Las fechas de reuniones con familiares, amigos y compañeros del trabajo están a unos días de comenzar y aunque sean unas fechas para compartir y celebrar la vida, a menudo, es común encontrarnos con micromachismos o situaciones incómodas que cuestionan y señalan; "no se te puede decir nada", "es que las feminazis...", "yo me crié con puras mujeres; no soy machista", ¿te suena?, acá cinco de estos mitos a derribar a través de información cimentada y por supuesto, el respeto. Eso sí, recuerda que tampoco es nuestra responsabilidad educar ni dar explicaciones. 

"A los hombres les ha tocado reposicionarse en la sociedad y abandonar el privilegio que se les ha atribuido por el sistema patriarcal y andocéntrico, por ello, se manifiestan mayoritariamente reactivos, porque nadie reacciona de buena gana a las posiciones privilegiadas que les fueron otorgadas durante siglos. Las violencias y micromachismos se manfiestan como el mecanismo al que se recurre cuando se siente amenazada su superioridad o cuando la mujer se rebela contra una situación normalizada" (Del discurso machista a la violencia de género)

“Con eso de que ya odias a los hombres…”

La igualdad de género es una pelea humana, no una pelea femenina”, (Freida Pinto)

Uno de los estigmas sociales más fuertes es relacionar de manera directa al feminismo con un discurso de odio, y no como uno de liberación, amor, sororidad, revolución, compañerismo e igualdad. El feminismo, bajo ninguna circunstancia ondea la bandera del odio y la dicotomía; no es una lucha de sexos ni una lucha de “quién es más oprimido”. Merriam Webster señala que una feminista que afirma superioridad misándrica, no sería una mujer feminista en pro de la igualdad política, económica y social, sin embargo, también es necesario recordar que el feminismo también es ira y lucha insistente. 

“La ira es indispensable, ¿cómo luchar contra las injusticias si no nos sentimos indignadas por ellas?, se nos impide vivir desde hace tiempo y hay que luchar con ferocidad para volver a apropiarse de ella” (escritora feminista Pauline Harmange)

"La violencia no tiene género; a nosotros también…" 

Sí, es cierto, la violencia es un fenómeno del que difícilmente podemos escapar; los hombres también son asesinados, violados, acosados y violentados. El género masculino está atravesado por la violencia homicida y de manera desproporcional, señala la ONU, las mujeres por la violencia feminicida; dos fenómenos diferentes que responden a circunstancias diferentes. Es importante recordar que la violencia nunca será un acto para comprar y mucho menos para demostrar quién padece más con la finalidad de desprestigiar el movimiento. 

El 56% de las 81, 000 mujeres y niñas fueron víctimas de feminicidio por sus parejas y familiares; el 11% de los homicidios masculinos se dieron en el hogar. (Oficinas de las Naciones Unidas)

Acá un listado de la INEGI sobre las principales causas de homicidios de los hombres en nuestro país, la mayoría, perpetrados por otros semejantes. 

  • Agresión con arma de fuego 
  • Agresión con objeto punzocortante
  • Agresión con fuerza corporal 

"Las feminazis son extremistas"

“Pues al parecer, somos las nazis más torpes de la historia, porque nos están matando a nosotras” (periodista especializada en perspectiva de género, Sandra Gonfaus)

Este concepto se lo inventó el locutor estadounidense Rush Limbaugh para referirse a las mujeres que protestaban en los 70s a favor del aborto; una broma “comiquísima” que terminaría extendiéndose a otros países para ser replicado. 

¿Comparar un movimiento que promovió el odio y crímenes contra la humanidad con el feminismo?; nos habla de un profundo desconocimiento de la historia o tal vez del feminismo, probablemente de las dos. 

La comunicadora Nerea Pérez comenta para El País algunas opciones para responder. 

  1. “Oye pero, ¿qué tiene qué ver el feminismo con el nacionalsocialismo de Alemania”?
  2. "Mi intención como luchadora implicada con un movimiento que busca la igualdad no es cometer crímenes de odio” 
  3. “No sé si sabías, pero ser feminista no consiste en practicar la ideología del régimen alemán de 1933”

"Ya no se te puede decir nada, te ofendes por todo"

“Se ha perpetuado la idea de que la mujer que habla es transgresora y peligrosa” (Mary Beard, académica y ganadora del premio Princesa de Asturias Ciencias Sociales)

Es navidad y un familiar ha hecho algunas chiste con apología a la violencia o al machismo y es donde sale a relucir la infaltable frase; “es que ya no se te puede decir nada, todo te ofende”. Y es que, como señala la periodista especializada en perspectiva de género Sandra Gonfaus, no se trata de perder el humor o de que "no se nos pueda decir nada", todo lo contrario, es caer en un ejercicio de cuestionamiento. 

Mostrar nuestra inconformidad o molestia ante esta clase de situaciones es justamente, dejar de banalizar lo que ocurre en nuestra sociedad; no normalicemos las bromas disfrazadas de acoso, machismo, ofensas, groserías o que apelen a la violencia

 *ilustración: Eréndira Derbez

"Yo no soy machista: me crié con puras mujeres"

Criarse en un hogar de mujeres, siendo hijo, hermano o sobrino no exime a ningún hombre de tener comportamientos violentos y machistas internalizados / normalizados; crecer rodeado de mujeres cuidadoras y señalar que no se es machista por ese mismo motivo… irónico. 

Estas conductas son producto y resultado de las normas sociales o estereotipos que existen; por tradición, normalizamos los comportamientos y asignamos los roles sociales de las mujeres. Desde ahí, hay que reconocer que existen permisos, derechos y prohibiciones diferentes para hombres y mujeres, indica Ángeles Reyes de la CNN en su artículo, “Si conmemoras el Día de la Mujer, ¿por qué no el del hombre?“

El pacto patriarcal no es acordado ni elegido, es forjado desde lo social y lo cultural, fomentando la construcción de nuestro sistema hecho por y para los hombres y que pone en desventaja a las mujeres, indica la feminista Marcela Lagarde, por ello, siempre que escuches a un hombre jactarse de haber crecido entre mujeres y “entenderlas” lo mejor será mirar a otro lado y recordar que el hombre, siempre nos mirará desde la otredad, señala el colectivo Brujas del Mar. 

Asimismo, también es valioso hacer un ejercicio de cuestionamiento, ¿quién no fue criado por madres, hermanas, tías, abuelas?, históricamente, la mayoría de las mujeres cumplen el rol de cuidadoras independientemente de tu género; ser criadxs por ellas, no es un acto que exima a los hombres de su posición y del sistema patriarcal.

*Artículo inspirado en “Respuestas para los cuñadismos de estas navidades” de Sandra Gonfaus (@sandragonfaus)