De niñas no conocíamos el síndrome de la impostora y nos atrevíamos a imaginar que podíamos ser cualquier cosa que quisiéramos: astronautas, médicas, diseñadoras de modas, presidentas o directoras de empresas famosas. Todo eso era posible hasta que nos encontrábamos con ideas que definían lo que era adecuado para nosotras, ideas como: niñas a jugar con muñecas y niños a construir cosas.

¿Qué hubiera pasado si de niñas hubiéramos tenido de referencia a mujeres en todas las profesiones? De eso y del síndrome de la impostora platicamos con Tania Pimentel, fundadora de Women Index, una empresa tecnológica que reúne a mujeres de más de 90 áreas profesionales para visibilizar su trabajo y que los medios de comunicación puedan identificar y contactar a mujeres especialistas en diversos temas. 

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A continuación te contamos los pasos clave para conocer más de tu proceso profesional y redefinir tu propia versión del éxito.

Descubrir cuál es el sueño que quieres lograr

Tania Pimentel nos explica que entender cómo llegaste a ser la mujer que eres hoy y por dónde pasaste es hacer un viaje al inicio y preguntarnos: ¿qué queríamos ser de niñas?, “hay muchas que soñaban con ser arquitectas de niñas y terminan siendo astrónomas o algunas sí lo tenían muy claro desde el inicio y van construyendo poco a poco ese camino de forma muy consistente”.

Identificar los puntos de quiebre que has tenido y entender que no es una línea progresiva nos ayuda a conocer mucho mejor nuestro proceso de elección profesional y cómo es que llegamos al día de hoy. La fundadora de Women Index señala que no hay que perder de vista que este camino está lleno de vueltas, quiebres, altos y bajos.

Además, la elección de diversos caminos profesionales y laborales nos suma experiencias que se traducen en más herramientas para nuestras siguientes metas.

Enfrentar los estereotipos de género o al clásico “los hombres sí, pero las mujeres no”

En el ámbito laboral se replican con fuerza los estereotipos de género, ideas que hemos normalizado como: “Tengo que ser callada y no alzar la voz, porque entonces soy una neurótica; versus un hombre -que sí lo hace- es asertivo, es líder”, explica Tania Pimentel. Vernos reflejadas en la experiencia de otras mujeres nos evita caer en estos estereotipos y a escuchar más nuestra autenticidad.

La fundadora de Women Index recuerda cuando participó en un reality de mujeres emprendedoras, donde contendía contra otras 11 emprendedoras a nivel Latinoamérica: “Mi ambición era sobrevivir el primer episodio (...) y de ahí empecé a reconocer por qué me da tanto miedo, por qué yo misma me estoy saboteando y decir: es que no lo vas a lograr, cuando todas mis amigas y mi familia y mi pareja me decían ¡es que vas a ganar!”.

Recuerda que en un punto se paró delante de un espejo y se sinceró con ella misma: ¿por qué estoy pensando esto?, ¿por qué siento que me tengo que quedar chiquita para no verme ambiciosa?, ¿por qué la ambición es mala?, ¿por qué querer ganar o pedir más es malo?

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Esto la llevó a reflexionar en cómo las ideas de querer más y atreverse a soñar en grande son también grandes obstáculos en los negocios“Las mujeres pedimos muchísima menos inversión, pues porque claro, ¿cómo voy a ir yo a pedir dinero?, ¿cómo voy a hablar de dinero?”

Entonces, ¿cómo vencemos estas ideas que nos limitan?

Necesitamos aprender a romper con estas creencias y crear nuevas configuraciones de nuestro propio éxito y nuestro propio camino, señala Tania Pimentel

“Que cada una resignifique lo que entiende por éxito, lo que entiende por ser genuina a sí misma”.

Sin embargo, este trabajo interno es sólo una parte, pues “sí, hay una una represalia por pedir más en el trabajo, o sea, no nos lo estamos inventando”, menciona Tania, ya que al atrevernos a pedir un aumento o mayor inversión podemos ser percibidas como ambiciosas o soberbias.

“Hay que quitarlos de delante de nosotras, no hay que hacer nuestro propio obstáculo, porque si no pides ese aumento, si no vas por más, pues ya de entrada, ya tienes el no”.

Pero si todas las mujeres nos estamos enfrentando a esto, la manera de fortalecernos es conectar entre nosotras, concluye la creadora de Women Index

“A mí me da muchísimo gusto ver cada vez más espacios en donde nos reunimos mujeres a hablar de lo que hacemos, sin la intención de bloquear o de presumir o de hablar de nuestros triunfos”.

Resignificar el presumir nuestros logros

Hablar de nuestros logros nos cuesta un montón, señala Tania Pimentel, y hay que resignificar la palabra “presumir”, porque hay que aprender a mostrar lo que hacemos y que a alguien le puede servir nuestro trabajo. Hay que crear espacios en donde “las otras mujeres me quieren ver triunfar y yo celebro sus triunfos, entonces se hace un círculo virtuoso muy bonito, porque genuinamente quieres que le vaya bien a la otra y entiendes que si le va bien, no te quita a ti y que hay para todas”.

Women Index ha creado una sección de foros en donde se fomenta la conversación sobre temas que suelen ser difíciles, como: aprender a hacerte visible en tu trabajo, a manejar equipos difíciles o a negociar efectivamente.

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Tania menciona que es importante contar con espacios digitales o físicos en donde las mujeres podamos hablar libremente de lo que hacemos y sin sentirnos juzgadas ni amenazadas.

Planificar nuestras metas profesionales

Planificar nuestras metas profesionales y personales nos ayuda a tener claridad de lo que queremos lograr y a trazar el camino para lograrlo:

Creo que a mí algo que me frustra mucho es que luego tenemos metas profesionales en nuestro trabajo (...) pero nosotras no nos detenemos a pensar: ¿qué es lo que yo quiero lograr con mi carrera, independientemente del trabajo en el que estoy en este momento?, señala Tania.

Ver más allá es pensar en dónde te imaginas dentro de cinco o 10 años y pensar qué quieres hacer con tu vida y cómo te ves en lo familiar, en lo profesional y en lo económico, explica la fundadora de Women Index; después hay que definir en cuáles metas te quieres enfocar primero y ponerte indicadores para medir tu avance.

En el sitio web de Women Index puedes descargar una plantilla que te facilitará esta planeación, es gratis y te permitirá incluir fechas clave y sugerencias para dividir tus metas profesionales en pequeños avances a corto plazo:

Si tú quieres ser conferencista en dos años, bueno, tendrías que hacer primero cursos de oratoria, luego alzar la mano en tu trabajo para dar una pequeña plática a tu equipo cercano y eso lo puedes ir midiendo y dándole seguimiento a través del planificador.

3 breves consejos para vencer a nuestra impostora interior desde ya

Tania Pimentel nos resume todo lo anterior en estos 3 tips:

  1. Identificar y romper las barreras mentales que nos impiden considerar nuevas opciones y conocer más gente. “Hay que tratar de sacudirnos esa voz impostora y pensar como si fuera nuestra mejor amiga, no le hablamos así a nuestra mejor amiga".
  2. Entender que siempre nos estamos vendiendo, aunque no queramos, menciona Tania, entonces hay que aprovechar la plática de pasillo para hablar de nuestros triunfos.
  3. Planificar a dónde queremos ir y cómo llegamos a las personas que nos pueden abrir oportunidades.