En México, las mujeres que se dedican al periodismo, la defensa de los derechos humanos o a la búsqueda de personas desaparecidas, enfrentan un riesgo alarmante y creciente debido a los peligros inherentes de su labor y a los altos niveles de violencia feminicida y de todos los tipos de violencia contra las mujeres en el país.
Los datos confirman esta preocupante tendencia: entre 2020 y 2024 el Observatorio de Medios de Comunicación e Información de la Mujer A.C. (CIMAC) registró mil 54 casos de violencia contra mujeres periodistas, y la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos, documentó mil 383 agresiones contra 321 defensoras y 22 organizaciones, en el mismo periodo.
De acuerdo con el informe “Violencia y discriminación contra mujeres defensoras de derechos humanos y periodistas en México”, presentado en el 91 periodo de sesiones del Comité CEDAW por el Espacio de Organizaciones de la Sociedad Civil para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas (Espacio OSC) , la situación en el país es crítica.
Entre enero de 2017 y mayo de 2025 se documentó el asesinato de al menos 67 mujeres defensoras y seis mujeres periodistas. Además, Front Line Defenders, una organización internacional de derechos humanos, ubicó a México como el segundo país más letal del mundo en 2024, con 32 asesinatos, de los cuales 10 fueron contra mujeres defensoras. Solo después de Colombia, que reportó 157 asesinatos.
La necesidad de una mirada interseccional
En México, existe el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, creado en 2012. A marzo de 2025, protegía a 927 mujeres (202 periodistas y 725 defensoras), de acuerdo con su informe mensual. Si bien es un avance, organizaciones civiles señalan que su funcionamiento actual enfrenta retos significativos, como documentamos en esta nota.
En entrevista para La Cadera de Eva, Cirenia Celestino Ortega, coordinadora del Observatorio de CIMAC, organización que integra el Espacio OSC, señala que una de las grandes deficiencias en la protección de estas mujeres es la ausencia de una perspectiva de género e interseccional en los análisis de riesgo y en el otorgamiento de medidas, pues ignora como otras condiciones como la identidad cultural o la lejanía geográfica, incrementan el riesgo.
Los estados de Guerrero, Oaxaca, Chihuahua, Chiapas, Veracruz y Michoacán son identificados como los de mayor riesgo, donde la lejanía y la dificultad de conectividad dejan a estas mujeres en una indefensión mayor.
Además, el tipo de labor impacta directamente en el nivel de peligro. Las defensoras de la tierra y el territorio son quienes enfrentan el mayor riesgo, de acuerdo con la organización no gubernamental Global Witness.
Mientras que, para las periodistas, la cobertura de temas de seguridad, violencia y política las coloca en una situación de extrema vulnerabilidad estando muchas veces "rostro a rostro" con sus agresores pues la mayoría de ellos son funcionarios públicos, de acuerdo con CIMAC.
¿Qué amenazas enfrentan las buscadoras en México?
En cuanto a las mujeres buscadoras el 97% de ellas ha sido víctima de diversas violencias y afectaciones directamente relacionadas con su labor, de acuerdo con el informe "Desaparecer otra vez, violencias y afectaciones que enfrentan las mujeres buscadoras en México", de Amnistía Internacional México.
Además, como te contamos en esta nota, al menos 22 personas buscadoras de desaparecidos han sido asesinadas en México desde 2011, de las cuales 12 son mujeres y 10 hombres, según un diagnóstico de seguridad presentado por el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM). Los estados de Guanajuato y Sonora registran el mayor número de casos.
De hecho, el Comité CEDAW, en sus recientes observaciones sobre México, ha reconocido la preocupación por la persistencia de la violencia contra las madres buscadoras y ha recomendado formalmente reconocerlas como una categoría especial de defensoras de derechos humanos para asegurar su protección e inclusión en los mecanismos.
Violencia digital: un antecedente ignorado
La violencia no solo se manifiesta en el ámbito físico, sino que ha encontrado un terreno fértil en el mundo digital. Cirenia Celestino Ortega menciona que la violencia digital en muchos casos, el antecedente de ataques físicos que podrían prevenirse si se les diera la debida importancia.
Como señala el informe de Espacio OSC, la violencia digital busca silenciar y expulsar a las mujeres del espacio público, y se manifiesta en amenazas, campañas de desprestigio con connotaciones de género, sexistas y machistas.
Cirenia Celestino Ortega lamenta que las autoridades muchas veces se niegan a reconocer la gravedad de la violencia digital. La forma de denunciar y comprobar que se es víctima es "complejísima", y a esto se suma la misoginia que implica "el no creer en la voz de las mujeres". Esta situación es particularmente preocupante para las periodistas y buscadoras, quienes a menudo son revictimizadas por las autoridades al denunciar.
Impactos psicosociales: las heridas invisibles
Más allá de las agresiones físicas, la violencia deja profundos impactos psicosociales en la vida de estas mujeres. El informe de Espacio OSC detalla que la exposición constante a la violencia estructural, la compañía de víctimas y las amenazas generan un desgaste emocional que se traduce en miedo, culpa, estrés, impotencia, desesperanza y la ruptura de vínculos afectivos y comunitarios. A esto se suma el impacto vicario, la carga emocional que implica acompañar el dolor ajeno.
Los ataques, además, tienen un claro componente misógino y sexualizado, manifestándose en amenazas de violación, acoso sexual, vigilancia de su vida privada y campañas de desprestigio con connotaciones sexuales. Lo más alarmante es que esta violencia frecuentemente se extiende a sus familiares, incluyendo amenazas y agresiones a sus hijas e hijos.
Ante esto, las organizaciones de la sociedad civil, como el Espacio OSC, han propuesto acciones urgentes para revertir esta situación. Algunas de las recomendaciones clave del informe "Violencia y discriminación contra mujeres defensoras de derechos humanos y periodistas en México" incluyen:
- Fortalecer el Mecanismo de Protección con un plan integral y una perspectiva de género transversal en todas sus fases.
- Otorgar atribuciones claras y vinculantes al grupo de mujeres dentro del Mecanismo, para garantizar la incorporación efectiva de la perspectiva de género e interseccional.
- Establecer acciones específicas de prevención y protección frente a la violencia digital, incluyendo protocolos adaptados.
- Diseñar un plan de persecución penal con perspectiva de género para la investigación y sanción efectiva de los delitos.
- Establecer reuniones periódicas entre autoridades, sociedad civil y beneficiarias para el intercambio de diagnósticos y propuestas.