico
Aunque la desaparición de personas es un tema relevante desde la Guerra Sucia (1964-1990), cuando el Estado mexicano utilizó al Ejército para reprimir movimientos de oposición política, fue durante la llamada guerra contra el narcotráfico (2006-2012) que los altos índices de violencia llevaron a la formación de colectivos de familiares de personas desaparecidas en todo el país, principalmente en Coahuila, Chihuahua y Nuevo León.
En el norte de México, el esquema de desaparición forzada cambió. Ya no eran grupos clandestinos que desaparecían a las personas, sino instituciones del Estado que desaparecían a personas y las entregaban a grupos criminales, como han documentado distintas organizaciones de la sociedad civil.
En este contexto, el colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fuundec) se fundó el 19 de diciembre de 2009. Su objetivo era denunciar públicamente las desapariciones de personas en Coahuila y exigir justicia.
Antes de la fundación de Fuundec, pocos actores sociales habían denunciado las desapariciones relacionadas con la guerra contra el narcotráfico. La retórica oficial y mediática era clara: se trataba de "levantones" o secuestros por parte de criminales.
Sin embargo, los familiares de los desaparecidos comenzaron a cuestionar esta narrativa. Descubrieron que el Estado mexicano era responsable de las desapariciones, por acción u omisión. También encontraron que las autoridades no investigaban adecuadamente y que la policía estaba involucrada en algunas de las desapariciones.
Movimiento por la Paz
Aunque colectivos como Fuundec comenzaron a hacer visible el problema de la desaparición de personas en entidades como Coahuila, el tema se puso en la agenda nacional a partir de las caravanas organizadas por el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), en el 2011, a lo largo del territorio nacional y hacia Estados Unidos.
La iniciativa de la Caravana de la Paz conformada por familiares de víctimas de violaciones a derechos humanos, colectivos de organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales se unieron en el reclamo de un alto a la guerra contra las drogas, en la búsqueda y denuncia de las víctimas y por la pacificación del país y en 2013 consiguieron la promulgación de la Ley General de Víctimas que estableció un marco de derechos de las víctimas de delitos y de violaciones a los derechos humanos, así como acciones concretas para garantizar su protección, atención y reparación del daño.
Familiares en búsqueda María Herrera
María Herrera Magdaleno, originaria de Pajacuarán, estado de Michoacán, busca desde hace 17 años a cuatro de sus ocho hijos; Raúl y Jesús Salvador Trujillo Herrera, desaparecidos en agosto de 2008 en el estado de Guerrero y Gustavo y Luis Armando Trujillo Herrera, desaparecidos en Veracruz en septiembre de 2010.
Debido a la inacción de las autoridades, María Herrera tuvo que aprender a dar seguimiento a sus investigaciones penales, a los temas periciales relacionados con la búsqueda en campo, a la situación de inseguridad en el país y a la posible colusión de ciertas autoridades con diferentes grupos del crimen organizado. A partir de su experiencia, decidió acompañar a otras familias y colectivos en la búsqueda, participar en movimientos, crear colectivos e impulsar acciones de búsqueda a nivel nacional.
Foto: Cuartoscuro
María Herrera participó de forma activa en el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) en 2011, que convocó a cientos de familiares víctimas de la violencia y violaciones a derechos humanos.
El 23 de junio de 2011, el MPJD sostuvo un diálogo público con el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa en el Castillo de Chapultepec, en el que María Herrera dio su testimonio e hizo referencia a las dificultades que enfrentan las víctimas en la búsqueda de sus familiares desaparecidos.
A partir de esto, se convirtió en un referente para miles de familias que atraviesan la tragedia de la desaparición. Fue así como en 2013 se formó el grupo “Familiares en Búsqueda María Herrera”.
Ante la necesidad de seguir fortaleciendo y articulando el trabajo colectivo, en 2014 se realizó un llamado a todos los colectivos de familiares en búsqueda de México para unirse en la Red de Enlaces Nacionales (REN), impulsada por María Herrera. La Red está formada actualmente por más de 65 colectivos de todo el país, con el objetivo de coordinarse, crear estrategias conjuntas y salir a buscar a sus familiares.
Ayotzinapa
La desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, en Guerrero, el 26 de septiembre de 2014, se convirtió en uno de los casos más conocidos de desaparición en México. Este caso puso de nuevo en la agenda el tema de las desapariciones en México, destapando múltiples casos en todo el país que el entonces presidente Enrique Peña Nieto había minimizado.
A raíz de esta desaparición, familiares de personas desaparecidas en Iguala decidieron sacar a la luz pública las desapariciones multitudinarias que venían ocurriendo en el municipio. En noviembre de 2014, estos familiares se reunieron para iniciar brigadas de búsqueda en los municipios aledaños a Iguala, lo que llevó a la fundación del Colectivo de Madres Igualtecas.
Movimiento por Nuestros Desaparecidos
En 2015, 35 colectivos de familiares de personas desaparecidas y organizaciones civiles se unieron para formar el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM). Al año siguiente, el MNDM creó la primera Brigada Nacional de Búsqueda de personas desaparecidas, cuya primera misión fue encontrar fosas clandestinas en Amatlán de los Reyes, Veracruz.
Además, el MNDM impulsó la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas (LGD), que entró en vigor el 16 de enero de 2018 y establece las obligaciones de las autoridades en la búsqueda e investigación de personas desaparecidas.
Actualmente, el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México está integrado por más de 80 colectivos de 24 estados de México y de tres países de Centroamérica, en un país donde se tiene registro de más de 124 mil personas desaparecidas, de acuerdo con datos del gobierno.
Unificación nacional
El 21 de marzo de 2024 un grupo de familias de personas desaparecidas convocaron a rueda de prensa en la Glorieta de las Personas Desaparecidas en la Ciudad de México para proponer una “Jornada Nacional de Búsqueda Humanitaria”, que se llevó a cabo los días 18, 19 y 20 de abril de 2024.
Este proceso inició con 50 colectivos y ahora está conformado por más de 250 en todo el país, y ahora se ha establecido como un Proceso de Unificación Nacional de Familias Buscadoras, donde en la mayoría de los casos son las mujeres quienes encabezan las brigadas de búsqueda.