¿Alguna vez has notado cómo la sociedad parece obsesionarse con el pasado sexual de las personas, especialmente de las mujeres? ¿Te has encontrado en una situación en la que alguien te ha preguntado cuántas parejas sexuales has tenido, o te ha juzgado por tu historia sexual?
En redes sociales, especialmente TikTok, la etiqueta de body count se utiliza para indagar en el pasado sexual de las personas, como ya dijimos, principalmente de las mujeres.
¿Qué hay detrás de esta tendencia? ¿Por qué parece que el número de parejas sexuales que alguien ha tenido es un indicador de su valor o su dignidad? ¿Es justo que se juzgue a alguien por su pasado sexual, en lugar de por quién es como persona?
Para responder estas preguntas La Cadera de Eva entrevistó a Jorge Zetina, responsable de capacitación de GENDES, una organización que se dedica a la construcción de relaciones igualitarias entre hombres y mujeres.
¿Qué significa el body count?
El término body count proviene del ámbito militar, donde significa “conteo de cuerpos”, tras un combate o desastre natural. Jorge Zetina explica al extrapolarse a las relaciones sexuales, este concepto percibe a la sexualidad como un espacio de conquista y dominación, pues el body count consiste en contabilizar las parejas sexuales que una persona ha tenido.
Esta práctica tiene una raíz machista porque cosifica a las personas, reduciéndolas a objetos cuantificables y quitándoles su valor como seres humanos.
Además, estigmatiza a las mujeres que han tenido más relaciones sexuales, pues su sexualidad se ve como algo privado y sumiso al deseo masculino.
“Lo que es más perjudicial es que el body count muchas veces se ocupa contra las mujeres como una forma de dominio, de control, pues se prioriza una mujer que haya tenido pocas relaciones sexuales sobre una mujer que haya tenido muchas relaciones” (Jorge Zetina, responsable de capacitación de GENDES.)
Jorge Zetina menciona que, aunque las mujeres también pueden llevar un body count, socialmente no tiene el mismo impacto. Mientras que los hombres son aplaudidos por tener un alto número de parejas sexuales, las mujeres que comparten sobre sus conteos son atacadas y juzgadas por su vida sexual.
"En el caso de las mujeres, si bien esta práctica se puede presentar, en realidad lo que vemos es que tiene que ver con buscar prevalecer en un contexto machista. Entonces, pareciera que muchas de las mujeres que tienden a tomar estas prácticas, pues es como resultado de que la cultura machista les orilla a eso” (Jorge Zetina, responsable de capacitación de GENDES.)
Body count y situationships
Jorge Zetina señala que el auge del body count en redes sociales como TikTok se relaciona con una cultura donde las relaciones se han vuelto utilitarias: se buscan relaciones que cumplan con ciertas características predefinidas, perdiendo la oportunidad de conocer a las personas individualmente.
“No solamente lo vemos con el body count, lo vemos incluso con expresiones como: ‘yo solo me relaciono con mujeres que cumplan con estas características’ o ‘solo me relaciono con hombres que cumplan con estas características’” (Jorge Zetina, responsable de capacitación de GENDES.)
Esta tendencia es un síntoma cultural donde el machismo se adapta a las nuevas tecnologías, dificultando que las y los jóvenes reconozcan estas prácticas como una forma de desigualdad de género.
“A muchos jóvenes el machismo les parece un término lejano, y les cuesta trabajo reconocer prácticas como el body count como algo relacionado con el machismo” (Jorge Zetina, responsable de capacitación de GENDES.)
El experto de GENDES también menciona que cuando un hombre lleva un body count de mujeres, esta práctica es percibida como una forma de violencia porque la mujer no consintió a que se registrara esa información. Esta vulneración de confianza puede generar repercusiones emocionales y dificultades para confiar en otras personas.
Otros de los efectos negativos del body count en las relaciones románticas y la salud mental son:
- Dificultad para conectar con la propia sexualidad: las personas que llevan estos conteos tienden a desconectarse de su propia sexualidad, dificultando el disfrute del placer y la conexión con otros.
- Aislamiento: la cosificación de las personas lleva al aislamiento y a relaciones utilitarias, afectando la salud emocional y llevando a la ansiedad y la depresión.
- Pérdida del placer y los acuerdos: se pierde de vista la importancia del placer, el deseo y los acuerdos mutuos en las relaciones sexuales y afectivas.
Para cambiar esta narrativa, Jorge Zetina recomienda:
- Conectar con el propio placer: priorizar el propio placer y el de la otra persona, en lugar de buscar fines utilitarios en las relaciones sexuales.
- Comunicación y acuerdos: establecer relaciones basadas en la comunicación, el respeto y los acuerdos mutuos.
- Reconocer a la otra persona como un ser integral: dejar de lado la perspectiva utilitaria y reconocer a las personas como seres integrales con necesidades y deseos individuales.
Al adoptar estas estrategias, no solo mejoran las relaciones interpersonales, sino que también se promueve una mayor salud emocional y relaciones sexuales más libres y plenas.
“Cuando cambiamos la perspectiva de para qué me sirve la otra persona o qué voy a ganar con esta relación con la otra persona o en fines utilitarios, incluso de conteo de relaciones sexuales, la principal persona beneficiada voy a ser yo mismo, Eso nos resta presión a todos, nos quita de encima estas expectativas y estereotipos, porque nos estamos basando en qué nos hace sentir bien” (Jorge Zetina, responsable de capacitación de GENDES. )